miércoles, 26 de julio de 2017

HISTORIA DE UN DESTETE PARCIAL

De un tiempo a esta parte no disfruto, como antes, dando el pecho. La lactancia materna se ha convertido en una obligación. Me agobio mucho y ya sabéis que paso de los comentarios, pero soy yo, es mi cuerpo, no lo sé, pero necesito que la niña se despegue un poco de la teta, no de mi. 

Así que unas semanas antes de que cumpliera tres años, justo antes de ir a ver a su pediatra, estuve hablando con ella, estando mi medio limón con nosotras. Le dije que pronto iba a cumplir tres años, que la teta siempre estaría ahí para ella, pero que tanto la teti como mami estaban algo cansadas y necesitaban un poco más de libertad. Ella lo entendió y me dijo: mami no teti.

Pero todos sabemos que las palabras se las lleva el viento y más con los peques. Así que cada día, un ratito por la tarde iba recordándole que la teta iba a acabarse. 

Llegó el gran día. Íbamos a empezar con el destete. La peque cumplía 3 años, aixxx, como pasa el tiempo, no creeis?? como era un día especial pensé: va... hoy le dejo su teti como despedida y en cada toma era en plan: bueno, es para despedirte.

Peeeeero llegó el día. Al día siguiente, llegué a la tienda, como siempre y ahí estaba ella. Dicharachera y contenta, diciéndome: mami teti!!! Y entonces, le dije: cariño, qué habíamos hablado? Te acuerdas? La teti y mami están cansadas y necesitamos descansar, dijiste adiós a la teti ayer, con un beso y un abrazo. 
Maaaaaaammmmiiiiiiiii quiero tetiiiiiiiiii. 

Se me partía el alma, pero pensé, si cedo, solo una vez, quién me dice que no será la última. Así que antes de que se pusiera triste, llorara o incluso chillara y me tirara de la camiseta, pensé: Me la llevo a casa y estando solas hablaré con ella.

Cuando llegamos a casa la pobre no paraba de pedir su teti. Necesitaba su chupito de 5 minutos. Así que antes de darle la teti me dije, tengo que hablar con ella y a ver si podemos hacerlo. Lo que tenía claro es que yo necesitaba algo de libertad, el poder llegar a la tienda de mi madre y que no se amorrara a ella media tarde. O lo que me había dado cuenta desde hacía tiempo: Cuando está jugando y de pronto se aburre: mami dame teti.

Sí, sí, cuando se aburre. De verdad, no pensé que pudiese ser así, pero sí. Llevábamos una temporada muy apegadas, otra vez, con la teti y aunque a mi me encanta que quiera jugar conmigo, estar conmigo, no me encanta cuando dice teti mami. 

Además, desde que se rompió las dos paletas de delante. Ya lo visteis en el post que escribí hace un tiempo: caídas en los más peques, si no coge la teti de una manera determinada me hace daño. 

Así que qué podía hacer yo??? Ser una madre malhumorada?? Pensé que mejor no. Pero cortarle de raíz algo que para ella es taaaaan importante me parecía muy cruel. 

Así que volví a hablar con ella. Esta vez una conversación entre mami, teti y Carlota. Llegamos a un acuerdo. No habría teti fuera de casa. Nada de teti en la tienda de la abuela. Nada de teti en el restaurante del tío, ni en casa de los yayos, ni de la tía. Solamente teti en casa, para ir a dormir, descansar a media tarde... y así empezó nuestro destete parcial.

Pensé que iba a ser más duro, pensé que no se lo tomaría del todo bien. Pero no fue así. Ha pedido teti alguna vez fuera de casa? Sí, pero recordándole nuestro trato se calma y se da cuenta de que no se pide. Eso sí, me pide que la coja en brazos o que la abrace y le dé mimitos y ahí estoy yo, como una loca haciendo todo eso y más. 

Para terminar, justo cuando estaba escribiendo este mail, llegó, por RRSS un post del blog de Asesoras de Lactancia Online, donde hablan sobre la: Agitación por amamantamiento: el rechazo de dar de mamar. Os dejo el link aquí. Puedo deciros que me he sentido muy identificada con el post, he llegado a vérmelas de esa manera y creo que después de 3 años de feliz lactancia a demanda, hemos llegado al final. Ahora tiene la teti, para relajarse después de un día fuera de casa, mientras mamá le canta la canción del barquito chiquitito o cuando se va a dormir. Ahora soy mucho más feliz y me siento que mi cuerpo vuelve a ser mío.

¿Y vosotras?¿Fuisteis la que disteis el paso? ¿Lo dio vuestro peque?

miércoles, 19 de julio de 2017

LA IMPORTANCIA DE VIAJAR SEGURO HASTA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS: #VIAJOSEGUROENMISILLITA

Llega el verano y con ello los desplazamientos a nuestros destinos vacacionales... Como ha pasado el tiempo y como han cambiado las cosas... ¿Os acordáis cuando éramos pequeños? Yo sí, me acuerdo ir en un coche sin ni siquiera ponerme el cinturón, pero es que no los llevaban, me tumbaba y dormía más de la mitad del trayecto. Pero los tiempos cambian, los coches, también y nuestra seguridad y la de nuestros retoños tiene que ser la máxima prioridad.
Me quedo pasmada cuando oyes en las noticias que ha habido un accidente y un niño pequeño o un bebé ha muerto, porque no iba debidamente sentado en su silla. Y es que esto no es ningun broma. La seguridad ante todo y puede que nosotros seamos prudentes, pero los que van a tu lado a lo mejor no tienen tanto miramiento. 
Nosotros hemos llegado a presenciar verdaderas barbaridades con los coches y tener un nudo en el estómago pensando... ¿por qué? ¿Por qué tanta imprudencia y tanta tontería al volante? Siempre he sido una persona precabida y con el coche también. Era de las que se bebían su bebida al principio de la noche y luego pasaba a la coca-cola para seguir la fiesta. Me han hecho controles de alcoholemia y nunca he mentido:
- ¿Ha bebido usted esta noche? 
- Sí - nunca mentía. - Pero ha sido hace bastante tiempo y luego he bebido refrescos.
- Le hacemos el control. 
- Por supuesto. - Y como no, siempre daba 0.0 y sin problemas me sentía orgullosa de ser una joven con cabeza. Que haberlos los hay, pero no abundan tanto.
Ahora soy madre. Y ya no solo pienso en mi seguridad, si no en la seguridad de mi hija. Por ello, muchas veces, para los viajes largos, optamos por transporte alternativo, en este caso el tren (casi siempre), nosotros, como cada verano nos vamos al pueblo para ver a la familia, son 10 horas de coche y solo conduzco yo. ¿Podríamos hacerlo? Claro que sí. Muchas familias lo hacen. Pero no queremos. Algún día lo haremos, pero durante el trayecto pararemos y haremos noche en algún sitio chulo de la geografía española. Mientras tanto, el tren nocturno nos va estupendamente, descansamos, la peque ni se entera y podemos viajar tranquilos.
Y es que luego tenemos el problema de la peque y su amor-odio al coche, así que nos ahorramos lloros, gritos, rabietas sin fin porque no llegamos a destino. 
La situación, alguna vez, para nosotros ha sido insostenible, tanto es así, que recuerdo un día que la peque era un bebé, se puso a llorar en el coche de mi padre, gritaba como si no hubiera un mañana y parados en medio de la calle sin posibilidad de estacionar, para bajarnos y mi madre decirnos: Da igual, sácala de ahí y cógela en brazos. Y todos diciéndole: pero que dices??!!! que no se puede, ya no solo por la multa que nos podrían poner si no también por la propia seguridad del bebé. 

Tenemos que tener claras ciertas cosas, como por ejemplo:

Es importante que nuestros hijos viajen seguros y nosotros tener la certeza de que lo estamos haciendo lo mejor posible. Por eso desde LegalCar han puesto en marcha una campaña #ViajoSeguroEnMiSillita para concienciar a todo el mundo. 

¿Queréis saber más? No dudéis en entrar en su página web, aquí.¿Y habéis visto este blog? Seguridad vial en familia donde nos explican todas las dudas que nos puedan surgir.


Por último, justamente ayer, echando un vistazo en la blogsfera, vi que Soy un drama mamá, había hablado sobre la nueva normativa sobre las sillas infantiles. Algo que tenemos que tener en cuenta a la hora, no solo de viajar, si no también de comprar. Recordar que ahora los alzadores sin respaldo no son permitidos. Las sillas ya no irán por pesos, si no por altura y algunas cosas más. Si quieres, pásate por su blog, aquí, y echa un vistazo. Además así también verás el coche nuevo que se ha comprado al aumentar la familia. ¡¡¡Felicidades!!!

martes, 11 de julio de 2017

HARTA DE TODO

Este post lo escribí hace unos días, 7 días para ser más exactos, mientras la peque y mi medio limón dormían. 

Hoy no tengo un buen día. Hoy he llorado. En general no puedo quejarme de mi vida. Tengo un marido que me quiere y me apoya y aunque a veces parece que hablamos idiomas distintos, siempre está ahí cuando lo necesito. Tengo una hija que adoro y que gracias a ella cada día redescubro cosas olvidadas y descubro cosas que no sabía.
Pero desde hace unos meses ando entre dos aguas. Como ya sabéis, cambié de trabajo a finales de febrero. Era algo que necesitaba y anhelaba desde hacía tiempo. Estaba en un trabajo que no se me valoraba, que me explotaban y que además una persona me hacía la vida imposible. Aguanté lo inaguantable porque necesitábamos el dinero. Muchas chicas pasaron por el puesto y no duraron más de dos semanas, yo aguanté dos años, pero un día me dije: BASTA! Y me puse a buscar. Tuve suerte, o un buen curriculum, porque sí, me explotaron pero el nombre de el sitio donde estaba es archiconocido en el mundo y eso siempre abre puertas.

Ahora estoy en un trabajo que se me quiere, que me apoyan, que me gusta y aunque empecé sin expectativas, ahora hasta tengo el sueño de pertenecer, algún día a la propia empresa, porque aquí sí me gustaría quedarme. 

Y mientras estoy feliz por ello, soy infeliz en otro aspecto. Mi medio limón está en paro y no hay manera. No hay manera de que le llamen, no hay manera de que haga una entrevista, no hay manera de remontar. Me siento mal porque no lo puedo ayudar. Me siento mal, por sentirme feliz al ir a trabajar. Me siento mal porque no llegamos a final de mes y cuando digo no llegamos, es que NO LLEGAMOS. Malabarismos y a veces, días sin comer el uno o el otro para que la peque nunca le falte de nada. Así son nuestros días y hoy, esta noche he explotado, no he aguantado más. Su mierparo se ha acabado, ahora un mes sin cobrar y luego la ayuda. Ayuda que si lo otro no llegaba... esto menos . Y hago números y pienso... recorto de aquí, recorto de allá, metemos aquí, hacemos... y nada que no llega. 

Encima somos de esos que nos encerramos en casa. No gastamos, lo poco que lo hacemos es cuando invitamos o nos invitan para poder ir a casa de alguien, ni a tomar un café, porque después te pasas un mes maldiciendo el porque saliste ese día a comer un bocadillo o unas tapas, cuando podrías haber quedado para ir de paseo. Penoso. Penoso tener un trabajo y que no te dé para nada más que para pagar facturas. Penoso tener la edad que tenemos y pedir dinero a mis padres para que nos ayuden. Penoso el no poder vivir una vida con la que soñabas, sin grandes lujos, pero con un poco de colchón y tranquilidad para los días malos. El colchón nunca lo hemos tenido. Vivimos al día sin ahorros, y sinceramente eso me ahoga, me ahoga en la desesperación.

Y hoy una persona me dice: ¿Para cuando un hermanit@ para tu peque? y ahí me he desmoronado. Siempre he querido tener más de un hijo. Soy hija única  y no quería eso para mi peque. Quería que se criara con otro peque en casa, teniendo esos momentos de complicidad, de peleas, de amor infinito... pero se desmorona, ese sueño se va por la taza del váter cada vez que pienso en nuestra situación. 

Llega un momento en la vida, en que no puedes más y ese momento, para mi ha llegado hoy. Quiero bajarme de la vida. Quiero decir, ya basta!!! 

Todo esto lo escribí con lágrimas en los ojos, pensando en lo mal que me sentía. Normalmente esto lo escribo en un diario, pero aquel día, tenía el móvil cerca y lo escribí aquí. Lo dejé y hoy lo he releído. Sigo estando bastante tocada. Sinceramente no sé por dónde vamos a seguir, no sé qué va a pasar con nosotros, pienso en darle un techo y comida a nuestra hija y quiero por todos los medios que así sea, pero no veo cómo terminará esto. A veces me levanto con un nubarrón en la cabeza, pero al cabo de un par de días ese nubarrón escampa y me deja durante una temporada. Parece que esta vez ha venido para quedarse y tengo miedo, mucho miedo. Necesitaba soltarlo, necesitaba escribirlo, necesitaba que alguien lo leyera. No por los mensajes de ánimo que puedan suscitar, si no simplemente porque necesitaba que mucha gente supiera por lo que estamos pasando.

Así que a todos aquellos posibles amigos que me leen. Si no quedamos con vosotros, no es por falta de ganas, si no por falta de dinero. Hoy por hoy es lo que nos toca vivir. Y lo peor es sentir esa sensación de impotencia. Soy de las pocas personas, por no decir la única (excepto su madre) que conoce a mi medio limón. Él parece fuerte, parece que no le importe nada y que es feliz, pero no. No lo es. Sé cómo lo está pasando, sé cómo se está sintiendo y yo tengo que ser la fuerte, pero no puedo y pienso, muchas veces que le estoy fallando al no serlo, porque necesita alguien que le diga: Venga, que no pasa nada, algo saldrá. Pero es que no puedo y es el pez que se muerde la cola, me siento peor y peor y peor.  

miércoles, 5 de julio de 2017

CON LAS ETIQUETAS PETIT-FERNAND YA NO SE PERDERÁ NADA

Pues sí, he vuelto a repetir. Ya sabéis que cuando algo me gusta y sobretodo cuando algo tiene la calidad que uno espera, no hay nada mejor que volver a confiar y eso es lo que he hecho con Petit-Fernand.

Además, cuál ha sido mi sorpresa, cuando he entrado en su página web y he visto sus nuevos diseños, colores, letras, ... La otra vez, escogí etiquetas termoadhesivas y adhesivas para ropa y etiquetas para marcar botes. Esta vez me he aventurado con algunas nuevas. 

He repetido en cuanto a las etiquetas autoadhesivas personalizadas: con el nombre de la peque, para la ropa del curso que viene, que como ahora ya no va con uniforme, tendré que marcar mucha de ella. 


También he escogido las etiquetas para zapatos y es que me parecen lo más. Hoy día que todos los niños tienen de todo y encima muchos tienen lo mismo, no hay nada mejor que etiquetar hasta las braguitas, así que con los zapatos lo mismo.

Por último he escogido unas etiquetas adhesivas de 4 líneas para diferentes objetos. Sobre todo lo he hecho pensando en cosas como: La nueva mochila del cole, la bolsa con las mudas de ropa para los primeros días, por si acaso y la maleta para este verano, porque sí.

El gran problema, para mi, es que entrar en la página web de Petit-Fernand hace que quiera comprarlo TODO!!! el diseño de la página es muy intuitivo y te deja ver todo en un click. Y como no solo de etiquetas vive el hombre, debo decir que tienen otros productos que me tienen enamorada. Ya lo dije la otra vez, solo que estoy esperando a que la peque sea algo más mayor para poder comprar la fiambrera y la cantimplora.... aixx, me tienen IN LOVE y quiero que cuando se vaya a su primera excursión tenga todas sus cositas preparadas!! 😂😂😂

Algunas etiquetas termoadhesivas, de la otra vez, se quedaron en el tintero, pero las tengo a buen recaudo, me van genial para ahora el verano. Al irnos al pueblo y utilizar una lavadora para 10 personas, pues va genial para que nadie me diga: aixxx, esto es de tu hija o de la mía. Solo tengo que decir, mira la etiqueta y luego esa misma ropa con su etiqueta ya está lista para el cole. Lo único que me echa para atrás es lo de siempre... PLANCHAR!!! peeeero, por suerte, son fáciles de colocar y quedan taaan bonitas. Además son etiquetas para toda la vida, ya no hay quien las quite.

¿Y conocéis los packs prácticos? Está muy bien pensado. Ahora para el verano está el pack campamento. También tienes el de guardería y el Escolar. Yo esta vez no necesitaba tantas etiquetas, así que las cogí sueltas, pero si quieres hacerte con un pack para que tu hijo esté etiquetado en todo (ropa, zapatos, utensilios, libros,...) solo entra en la página y haz click en: pack prácticos, creo que te gustará. Y encima todo a conjunto con el dibujo que escojas, esto va fenomenal para los peques, ya que si no saben leer ellos saben cuáles son sus cosas mirando el dibujo. 
Me acuerdo que este año para la colchoneta que utiliza para la siesta, le puse una de las etiquetas que teníamos en casa con sus colores divertidos y sus dibujos, ella no sabía que ponía su nombre, pero sí sabía que aquella colchoneta era la suya, porque era la única con un dibujo y unos colores divertidos.

El pedido te llega por correo. Así que unos dias después de hacer el pedido tendrás una sorpresa en el buzón. Vienen todas las etiquetas en un librito junto a las instrucciones y unas etiquetas divertidas de animales, objetos que los peques querrán pegar en sus libretas u objetos para poderlos enseñar a todos.