jueves, 30 de abril de 2015

10 MESES CON ELLA. 10 MESES CON MI BEBÉ

Ya han pasado 10 meses...

10 meses desde que naciste. 10 meses desde que, por fin, pudimos ver tu carita. 10 meses desde que por fin pudimos abrazarte. 10 meses de puro amor.

El nacimiento de un hijo te cambia la vida. Eso pienso yo. Mi vida antes de ella y después de ella, son dos vidas completamente diferentes. Puede que haya gente que piense lo contrario pero me da igual.

Una de las mejores cosas que he hecho en la vida es formar esta familia. Los cinco (sí, a los gatos también los incluyo) somos muy felices. Aunque ahora todos hayamos pasado a un segundo o tercer plano, no nos importa. Ella es el centro de todas las atenciones. Ella es, sin duda, la reina de esta, nuestra casa.



Nunca podré olvidar cuando nació. La suerte... Un parto rápido. Sin darnos cuenta ya estaba con nosotros. 

Y a partir de entonces el tiempo ha corrido demasiado. De pronto, cumplía un mes. Yo ese día no me lo creía: -En serio? Hace un mes? No puede ser. Pero si fue ayer cuando salimos del hospital!.

Después tuve que volver al trabajo y vuelta a empezar una rutina con ella. Lo bueno de la peque: Que es muy adaptable. Lo malo de la peque: Que es adaptable durante el día. La noche no se la trastoques, porque solo quiere su teti y su cama, para estar bien.

Ahora ya son 10 meses. En menos que canta un gallo, estaremos con la celebración de sus 12 meses, un añito!!! Y por eso, esta mañana cuando la miraba (y le hacía estas fotos), le decía: ¡Quieres parar de crecer! ¡Quiero que seas un bebé un poquito más!

Pero ella no para de crecer. Ahí la tenéis, 9 kilos (yo creo que más), de puro amor. 74 cm de calor. Un bebé con carácter. Una niña cabezota. Una sonrisa arrebatadora. Una cara que enamora (lo dice mi marido, que ayer en su paseo con Carlota, unas francesas no podían parar de chillar mientras veían a la niña, porque se habían enamorado. O cuando un hombre, en un restaurante, nos dijo que la quería raptar). Una habladora compulsiva (como su madre). Una gritona. Un bebé que ya no es tan bebé, pero que su padre y yo siempre veremos a nuestra pequeña, pase el tiempo que pase. 

martes, 28 de abril de 2015

Y POR FIN HAN OPERADO A MI MADRE

Y digo por fin, porque después de un intento fallido, llegó el día. Pero antes pongo en antecedentes.

Mi madre es de las del ginecólogo de toda la vida, aunque sea una persona que supera la edad de mis abuelos. Yo no digo que sea mal médico, ni mucho menos. Gracias a él, hace más de 10 años me encontraron los quistes que tanto me jo**** la vida y me operó en el hospital donde en aquél momento trabajaba.

Años después, este mismo médico siguió con su consulta privada, pero se jubiló en el hospital. 
Mi madre y yo seguíamos yendo, pero la verdad es que más de un día, le comentaba que era mejor cambiar de médico. Pero mi madre estaba a gusto con él, así que la que cambió de médico fui yo.

Me hice un seguro con mi marido. Busqué uno cerca de casa. El primero fue un fiasco. Así que busqué otro y este es hoy día mi médico, mi ginecólogo, el que ha cuidado de mi durante todo el embarazo. Y no es que esté contenta con él, es que estoy agradecida y casi, casi, se le podría decir que le venero. Por todo lo que ha hecho por mi y no digo que lo haga por amor al arte, nooooo. Lo sé. Él cobra por sus servicios. Pero me gusta como me trata. Me gusta todo lo que he conseguido gracias a sus consejos y me gusta como médico.

Pero siguiendo con el tema. Este médico de mi madre, le dice que tiene que hacerse unas pruebas, entre ellas, una ecografía vaginal, para ver cómo está todo. Se va a su médico de cabecera y pide que le hagan la eco.

Espera unas semanas y por fin le llega el día. Ella feliz, como una perdiz, va a hacerse la prueba y allí mismo le dicen:

- ¡Uy! tiene usted algo aquí. Parece ser un quiste. ¿Le duele?
- No - contesta mi madre.
- Pues parece ser que es algo grande. Debería hacer que se lo miren.
- Claro. Pero...
- Mide unos 11 cm.

Sinceramente, cuando mi madre me contó esta conversación y que medía eso pensé... Venga ya!!! debe estar equivocada. Si el mío medía 10 mm y me moría de dolor, cómo puede ser que ella 11 cm ni lo note.

Mi madre es una persona nerviosa de por sí. Así que cuando le dijeron lo del quiste, pues se puso de los nervios y nos puso a nosotros. Yo intentaba calmarla diciéndole que aquello no sería nada grave si no le dolía y que seguramente era acumulación de sangre (como había tenido anteriormente y que le habían extraído sin problemas).

Y como es la autosugestión. Le preguntaron si le dolía. Ella decía que no. Pero después de decirle lo que medía empezó a sentir dolor. Y no digo que mi madre nunca dijera, uiix, me duele. Noooo, porque sí lo había hecho alguna vez. Pero lo achacas a un pinchazo porque te va a venir la regla. O porque has comido demasiado. O vete tú a saber. Pero desde que le dijeron que aquello estaba allí entonces sí dolía. Seguro que me pasa a mi y soy peor con ella con el dolor.

Nada la calmaba. Lo peor, la SS. y porque digo esto... Pues lo digo, porque su médico le recomendó que fuera al hospital de siempre, donde estaba su historial y viera a una doctora determinada, que él la llamaría y que la vería.
La doctora le dio una fecha muy lejana a mi madre y ella necesitaba que le fueran diciendo algo. Cuando llegó el día, la doctora la vio 2 minutos de reloj. A mi madre no le gustó nada. 

Por suerte tiene una amiga que trabaja en un hospital. Así que la llamó y le explicó todo lo que estaba pasando. Ella le dijo que hablaría con un ginecólogo de allí y a ver si le hacía un hueco. Dicho y hecho. A las pocas horas le llamaban para decirle que tenía una cita con el doctor.

Pues nada. A partir de ese momento fue haciéndose todo tipo de pruebas. Y todo llevó a que el médico le dijera que no era malo, que era un quiste, pero que tenían que operarla. Dado el tamaño, seguramente tendrían que hacerle cesárea (algo que mi madre no quería por nada del mundo). También le preguntó si quería que la vaciaran, pues dada su edad y que no va a tener más hijos, pues podría vaciarla, para evitar males mayores en un futuro. Y aunque ella era reticente a esto, al final así pasó.

Le dijeron que la operarían en el mes de marzo. Antes de semana santa y que no viajara a ningún sitio, por si acaso la llamaban. Durante todo el mes de marzo, espera que te espera la llamada del hospital, pero nunca llegaba. 

Llega Semana Santa y nada de nada. Pero justo después, llamada. La operarían el 15 de abril. Preparamos todo. Se prepara ella mentalmente.

El día de la operación, mi padre le acompaña a primera hora. Le dicen que la operarán a las 10 de la mañana. Le dan la bata y le piden que espere en un box. Ella se cambia y espera, pacientemente, junto a mi padre.
A las 11.30 un celador viene a buscarla. Mi padre se va a tomar un café. A mi madre la bajan a quirófano. En ese momento una enfermera le dice al celador:
-¿Qué haces aquí con esta señora?
-Me han dicho que la traiga al quirófano 3.
-No puede ser. El médico todavía está operando.
-Pues a mi me han llamado.
-Bueno, ya que está aquí le pondremos la vía.

Mi madre al ver el panorama se negó. Dijo que si no veía a su médico que a ella no le hicieran nada. La enfermera pidió que se la volvieran a llevar y llamaron a mi padre que no había ni terminado el café. Todo esto parecía una broma de muy mal gusto.

A las 12.30 viene una enfermera y le comenta a mi madre que no la podrán operar ese día. Pero que esperara al médico para que le explicara todo lo que había pasado.

A las 14.00 llegó el médico. Muy amablemente le dijo a mi madre que tuvo una complicación con la paciente anterior. Que todo había ido bien durante la operación, pero que en el momento de cerrarla, algo pasó y tuvieron que volver a abrirla, porque tenía una hemorragia. 

Mi madre lo entendió. ¿Quién no lo haría? No creéis. 
Pero el problema vino después. En ese momento el médico les comunicó a mis padres que la agenda de operaciones estaba llena hasta junio y que sería entonces cuando la operaran.
Mi padre, que casi nunca habla, le dijo que no al médico. Que su mujer iba antes que todas aquellas personas, que no había sido su culpa todo lo que había pasado y que debía operarla porque además le dolía.

El médico le pidió disculpas por todo lo ocurrido y les dijo, supongo que para salvarse y salir de allí con vida, que miraría de colarla antes de una primera operación. 
Como mis padres no se fiaron, volvieron a hablar con su amiga del hospital. La cual fue a ver a la persona que prepara la lista de las operaciones y ver si a mi madre la operarían antes de junio y por suerte, dicho y hecho.

El martes 21 llamaron a mi madre, que al día siguiente la operaban. Era la primera de la lista. Menos mal. Y por fin la operaron. 

Todo esto, me da que pensar. Pienso en que la seguridad social española fue, durante años, una envidia mundial. Pero ahora... Es bochornoso. 

Por suerte ya todo ha pasado. Pero si para una operación, casi rutinaria, tienen este problema, no me quiero imaginar qué pasará con otras operaciones mucho más importantes.

martes, 21 de abril de 2015

#DESMONTANDOMITOS LA LACTANCIA MATERNA

Hace unos días escribí un post sobre uno de los primeros problemas que tuve al llegar a casa y fue: La lactancia materna.

Y hoy vengo con los problemas que las mamis nos encontramos cuando queremos dar nuestra leche a nuestros bebés. Esos mitos que siempre resuenan en nuestra cabeza, porque nos los han inculcado, o porque no paras de oírlos día tras día tras día.

La verdad es que si no ponemos freno a todos estos mitos, muchas mamis se encuentran en la tesitura de no saber qué hacer para poder darles el pecho a sus hijos, pues se encuentran solas y desamparadas y la lactancia materna tiene que ser algo bonito y natural, no algo que sea una lucha cada día.

He visto millones de mensajes de mamis explicando porqué en su día no dieron el pecho a sus hijos y la mayoría no era porque no pudiese, si no que era porque no tenía experiencia, se dejó aconsejar y todos estos mitos relucieron e hicieron que esa persona se los creyese.

Sin ir más lejos, mi madre: Mi madre era una chica joven cuando me tuvo. Solo tenía 19 años (mi padre 20) y estaban solos en Barcelona, sin más familia (estaban algunos de los hermanos de mi padre, pero eso no es lo mismo que una madre). La historia pasó en San Juan. Yo había nacido a principios del mes de junio y, según me han contado, era una niña muy buena, que se pasaba el día durmiendo y comiendo. Las noches eran gloria pues yo estaba en mi cuna, y cuando me despertaba no hacía nada, solo jugaba, pero nunca lloraba. A mis padres les tocó el gordo conmigo. Pero llegó la verbena de San Juan y esa noche fue la peor noche de nuestras vidas. Yo me pasé la noche llorando, supongo que por los petardos (que hoy día siguen dándome mucho miedo y haciendo que me sobresalte). 
Al día siguiente, creo que los petardos cesaron, me pasé el día durmiendo y mi madre conmigo sola en casa. Quiso despertarme y lo intentó, pero no hubo manera, yo me pasé el día durmiendo. Es que tenía sueño, pero ella se preocupó y mucho. Así que se bajó a la farmacia que había al lado de donde vivían y allí la farmacéutica le explicó a mi madre que aquello no debía preocuparla, que seguramente estaba cansada porque no me habían dejado dormir. Mi madre se tranquilizó y fue cuando la mujer le preguntó si se había disgustado. Ella le respondió que sí y acto seguido le pidió ver la leche que me daba, la de su pecho. Mi madre se la enseñó y fue cuando la farmacéutica, ni corta ni perezosa le dijo que esa leche no me la podía dar, porque se había cortado, del disgusto. 

Cuando me quedé embarazada busqué muchísima información de varios temas. Uno de ellos era sobre la lactancia materna y ahí encontré los mitos. Mitos que me han ido soltando en todos los sitios a donde voy. Y uno de ellos, por cierto, fue cuando me dieron una mala noticia, lloré y mi madre me dijo que se me cortaría la leche, por el disgusto, le dije que eso era una tontería y fue cuando me explicó la historia de porqué no me dio pecho y sí biberón. 

Uno de los mitos más arraigados es: NO TIENES SUFICIENTE LECHE
Cuando el bebé nace tenemos el calostro, algo que es muy importante que el bebé se tome. Después vendrá la subida de la leche y esta subida puede tardar más o menos, dependiendo de cada persona y de cada parto.
A mi me dijeron esto en el hospital. No tienes suficiente leche y por eso tu hija se está quedando en los huesos, tienes que darle suplemento. 
A mi no me había subido la leche, la niña mamaba cuando quería, o cuando me dejaban, porque eso de leche materna a demanda no está bien visto. Es cada tres horas. 
A ver, cuantas más veces esté el bebé chupando en el pecho, más leche produce la mami, si se quiere que esa madre tenga leche, lo único que hay que hacer es dejar que el instinto te guíe y si ves que el bebé quiere estar con la mami y la teti, no se lo prohíbas.

Menos mal que solo estuve lo estrictamente necesario en el hospital. Mi médico quería que me quedara unos días más, pero no lo aguantaba, no dejaban que hiciera nada para lo que estaba preparada. Así que me fui a casa y ese día subió la leche. Ese día la niña se enganchó bien por primera vez y ese día fue cuando empezamos con la LM a demanda.

Y no es que no tuviera suficiente leche, si no que tenía demasiado y tenía que sacarme para que no me doliera.

Otro de esos mitos que he escuchado, de la boca de mi cuñada, o sea que no es una persona mayor es: LA LECHE NO ALIMENTA A PARTIR DE LOS 6 MESES, ES SOLO AGUA.
Este es uno de los mitos más arraigados que tenemos. Puedes darle el pecho al bebé durante 6 meses sin problema, pero oye!!! que cuando el bebé cumpla 6 meses tu leche se queda solo en agua y no alimenta.
Anda quééééééééé´...... Lo que tenemos que oír.

Lo primero es que incluso algunos pediatras siguen con esta creencia. Pero la leche de la mamá va cambiando según las necesidades del bebé.
La OMS recomienda LME (lactancia materna exclusiva) durante los 6 primeros meses, pero después se recomienda seguir con la LM y la AC (alimentación complementaria), porque la leche de la madre es importante, no solo como alimento, si no para el sistema inmunológico.

Mi leche sigue alimentando a mi enana. Os puedo decir que ella solo toma leche, por la mañana, antes de irme a trabajar y por la noche, para cenar y luego en la cama cuando lo necesita o quiere. No quiere biberón con la leche de mami. A veces lo coge, pero no toma mucho. Supongo que prefiere la teti a un bibi.
Cuando llega el fin de semana no quiere otra cosa que no sea la teti. Intentamos darle de comer, pero no come ni la mitad. Igualmente sigo el consejo de la OMS, le doy primero el pecho y luego le ofrezco comida, si la quiere bien y si no, sinceramente, no me preocupo, porque sé que mi leche la alimenta, porque sé que si no fuese así ella lloraría por hambre, pero hace todo lo contrario. Coge la teti cuando quiere, donde quiere y cuando termina la suelta y se queda tan hancha.

Cuando mi cuñada soltó esto le dije lo que recomendaba la OMS y ella me dijo que le dio el pecho a su hijo 6 meses y que luego, le empezó a dar comida y biberones. Oye!! que mi sobrino a parte de ser un niño muy guapo y enorme, es un niño sano de los pies a la cabeza. Y como le dije a mi marido, ya que es su hermana, yo a ella no la he juzgado en ningún momento en su maternidad, aunque me gustaría decirle un par de cosas. Pero igual que no quiero que me juzguen a mi, y que no me den consejos que no he pedido, yo tampoco lo hago. Entonces, pienso que podrían respetarme más.

Otro mito que me soltó la mujer de mi primo es: DAR EL PECHO DUELE.
Dar la teti a tu bebé no duele, y si es así es porque algo va mal.
Como le expliqué en su día a ella, dar el pecho, los primeros días puede que moleste, es porque los pechos se llenan de leche, porque tu bebé está pegado a la teta todo el día, porque como dijo mi ginecólogo, tus pechos han estado tranquilos y cuidados desde que naciste y ahora, una personita te lo coge y los chupa y a eso el pecho no está acostumbrado y hasta que se acostumbre el pecho molestará, pero no dolerá.

A mi personalmente, cuando mi bebé se enganchaba me dolía los dos o tres primeros días, en la clínica, pero en el momento en que estuve en mi casa y apliqué la manera de dar el pecho que me habían enseñado, personas que saben, entonces fue cuando dejó de dolerme cuando la peque mamaba.
El problema es que me dolía el pecho, cuando ella se desenganchaba, horrores, incluso lloraba del dolor, porque me daban muchos pinchazos, desde el sobaco, hasta el pezón y cuando lo comenté con el médico la respuesta fue esa: que el pecho se debía acostumbrar a que la peque chupara, nada más y así fue, la verdad es que después de unos días sentí mucho alivio.

Dar el pecho no duele, si duele es porque el bebé no se ha enganchado bien, porque no solo debe coger el pezón, si no también la aureola. Es importante que si sientes dolor, notas que no se engancha bien o ves que algo no va bien, te acerques a un grupo de lactancia y allí te podrán ayudar y aconsejar en todo lo que necesites.

Si realmente quieres dar el pecho a tu bebé, que nada de esto te lo impida. Puedes encontrar ayuda y apoyo en todo momento, incluso en las redes sociales. Porque si las mamis no nos apoyamos, ¿quién lo hará?.

Otro mito que me parece una solemne tontería es: EL BEBÉ TE USA COMO CHUPETE O EL BEBÉ TIENE VICIO Y NO HAMBRE.
Lo primero que digo cuando alguien se atreve a decirme que me usa de chupete es:
-Bueno, eso es problema de mi bebé y mío. Aunque hay una cosa que no entiendo, si el chupete se inventó después de la teta, no será que ese es el sustitutivo o placebo que se le da, hoy día, a los bebés para que se tranquilicen????

Es verdad que el bebé a veces no se alimenta y el pecho lo utiliza para el consuelo. Es verdad que existe ese momento en que el bebé, por estar llorando, por estar triste o por lo que sea, necesita que su mamá le coga en brazos y succionar de manera no nutritiva el pecho. Mi peque, cada tarde que llego a casa se pone muy nerviosa, quiere que la coga en brazos, quiere que juegue con ella, pero sobre todo quiere que le dé su teti y no es para comer, ni mucho menos, pues acaba de merendar, si no que es porque necesita sentir el olor y el calor de su mami. Y yo me pregunto ¿Eso es tan malo?

Prefiero que mi bebé quiera estar conmigo a tener un trozo de plástico o silicona en la boca. Desde el minuto uno de nacer, mi hija escupía el chupete de manera sistemática. Mi madre ha intentado que coja el chupete en muchas ocasiones, pero mi peque ha decidido que no le gusta y es un juguete más que se mete en la boca  y tira de él después de morderlo.

Una de las cosas que más he odiado desde que soy madre es que me digan cómo y cuándo debo darle de comer a mi bebé: EL BEBÉ DEBE COMER CADA TRES HORAS, NUNCA ANTES. SEA TETA O COMIDA.
Esta es la frase que me soltó la pediatra el primer día que fuimos a verla. La teta se tiene que dar cada tres horas, nunca antes, porque si no se malacostumbran y siempre tendrás la teta fuera. Los bebés no necesitan comer cada 30 minutos.

La verdad es que después de que me dijera eso, pensé, bueno, haré lo que quiera. Y la verdad es que me puse en contacto con una asesora de lactancia para preguntarle. Obviamente me dijo que eso no era así. Que el bebé puede comer cada tres horas, pero que muchas veces necesitan el pecho para dormirse, para sentirse más tranquilos, ...

Así que me dije, pues hago lo que me dicta mi instinto y éste me dictaba que le diera cuando quisiera. Cuando fui a la segunda visita le expliqué a la pediatra que la niña demandaba más teti y que le daba. Ella me dijo que seguramente, por el calor que hacía en esos días, pleno mes de julio en Barcelona, pues que era lógico y que había hecho bien. También le expliqué lo que me había dicho la asesora de lactancia y fue cuando la pediatra decidió dejarme a mi libre albedrío: - Sinceramente, cada bebé y cada madre es un mundo, si tu instinto dice que lo hagas, hazlo.

Otro mito importante es: SI TOMAS MEDICAMENTOS DEBES DEJAR LA LACTANCIA.
A ver, puede que haya medicamentos que sean contraproducentes para la mamá y para el bebé. Pero sinceramente, creo que la LM no da dinero y como no da pasta a las grandes empresas, no se estudia qué medicamento puede ser bueno y qué medicamento no. 

A ver, nunca te automediques si das el pecho. Pero en realidad, nunca deberíamos automedicarnos. Si estás enferma o sientes dolor te vas al médico pertinente, le avisas que das el pecho y él te recetará lo que sea necesario.

Yo tuve un gripazo enorme después de Navidad y la peque quería su teti. Así que en una visita rutinaria con el médico se lo pregunté y me dió un antibiótico. Y me explicó que muchos de los medicamentos que pone que son contraindicados no es verdad. Mi marido cuando fue al a farmacia con la receta, no querían venderle el medicamento, porque no era bueno para una madre lactante. Menos mal que él le dijo al farmacéutico que el médico no era él, y que le diera la medicación.

Si alguna vez tienes dudas sobre un medicamento, lo único que tienes que hacer es consultar en la página web: e-lactancia.org, creada por un pediatra y que se actualiza bastante a menudo. En la página puedes ver el riesgo que conlleva ciertas sustancias, pues no solo hay medicamentos. El nivel 0 es el que puedes tomar sin problemas, por eso es de color verde y así sucesivamente hasta llegar al color rojo, que ya te pone que no debes tomarlo.

Esto que ahora voy a poner no es un mito. Es una realidad, y es para enfurecerse: AÚN DAS EL PECHO????????
Pues sí, aún doy el pecho, aún soy madre lactante, aún mi hija, con casi 10 meses sigue queriendo teti. Aún, aún, aún...

Parece que si das el pecho a cierta edad pues como que te miran mal, te juzgan y se sienten felices. 
Pues tengo que decir que yo me siento inmensamente feliz siendo así, dando el pecho a mi bebé hasta que queramos las dos.

¿Yo te juzgo porque tu hijo lleve un moco colgando?¿te juzgo porque le hayas dado biberón porque no quisiste darle el pecho?¿te juzgo porque dejas a tu bebé llorar para que se acostumbre a dormir solos?¿te juzgo porque piensas cosas diferentes a mi?

La respuesta es que no. Siempre digo que cada madre tiene su manera de educar y no por ser diferente a la mía será mejor o peor. 

Así que aquí os dejo esta entrada para #desmontarmitos, para que veais que no estáis solas. Para que sintais que podéis contar conmigo y otras mamis que han estado en vuestra misma situación.

viernes, 17 de abril de 2015

ESAS PEQUEÑAS COSAS QUE ECHAS DE MENOS CUANDO TIENES TRABAJO NUEVO

Y por fin viernes... 

Esta semana ha sido un no parar en el trabajo. Eso de ser la nueva,... Aixxx, me tengo que poner al día con todo, conocer a todos, conocer sus gustos,...

El trabajo no está nada mal. Era justo lo que necesitaba: Más responsabilidad. 
Solo que el problema es: Quieren que sepa hacerlo todo, que sea autosuficiente e independiente, pero todo ello sin que nadie me haya enseñado cómo va todo esto.

Cada trabajo es un mundo y este, aunque es de recepcionista como mi anterior trabajo, no tiene nada que ver. Es un mundo nuevo. Antes era recepcionista, dentro de un edificio, tan solo en una planta, para 5 o 6 personas.
Ahora soy recepcionista de más de 60 personas. Estoy en la puerta y no solo hay visitas y alguna cosa puntual. 

Aquí la recepcionista tiene no solo que hacer las labores de recepción, si no que ahora también, hace labores de mensajería, facturación,... 

Todo esto se debe enseñar y no se puede pretender, un día sin más que una persona lo sepa y punto. 
Y aunque el comienzo gracias a esto ha sido duro, parece ser que poco a poco todo está yendo por el camino correcto. Se me han dado unas nociones y para todo lo demás, sentido común o preguntar (eso sí, preguntar solo 1 vez, si no te comen los leones).

Me siento a gusto, es un trabajo ideal para mi, con un horario que me permite trabajar por la mañana y un rato por la tarde. Preferiría que fuera todo jornada intensiva, pero no se pueden pedir peras al olmo y menos da una piedra. ¿No creeis?
Trabajo desde las 8.30 de la mañana hasta las 6 de la tarde, de lunes a jueves. Y los viernes, a las 2 a casita.  Una hora para comer, dar un paseo o lo que me apetezca, que para eso es mi hora libre. 

Y todo esto lo explico de manera resumida para explicaros la envidia que siento en estos días. Mi marido, por desgracia o por suerte, está en paro. Pronto se le acaba la prestación y no sé lo que haremos, pero él lo intenta. Busca trabajo y cuida de nuestra pequeña que está en casa con él.

La peque cada día está más espabilada y yo me voy perdiendo todas las cosas nuevas, porque tengo este trabajo nuevo. Él cada mañana me manda fotos, me dice que le ha salido un nuevo diente, o que dice una nueva palabra. Y yo me muero de envidia, por no ser la primera en estar ahí cuando hace algo. Me muero de envidia de no ser yo la que la despierta cada mañana, con esa sonrisa que te regala con sus despertares.

Antes era un trabajo solo por la tarde, de 2 a 8, de lunes a viernes. Pero yo necesitaba más, quería prosperar (y quiero), así que cuando se me ofreció esta oportunidad no me lo pensé:  Debo ir a por ella y debo ir YA!!!

Y ahora es cuando veo que me pierdo ciertas cosas. Y no puedo remediar sentir envidia. Sé que tengo suerte en tener trabajo. Sé que tengo suerte del horario que tengo. Sé que tengo mucha suerte en muchas cosas. Pero eso no quita que pueda sentir cierta envidia cuando los veo. 

Feliz Fin de Semana a Todos.

¿Haréis algo especial?
Yo no. Me quedaré en casa, haremos visita a los abuelos y sobre todo, disfrutaré de la enana, toooooooodo el día.


martes, 14 de abril de 2015

POR QUÉ ES UNA TONTERÍA RAPAR EL PELO A UN BEBÉ


Ayer por la mañana estaba navegando por la red, Facebook concretamente,  cuando una mami, dentro de un grupo donde estoy suscrita preguntaba si tenía que rapar el pelo a su bebé, porque le habían dicho que así el pelo crecería más fuerte y no como un estropajo.






Recuerdo cuando mi madre me decía que yo había nacido con mucho pelo. Nunca quiso cortármelo, aunque sí me lo tapaba porque si no la gente no la dejaba en paz. Siempre estaba la típica señora que te da un consejo absurdo e inútil sin pedirlo.

Ella no me cortó el pelo y mi pelo creció fuerte y sano. Cuando era una niña mi pelo era fuerte y grueso, como en la familia de mi padre. En cambio, cuántos más años crecía mi pelo dejaba de ser tan grueso, abundante y bonito. Empecé a tener el pelo como mi madre, fino.
Yo pienso que puede ser que como me he hecho tantas locuras en el pelo, pues ha pasado factura. 



Durante mi embarazo tuve un pelo precioso. Brillante,  sedoso, fuerte. Fue nacer la enana y todo cambió, se me caían hasta mechones y no podía soportar el reflejo en el espejo al ver mi pelo sin vida. Así que sin pensarlo dos veces, me lo corté.


Aparte de tener un pelo bonito,  durante el embarazo, también tuve muchos ardores. Mi madre siempre me decía, es porque el bebé viene con pelo. Sinceramente,  un mito más, creo yo, pero esta vez acertó, pues la enana nació con un bonito pelo negro, como su mami.

La verdad es que me gustó mucho que tuviera algo de pelo. En el hospital,  alguna enfermera ya me dijo eso de: 
-¡Cuanto pelo! Vas a tener que raparle el pelo para que le crezca más fuerte.

Sinceramente,  una tontería.



Cuando venía la familia al hospital o los amigos a casa, siempre había alguna mención a su pelo. Pero no me daban consejos tan tontos, como córtale el pelo que le nacerá más fuerte.


Lo que sí me sorprendió fue una peluquera del barrio, que al ver a la niña,  siempre me decía que no llevara a la niña con esos "pelajos". Supongo que todo esto lo decía para ganar dinero, pero hace muchos años que no piso su peluquería y no iba a empezar yendo con mi hija.

A finales de julio, el papi y yo, vimos que a la enana se le veía una pelambrera pir detrás nada bonita. Así que como mami debía ir a arreglarse el pelo,  por qué no llevarla y cortarle las puntas?

Nada de rapar, solo las puntas y las de atrás.




El pelo es un regulador natural en la cabeza de los bebés y no pienso raparle el pelo a la niña.

Si en algún momento se hubiera quedado calva o con una coronilla sin pelo, sin duda se lo hubiera cortado mucho,  pero no se le cayó,  como nos dijo la pediatra y no sé cuanta gente.  
Su pelo ha estado ahí desde hace 9 meses y parece que no tiene intención de caerse.

La gente que me seguís, sobretodo por instagram, sabéis que mi peque tiene una melena preciosa. Tiene un remolino en la coronilla, como su abuelo, que es casi impeinable. Aunque nosotros lo intentemos cada día.




La gente que desee cortarle el pelo a sus hijos, porque así lo quieran, que lo hagan. Pero que no sea, porque le han dicho ese mito de la época de nuestras abuelas, porque no es verdad.  La prueba, está en mi y en mi hija.

Esta última foto es de este fin de semana pasado. Mirar que pelo tiene!!! Le crece muy rápido. Dentro de poco, ya le podré hacer coletas!!!!!