miércoles, 31 de enero de 2018

VUELVO A TENER PASIÓN POR MI TRABAJO. CAMBIOS EN UN AÑO

Como te puede cambiar la vida en un año... De verdad os lo cuento, no pensé que mi vida, sobre todo la laboral, haya dado un giro de 180º y estar en el lado contrario.

Hace un año me debatía en dejar mi trabajo por salud mental o seguir adelante pasara lo que pasara, dada nuestra situación personal. Sufrí acoso en el trabajo. Hoy, casi un año después lo puedo decir. Una persona que trabaja en aquella empresa me hacía mi día a día imposible.

Lloraba cuando me levantaba, porque no quería ir a trabajar. Cada vez que veía su número de teléfono reflejado en la pantalla, se me encogía el estómago y contestaba con miedo, porque sabía que algo encontraría para echarme en cara. Recordarme día a día que yo no era de empresa, que era una externa y que nunca podría tomar ninguna decisión. Era como una marioneta en sus manos. Intentaba no cruzarme con ella por los pasillos. De verdad, fueron dos años muy duros, donde además, la empresa para la que trabajaba, no hacía nada. Sí, la que era mi jefa, iba a hablar con ella. ¿Pero servía de algo? Yo te digo que no. Porque durante dos semanas se calmaban las cosas y vuelta a empezar. Lloraba por las noches, en mi cama, mientras mi marido dormía pensando que aquello era una pesadilla, pero que debía seguir por la niña y por él.



¿Y ahora?
Ahora todo eso quedó atrás. Os puedo contar que la persona que me sustituyó estuvo a punto de marcharse, pero por suerte, ella sí pudo hacer algo más de lo que pude hacer yo y ahora es feliz, pero sí, a ella también la hizo llorar muchas veces. 
Ahora vuelvo a sonreír al despertarme. Sonrío a la gente en el trabajo, suelo estar de buen humor, algunas veces no, pero es por otras cosas más especiales. 
Aquí la gente me acogió desde el primer día. Somos un gran equipo y sinceramente, hace poco una persona se marchó para medrar en su trabajo y lloré porque sé que lo echaré de menos, pero era por algo mejor y eso siempre hay que celebrarlo.

En este trabajo hago casi lo mismo (con algunos muchos añadidos más) que en el anterior. Precisamente si me cogieron fue por el curriculum y ver que yo venía del sector. Pero odiaba mi trabajo, lo odiaba con todas mis fuerzas, esa persona hizo que no me gustara lo que hacía. Llegué con miedo a la nueva empresa. Me enseñaron cuatro cosas básicas y me dejaron sola en mi puesto. Pensé que se equivocaban y que en unas semanas me echarían.

Pero no. Ahora vuelve a apasionarme mi trabajo, ahora vuelvo a ser yo, a estar al 100% y todo ello se nota.
Se nota tanto que directores de la empresa me dicen lo contentos que están con mi trabajo. Porque mis compañeros me dan las gracias. Porque día a día veo el fruto de ese trabajo y porque sí, esto tan a gusto que me siento casi como en familia.

En un año he vuelto a creer en el compañerismo, en el buen hacer de la gente. En las buenas intenciones cuando te dicen que te ayudan. En ser mejor persona, mejor compañero y sobre todo poder vivir en armonía con todas aquellas personas con las que pasas media vida. Porque sí, con el horario que tenemos, pasamos más tiempo con ellos que con nuestra familia, con lo que podemos decir que son casi como tal. 

Vuelve la pasión por lo que hago no solo por estos factores externos, si no también por la confianza en mi misma. Aquella persona me lo hizo pasar mal y yo la dejé. Dejé que me mangoneara, que me tratara mal. Sabía mi situación y se aprobechó. De nada me sirve que el día que me fuera me dijera: Cuando quieras te pasas por aquí y nos vamos a tomar un café. O que un jefe dijera: Chapó tu trabajo de estos dos años, sobre todo por aguantar lo que has aguantado. Porque eso me hizo ver que la gente lo sabía y les daba igual. Justamente en esa empresa, cada uno mira para sí mismo y allí medrabas a golpe de patada.


Dos empresas, dos universos completamente distintos. Y todo ello ha hecho que ahora valore lo que tengo. Algunas veces, compañeros que tengo ahora se quejan de algo. Nunca les diré nada, porque cada cuál sabe lo que tiene, pero pienso... si supieras por lo que he pasado, si hubieras vivido ese infierno...

Porque sí, siempre digo que esos dos años en el infierno han hecho que se me abran las puertas del cielo. 

Y aunque a veces se menosprecie mi trabajo, porque se piensan que realmente es fácil. A esas personas les digo: Cambiemos un día. Recuerdo que un día, uno de los directores dijo: El trabajo que nunca me atrevería a hacer es el tuyo, porque no me veo capacitado para ello. Porque yo estoy en todos lados pero nadie me ve y es que ser office manager no es fácil. Todo tiene que estar perfecto, impoluto. Las salas preparadas, los directores con todo lo que necesiten. Preparar viajes. Llevar la flota de coches. Apoyo a todos los departamentos. Llamadas, visitas,.. Y mil cosas más que en el día a día aquí la menda lo hace y con una sonrisa de oreja a oreja.

Así que cruzo los dedos, para que esto siga o mejore. Porque sí, sigo siendo externa, y preferiría ser de empresa. Pero en el día a día, han hecho que me sienta como una más de la familia.

viernes, 26 de enero de 2018

PASTA FRESCA CON SALSA AL PESTO ROJO

¡Madre mía! sí que ha llovido desde que colgué mi última receta. Y es que como ya dije ayer en facebook, me encanta cocinar, pero desde que soy mami, el tiempo en la cocina ha ido bajando, por la demanda de la peque hacia mi cuando quiero encerrarme allí.

Por suerte, ahora empieza a interesarse por ella y a mi me encanta, porque me da la posibilidad de estar con ella y de cocinar.

Hace unos días hice uno de mis platos estrella en casa. Estrella para mi medio limón y para mi, porque a la peque no hay manera de que le guste la pasta. Supongo que con el tiempo cambiará, pero mientras tanto, ella es feliz con sus verduras, su arroz, sus lentejas, carne (sobre todo el pollo),...

Así que hoy, después de tanto tiempo os traigo esta receta. Fácil, rica y sobre todo, que se puede hacer, dejar guardada y degustar cuando te apetezca.

Los ingredientes son los siguientes:

  • Un manojo de albahaca fresca
  • 2 o 3 dientes de ajo (dependiendo si te gusta picante y cuántas personas seáis)
  • AOVE
  • Queso Parmesano reggiano, rallado (si lo rallas en casa, le da un gusto más bueno y diferente)
  • Queso Pecorino
  • Tomates secos (o macerados en aceite)

Esta receta es muy, muy sencilla y lo único que necesitas, aparte de los ingredientes es tener una batidora.

Empecemos. Lo primero será poner en el vaso de la batidora la albahaca, pero solo las hojas, el tallo no hace falta para esta receta. Después poner los ajos, como los pasas por la batidora los puedes dejar enteros, pero yo siempre los corto un poquito. 

Si tienes Parmesano y Pecorino sin cortar, lo rallas o lo cortas. Dependiendo si te gusta encontrar trozos de queso en la sala. Yo primero lo rallo y luego al vaso de la batidora. Si no tienes Pecorino, puedes poner solo Parmesano, pero el Pecorino es un queso algo más fuerte, más salado que le realza el sabor del queso.

Por último se ponen los dos ingredientes que quedan. Los tomates secos, que deben haber estado macerados en aceite (mejor que con agua, pero también sirve con agua, ya que echas luego el aceite). 

Estos tomates, exactamente, me los regaló mi suegra. Son de Italia y tienen un sabor muy intenso.



Si los compro secos, los pongo en un pequeño bol con el aceite que creo que utilizaré para la salsa, así lo añado todo junto. Luego, si veo que la salsa queda demasiado espesa, le voy añadiendo el AOVE. 

Como véis no tiene mucho misterio. Después toca batir y probar para que notes el gusto, a nosotros nos gusta que tenga matices de la albahaca, pero que se note sobre todo el queso y el tomate. Si cuando lo pruebas, notas que le falta un poco de algo, solo añádelo y bate. Yo suelo añadir, siempre, más tomates.

Así que cuando tienes la salsa hecha solo queda pasta. Esta vez compré pasta fresca recién hecha en el mercado, donde han abierto una tiendecita de productos italianos. Pero os seré sincera.... No me importaría hacer pasta fresca en casa, tiene que estar tan buena, solo necesito que alguna alma caritativa me regale el aparato de pasta que ya va acoplado a mi amasadora.

Para hervir la pasta, solo tienes que seguir las instrucciones de cocción y listo.

Para que quede todo bien impregnado, si haces mucha pasta, lo que suelo hacer es poner un poco de salsa en el bol donde vaya a poner la salsa, luego echar algo de la pasta y remover. Después poner otro poco de salsa y pasta y volver a remover. Así hasta que acabo con la pasta. Si he hecho salsa para que sobre. La guardo en un tupper, dentro de la nevera. Porque este pesto te queda bien hasta para la carne.

Como digo, lo mejor es tener todo natural, porque le da un sabor taaaaaaaaaan bueno, taaaaaaaaaaan fuerte, pero a la vez, taaaaaaaaaaan suave. 

 ¿Y tú has probado el pesto rojo? ¿Te ha gustado? ¿Lo has hecho de manera diferente? ¡Cuéntamelo!

martes, 23 de enero de 2018

MAMA YA SOY MAYOR. SU PRIMERA NOCHE EN LA CAMA DE LOS GRANDES

¿Por qué el tiempo pasa tan deprisa? De verdad que sin darnos cuenta, van pasando las horas, los días, las semanas, los meses y de pronto tu bebé tiene tres años y medio.

Cuando tuvimos la noticia de que debíamos irnos del piso antiguo y encontramos el piso nuevo, mi medio limón y yo hablamos largo y tendido de la habitación de la peque. Ella, como sabéis, duerme con nosotros y pensamos que sería un buen momento de montarle su habitación de mayor, para que empezara a ver que tenía su propia cama. A ver si así, se oían las campanas y quería cambiar.

Como el cambio de piso pasó durante la época navideña, no pudimos hacer todos los cambios que queríamos y terminamos montando lo imprescindible: Cocina, baño, habitación de matrimonio y parte del salón. La habitación de la peque, aunque montada, no estaba terminada. Pero este fin de semana nos pusimos las pilas. Queríamos que viera que su habitación, tanto de dormir, como de juegos, estaba preparada para que ella pudiese entrar y salir cuando quisiera. Además, como los interruptores de ese piso son "antiniños", porque están a una altura considerable, se lo cambiamos, para que así ella misma pudiese encender la luz.

Ella eligió la pintura de su habitación. La lámpara del techo. Las sábanas de la cama. El pijama con el que dormir. Quisimos que fuera partícipe en muchas cosas para que su habitación le hiciera ilusión. Cuando terminamos de montarla, tenía ya todos sus juguetes preferidos (tuve que hacer una criba porque tiene taaaantos).

Justamente ayer, le pregunté a mi medio limón, ¿probamos? Sinceramente, no las teníamos todas con nosotros, pero como siempre, hizo que me tragara mis palabras y nos ha enseñado una gran lección.

Durante la cena, le expliqué a la peque que como ya es una niña grande, podía dormir en su habitación, si le apetecía, en su cama de los grandes. Al principio dijo que no, pero pasados unos minutos me preguntó si al dormir en su cama podría dormir con uno de sus muñecos. Le contesté que podía dormir con el que quisiera, que además podría hacer una fiesta de pijamas. Que mamá y papá le pondrían su punto de luz, por si se despertaba, que viera donde estaba. Además, su botella de agua, para beber en cualquier momento y le recordé, que mami y papi estaban en la habitación de al lado, que si necesitaba ir al baño o simplemente quería ver a mami, con llamarme, iría corriendo a verla.

Se durmió en mis brazos y con su teti, como cada noche. Pasado un rato, papi se la llevó a su cama, con todo preparado para que si se despertaba lo viera. Cuando la dejó en la cama se despertó y me pidió que le contara un cuento. El cuento de las liebres (Adivina cuanto te quiero) y es que nosotras nos decimos 100 veces al día que nos queremos. 

Después de eso, la arropé, le di un beso y me dispuse a salir de la habitación.

- Mamiiiii! tengo pipi.

Bueno me doy media vuelta y la llevo al baño. Hace pipi entre bostezos y pienso, a ver lo que dura esta noche. Yo ya me había preparado mentalmente para pasar una noche entre dos camas. Cuando volvemos a la cama, la tapo, le doy un beso. Y justo cuando me voy a sentar en el sofá...

- Mamiiiii! tengo caca.

Yo sabía perfectamente que eso no era verdad. Fui a su habitación y le pregunté hasta tres veces. Lo dices en serio?? Sí, mami, me respondió. La volví a llevar al baño. 15 minutos y de ahí no salía nada. No quise preguntarle. Pensé que sería ella la que me dijera algo. Al final me preguntó: mami, seguro que tu vendrás si te llamo? 

- Claro que sí! le dije. No he venido ahora cuando me has llamado?

Creo que se quedó más tranquila. Se tumbó le di un beso y al salir.... Mamiiiiii!!! tengo pipi.

Ahí pensé... la noche va a ser muuuuuuuy larga. Me senté en la cama, me "enfadé" con ella. Le dije que no me mintiera, que me dijera porque me pedía pipi, pero ella insistía. Sé que no quieres hacer pipi. No me mientas. Pero ella seguía, sí mami, tengo pipi.
Así que volvimos al baño, por tercera vez. ¿Creeis que hizo algo? Sinceramente, ahí estaba algo mosca, porque no quería pasarme la noche en vela. Le dejé claro que tenía que ir a la cama, tumbarse, coger a sus muñecos y dormir. Cualquier cosa, con un grito de MAMAAAAAAAA, yo iría ipso facto. 

Parece que mi tono o mis palabras entraron en ella. Aunque antes de irme de la habitación me dijo: Mami, todavía somos amigas? Y yo le contesté: sí, si no vuelves a mentirme.

Se tumbó y se quedó dormida. Estuve en la cama dos horas dando vueltas. Mi marido igual, el cual me dijo, falta algo en esta cama. Y pensé, sí los pies de tu hija en tu espalda, dando patadas. 

¿Y cómo pasó el resto de la noche? Durmiendo. Durmiendo plácidamente. Se despertó una vez porque la escuché coger su botellita de agua. Pero pronto se volvió a quedar dormida. No llamó a mami en ningún momento. Así que cuando esta mañana ha sonado el despertador, he ido hasta su cama. Y ya ella ha abierto los ojitos:

- Mami, ya es de día?
- Sí, cariño.
- He dormido solita!! - Saltando en la cama. 
- Sí!!!!!
- Ya soy mayor, ahora dormiré en mi cama. Pero esta noche dormiré con Lola (su tortuga de peluche).
- Genial! Lola estará muy contenta de dormir contigo.

Así que mi niña ha vuelto enseñarme varias cosas de la maternidad. 

La primera es que no puedes dar nada por sentado. Es decir, yo pensaba que en mitad de la noche se despertaría, llamaría a mami y querría, sí o sí, irse a nuestra cama. Algo que habíamos asumido y habíamos pactado en dejarla.

La segunda cosa es: Si dejas que el niño madure a su ritmo no habrá problemas. No habrá dramas y todo será más fácil y fluido.

La tercera cosa es: Que mi pequeña ya no es un bebé. Que es totalmente autónoma, que dice que la visto yo, porque así me abraza, pero realmente ya puede hacer un montón de cosas. Y ahora el dormir sin mami ni papi. 

Supongo que ahora nos queda a todos acostumbrarnos a este pequeño cambio. Pero por ahora promete.

miércoles, 17 de enero de 2018

MÉTETE EN TU VIDA Y ANTES DE PREGUNTAR PIÉNSALO DOS VECES

Y por fin he vuelto a mi canal de youtube con un nuevo vídeo. 

Durante las vacaciones de verano tuvimos que escuchar esas dichosas preguntas que todo el mundo se cree con derecho a hacer, pero que son totalmente irreverentes y que son odiosas.

Tener que estar escuchando casi todos los días la dichosa pregunta y poner buena cara me pudo.

Y es que cuando estás solter@ todos te preguntan a ver si te echas novi@, y cuando ya tienes pareja es cuando te preguntan cuándo te vas a casar y después cuando tendrás un hijo y luego llega la de... y para cuando la parejita???

Pfffff, no puedo con estas preguntas. Sé que muchos las hacen sin maldad, pero me fastidia,  porque pueden hacer daño o molestar. Por qué una pareja sí o sí tienen que ser padres? Y si han decidido que les gusta su vida tal y como está? O no pueden, por mucho que lo intentan. 

De eso y mucho más hablo en este vídeo:

No te lo pierdas. Déjame un mensaje, que seguro que hay muchas preguntas odiosas. 

viernes, 12 de enero de 2018

COCO. UNA HISTORIA DE AMOR

Por fin he podido disfrutar de Coco. Una película que me ha removido muchas cosas por dentro.

Hacia tiempo que la quería ver. Había visto varias críticas y la ponían bastante bien y yo, amante de la animación,  no podía perdérmela. Os digo desde ahora,  que después de verla mi medio limón me dijo: esta estará en nuestra estantería de películas,  verdad?? Y mi respuesta fue clara: lo dudas??

La historia empieza con un pequeño prólogo hablando de la familia del protagonista y de por qué en esa casa no se escucha música. Está prohibida, pero para él, Miguel, nuestro pequeño protagonista, la música corre por sus venas. La adora y quiere tocar y que le escuchen, pero el miedo a su familia y a esa prohibición le hace que se esconda. Pero llega un momento en que no puede dejarlo pasar y se revela ante ellos y ese "odio" por la música y lo que representa para su familia. Todo ello le lleva hasta el mundo de los muertos y conocer tanto a sus antepasados como otros personajes que le marcarán en un antes y después de su mundo.

Debo decir que me resulta muy bonito la manera en que en Méjico se recuerda a sus familiares y antepasados. Y desde luego tiene que ser espectacular. Me encanta la tradición que pasa de generación en generación y me recordó a los que ya no están con nosotros.

Este año pasado, en la familia tuvimos pérdidas importantes. Gente a la que queremos y que ha estado con nosotros. Ha sido duro, pero estando unidos hemos podido sobrellevarlo de la mejor manera. 

No soy muy creyente, pero me gusta pensar que después de la muerte nos espera algo al otro lado. Podernos reencontrar con la gente a la que queremos y poder pasar con ellos ese tiempo que nos faltó en vida. 

Esta película, COCO, es un claro ejemplo de esto. La vida después de la muerte. El como nuestros antepasados nos visitan, nos cuidan y sobre todo desean saber de nosotros, mientras ellos están al otro lado. Porque ellos siempre estarán vivos en nuestros corazones y nuestra memoria. Pero ¿qué pasa con aquellos que nadie recuerda? 

La muerte es una tema duro de tratar con los niños. Mi hija, todavía es algo pequeña para entender lo que es la muerte. Ha conocido a sus dos bisabuelas, pero una de ellas ya no está y poco a poco la olvidará. Aunque siempre recordaré el momento de llegar al pueblo este verano y que nos preguntara donde estaba la bisa que va en la silla. Aixx, fue un duro golpe. 

Le expliqué, como pude, lo que había pasado y que ella, desde el otro lado, junto al bisabuelo nos cuidaban y protegían, pero que ahora ya no los veríamos, solo en fotos y recuerdos los mantendríamos vivos. 

Como os he dicho antes, la película me enamoró. Como bien digo en el título es una historia de amor. De amor por la familia, de amor por alcanzar nuestros sueños. Amor por conseguir lo que deseamos.


Disney lo ha vuelto a hacer. Traer una película llena de magia, color y encanto. Y os la recomiendo encarecidamente si no la habéis visto, porque no os dejará impasible. Nosotros, mi medio limón y yo, terminamos llorando, yo como siempre a mares. Y es que me tocan la fibra y me deshago y supongo que también necesitaba sacar ese pequeño dolor al sentir que me falta esta gente tan querida para mi.

Creo que los más peques de la casa pueden entenderla a partir de cierta edad. Mi hija veía los colores y preguntaba porqué salían esqueletos. Le expliqué lo que era el día de los muertos, le dije porqué salían de esa forma y ella lo entendió, supongo, a su manera. Como digo, creo que todavía no entiende el concepto de la muerte como tal.


¿Y vosotros? ¿La habéis visto? ¿Os ha gustado? ¿Os parece una buena película para explicar a los peques el tema de la muerte? 

miércoles, 10 de enero de 2018

EMPEZAMOS EL 2018 CON ACTITUD POSITIVA

Después de unos días de desconexión, y sinceramente, con poco que decir, vuelvo al blog con un propósito que ya dije por las RRSS, ser más constante, estar más presente y sobre todo estar con todos vosotros.

Ya estoy terminando de cuadrar el nuevo vídeo que empezará la temporada en YouTube. Tenía ganas de volver a hacer alguno y como ya los tengo grabados de hace un tiempo, solo me tocaba retocarlos y sobretodo, quitar las tomas falsas. Creo que un día os haré un video solo de eso para que os descojoneis de mi nos riamos todos juntos.

Estas Navidades necesitaba esta desconexión, estar más con mi familia 1.0. Además mi medio limón siempre me dice que estoy enganchada a las RRSS y siempre el digo... pero si estoy todo el día en el trabajo y solo puedo mirarlas un ratito al estar en casa, cómo puede ser que esté todo el día enganchada? Pero sí, muchas veces me puede y estas Navidades he querido estar más con los míos.

Además hemos estado en plena mudanza, la de mierda que se acumula en cinco años, todavía estamos desempaquetando, con eso lo digo todo. Pero pronto será plenamente nuestro hogar. Mientras tanto, lo acicalamos y dejamos las cositas lo mejor posible.

La que ha notado mucho este cambio ha sido la peque. Pasar de una casa a otra no es fácil, por los cambios, pero poco a poco se ha acostumbrado. Aunque con las fiestas y los cambios de horario ha sido un poco caos, menos mal que la bendita rutina ha llegado a nuestras vidas. Esta semana empezaba el cole, pero gracias a la gripe, tiene una semana más de fiesta y a su padre subiéndose por las paredes, por tener que estar encerrado con ella. Sí, él también se ha puesto malo. 
Ya veremos qué tal lleva el nuevo camino al cole. Ya que ahora no lo podrá hacer con sus amigos. Cada mañana los esperaba en el bar del barrio, para que cuando pasaran pudieran ir juntos. Y ahora... Ahora tendrá que ir con papi sola. Pero bueno, ya hemos decidido que los viernes se levantará un poquito antes, para ir hasta allí e ir al cole juntos, aunque haga el camino dos veces.

Estas Navidades me han servido para reflexionar. Disfrutar de lo que más quiero, MI FAMILIA y de entender algunas cosas, que a veces, me cuestan un poco. Hablo de la peque y cómo le ha afectado el cambio, pero a mi... me ha afectado el doble. Yo le cojo cariño a las cosas, a los sitios, ... Cuando por fin me siento en casa, en un barrio, segura, tranquila, con todo a la mano y sabiendo que puedo ir con los ojos cerrados, debo cambiar y amoldarme a todo lo nuevo. Y como a mucha gente, lo nuevo me da pánico. Supongo que me ha ayudado en esta transición el volver a mi barrio de la infancia, donde han vivido mis padres desde hace más de 20 años.

Justamente, el día antes de Navidad, el director general de la empresa en la que estoy, me invitó a desayunar (lleva un par de meses, invitando cada día a una persona a desayunar para poder hablar de nosotros y la empresa). No me imaginé que conmigo también, por la situación en la que estoy (soy externa), pero quería tener esa conversación conmigo y justamente, estuvimos hablando de los cambios y del miedo, atroz, que sentí al tirarme a la piscina, cambiar de trabajo a principio del año pasado y ver que todo me estaba saliendo genial en ese aspecto. 
Estoy tan contenta... Por eso, estas Navidades me he dado cuenta de que tengo que ser algo más atrevida y si siento que necesito un cambio o viene dado por factores externos, lo haré con una actitud más positiva. Sé que si en mi otro trabajo no me hubieran dicho que con el paso de los meses, me quedaría sin trabajo por reajustes en la empresa, yo no hubiera dado el paso y el problema está en que yo realmente ansiaba este cambio. Lo estaba pasando muy mal, una persona allí dentro no se comportaba bien conmigo, ni con nadie, pero se cebaba en mi por ser externa. Ahora en esta nueva empresa veo que también soy externa, pero me tratan como a una más. Mi opinión cuenta y eso es de agradecer, sobre todo después de ese par de años viviendo ese infierno. Pero si no me tiré a la piscina hasta ese momento era por el miedo de... y si lo que encuentro es peor? Y si me pagan menos? Y si en dos meses me echan y me quedo en el paro como mi medio limón? Todo esto era lo que hacía que no diera el paso. No voy a decir que me arrepiento de no haberlo dado antes, porque con la experiencia que obtuve allí conseguí este trabajo.

Lo mismo ha pasado con el cambio de piso. Pensar en cambiar me aterraba. Por no encontrar nada que nos fuera bien, por el precio que tenemos que pagar, por no encontrar nada cerca de la zona del cole y tener que sacar a la peque de éste, para llevarlo a otro que no conocemos... Y al final, gracias a la ayuda de mis padres, lo conseguimos y ahí estamos, felices, porque además los tenemos cerquita, que eso es un plus.

Por todo ello, quiero estar más presente en las RRSS, en el blog, en los vídeos. Además con el regalo que me hizo Papá Noel, como para no estarlo. Estoy como loca por estrenarlo!!! Seguro que hago un vídeo para que veáis sus funciones, ya os lo digo, es un juguetito muy chulo!!!!