martes, 31 de julio de 2018

¿TE PUEDE DEJAR UNA MARCA TIRADA?

Pfff, no sé ni por donde empezar.

Todo bloguer que se precie ha hecho una u otra colaboración y sí, yo he hecho ya unas cuantas y no me escondo de ello. Al contrario, me encanta que las marcas me contacten y me digan si quiero promocionar un producto. Pero tampoco soy de las que se quedan esperando, también soy de las que escriben a las marcas que me gustan y van acorde a mi filosofía de vida, por si desean colaborar conmigo.

Antes de una colaboración siempre busco información de dicha empresa. Productos que tienen, si me gusta, no me gusta. Trayectoria. Si han colaborado con otros bloguers... Y desde que hago colaboraciones no he tenido ningún problema con ninguna, todas han cumplido su parte del pacto y yo he cumplido la mía y si alguna marca está descontenta conmigo, después de haber colaborado juntas, que por favor, me lo haga saber.

Como digo, las colaboraciones entre marcas y bloguers es de lo más normal y la persona que diga lo contrario es porque no ha hecho ninguna. Estas colaboraciones suelen ser que te regalen el producto para que lo pruebes y algunas de las marcas, además te ofrecen el mismo producto para que hagas un sorteo. Lo único que piden es que se le sigan por una RRSS o que digan qué modelo o regalo les gustaría. 

Sabéis que precisamente, ahora mismo estoy de sorteo con una marca de etiquetas para ropa y objetos. Sigo desde hace tiempo la marca y contacté con ellos y de buenas a primera me dijeron que sí a la colaboración y yo super contenta. Por supuesto es una cosita para la peque y otro paquete para sortear. 

A la gente nos encanta los sorteos. Yo soy de las que se apuntan a todos los que pueden y sobre todo cuando son cosas bonitas (el otro día me apunté a una sesión de fotos desde IG, pero mala suerte, no me tocó) o cosas útiles (como una silla de coche).

No soy para nada una influencer... yo siempre me denomino mediobloguer (mierderbloguer para los amigos). No pertenezco a la élite que tiene miles de visitas al día, pero tampoco me puedo quejar. 

Como he dicho antes, siempre que quiero colaborar con una marca, hago un poco de trabajo detectivesco y pensé que todos los bloguers, como yo, harían lo mismo para no llevarse un susto o que les estafaran.

Hace unas semanas, una bloguer que conozco por RRSS anunció que estaba de sorteo. Nada más y nada menos, que una silla para el coche del grupo 2-3. ¿Sabéis el precio de las sillas? No hace falta que os diga que me apunté sin pensarlo. Poder optar por algo tan útil, necesario y que nos hace tanta falta, pues sí, ni me lo pensé.

Muchos de los que me seguís,  sabéis que mi economía familiar no es nada buena. No soy de las que llora por RRSS, aunque sé que la pena vende, ni cuenta sus penas, pero hemos pasado y estamos pasando por una racha muy dura. Las personas que lo saben son todo corazón y siempre me han ofrecido todo lo que han podido y más (gracias mis piñas). 

Así que imaginaros que se ponen en contacto y os dicen que sois los ganadores de la silla, PERO, sí,  mecagüen, hay un pero, tengo que pasar mi dirección ese mismo día para el envío, porque esa será la última colaboración que harán, porque según explican,  la empresa ha quebrado.

Aguanto la respiración, paso mis datos personales y cruzo los dedos. La silla es nuestra. 150€, mínimo, que me ahorro. Así que... feliz y contenta se lo explico a mi medio limón y a mis padres, con una sonrisa de oreja a oreja.

Que pena que esa felicidad no durara ni 24 horas. Al dia siguiente, la persona que hizo el sorteo se pone en contacto conmigo, despues de mails para arriba, mails para abajo. Dicen la verdad  NO MANDAMOS LA SILLA. Además no iban a mandar la silla que sortearon en un principio, mandaban otra de más baja calidad. 

Gracias (tono irónico total) a sillasdepaseo.es por ser unos estafadores. Por jugar así con una bloguer y sus seguidores. Espero que sea verdad lo de la quiebra, porque la página sigue activa y seguís vendiendo. Que por cierto, podríais enviar una de esas sillas que tenéis, aunque le digáis a la otra persona que no os quedan. 
Sinceramente, no es mi problema que no os quede ese modelo. Me envías uno de la misma categoría o superior, si no, no haber aceptado la colaboración. Lo sabíais, teníais que tenerla apartada y lista para un envío y no, no lo hicisteis. Jugasteis de mala manera con todos los que participamos.

Los bloguers tenemos que vender nuestra marca y esa marca somos nosotros mismos. Nosotros vivimos de nuestra reputación y nuestro trabajo diario, tanto en RRSS como en el blog. Así que esto puede hacer que una bloguer con una buena trayectoria quede como el fango y todo por unos impresentables.

Marta, de mujerymadrehoy me pidió mil disculpas. Se lo agradezco. Agradezco que hablara con la marca, que se moviera y que intentara por todos los medios enviarme la silla. También pienso que yo, en su caso, habría hecho lo mismo.
La marca le ha dejado con el culo al aire. Sorteó una silla y después de dar el ganador y avisar a la persona, se queda con las manos vacías y dando la cara.
Ella misma me avisó que estaba en contacto con otras personas para intentar darme algo y que no me quedara con las manos vacías.
¿Os soy sincera? No esperaba una silla, aunque hubiera estado genial. Pero sí me esperaba algo equivalente al precio y a la utilidad.
Y por ello, porque se ha movido, porque la he notado preocupada, porque ha hablado con otras marcas, decidí no hacer leña del árbol caído y le di las gracias por moverse y no le exigí que me diera el premio que había sorteado, aunque estuviera en todo mi derecho, ya que según la lectura de las bases, entiendo que la organizadora podría cambiar el precio, pero no por algo tan inferior.
Supongo que si algo así me pasara a mi, me gustaría encontrarme con alguien que lo entendiera y no tirara a la yugular.

Así que cuando me mandó el mail, ayer, para decirme que definitivamente la marca no me mandaba nada, pero que por suerte otra marca me regalaba una oruga xilófono, rechacé el premio.
Puede que algunas personas me digan... pero, ¿por qué? Primero por la decepción. Segundo, porque Carlota tiene dos xilófonos, instrumentos de percusion, un piano y un violín, que aunque sean de juguete, hacen su función y ella encantada. Además lo siento, pero esa oruga la veo para un bebé,  no para una niña de 4 años.

Y todo esto me ha hecho pensar. Me ha hecho pensar en las marcas, en como algunas intentan colarle a los bloguers cosas que no son. Pienso en que las personas de esta marca son unos sinvergüenzas que querían una publicidad durante unos dias, ya que el sorteo les da notoriedad y aunque la bloguer también se beneficia de esa notoriedad y puede subir los seguidores, es la misma que luego da la cara y queda fatal delante de esos  seguidroes, nuevos y los de siempre. La marca se limpia las manos porque ellos no tienen que hacer nada.

**Debo comentaros que esta mañana, Marta ha vuelto a contactar para decirme lo mucho que siente todo lo que ha pasado y que finalmente, ella, viendo que no era justo, ha comprado una silla, de su propio bolsillo y me la envía. 
Da pena que finalmente, la bloguer tenga que hacer esto, porque una marca no tenga la decencia de seguir con la colaboración, alegando su quiebra (que aunque sea cierta, no creo que fuera de la noche al día).

Así que amig@s blogueros, antes de un sorteo investigad bien la marca. Recordad que está en juego vuestra reputación.

Y a vosotras, marcas colaboradoras fraudulentas, espero qeu se os atraganten los nuevos seguidores, el karma es muy travieso.

jueves, 26 de julio de 2018

PREPARADOS PARA LA VUELTA AL COLE. STIKETS TE LO PONE FÁCIL

Hoy vengo con una entrada que me encanta y es que cuando hago colaboraciones que me parecen útiles, soy feliz. Por mi y por mis seguidores, que aunque sois pocos os adoro porque siempre estáis a mi lado.

Os creeis que aún queda mucho para el cole. ¡Cole! que dice esta loca! Pero si todavía no hemos hecho las maletas para irnos de vacaciones... ¿Co-le? Ya tengo ganas de que empiecen, pero todavía quedan 1000 semanas.

Pues no! estáis muy equivocadas. El nuevo curso escolar está a la vuelta de la esquina y no sé en vuestros coles o guarderías, pero en el cole de la peque nos insisten siempre en LA IMPORTANCIA DE MARCAR LA ROPA y objetos de los niños para que nada se pierda y todo vuelva a casa. Y con Stikets tiene una solución fácil y bonita para tenerlo todo a punto.

Ya sabéis que en casa hemos utilizado otras marcas para marcar ropa. No solo de etiquetas, también de sello y aunque éste es muy útil, como las etiquetas no veo nada mejor, porque cuando una superficie es oscura, cómo le pones el sello si la tinta es negra?? llamarme tonta, pero es la única tinta que tengo.

Ahora stikets nos presenta muchos más diseños para personalizar las etiquetas (termoadhesivas, adhesivas,...) Nuevos icono y combinaciones de colores y texturas de fondo. Como a la peque le encanta el color azul no lo he dudado y nosotros nos hemos cogido la gama de azules con una letra diferente y con una rana como mascota (ya que la peque todavía no sabe leer, saber que sus etiquetas son azules y llevan una rana le ayudan mucho a identificarlas).

Además de estas novedades, stikets te regala un 7% de descuento en tu pedido para que puedas probarlo todo. Para ello, solo tienes que poner el código de descuento COLE2018 en la cesta de la compra. 

Las etiquetas termoadhesivas para ropa Stikets son permanentes (y encima de diferentes tamaños: minis, pequeñas, medianas y grandes). Se planchan en 10 segundos. No llevan cola, si no que se integran en la ropa con el calor. Así que no tendremos problemas de perderlas en la lavadora. Pero si eres de las mías, que no te gusta sacar la plancha, también tienes la opción de las etiquetas adhesivas para ropa. Simplemente las pegas en la etiqueta del fabricante y aguantan varios lavados.

Tienes la opción de coger solo etiquetas, pero para mi, una de las cosas que más me han gustado de la web son los packs con varias cosas y al final hemos caído. Nosotros tenemos el pack pulsera, donde nos viene:
  •  48 etiquetas para ropa termoadhesivas pequeñas (24 gratis)
  • 84 etiquetas adhesivas para objetos (36 minis, 24 pequeñas, 20 medianas y 4 grandes)
  • 8 etiquetas para zapatos (4x2) (y quien piense que esto no es útil, es que no ha tenido el problema de tener una niña que se los quita siempre y termina con uno de cada color)
  • 2 chapas para mochilas
  • 3 pulseras identificativas (ya estoy pensando en las vacaciones y en los campamentos. Nunca está de más que la lleven)
MÁS NOVEDADES EN STIKETS:
Cintas para colgar las chaquetas o las batas (seguro que las probamos). El año pasado ya nos pidieron que se las pusiéramos a algunas chaquetas y tuve problemas para que aguantaran, ni siquiera, un par de meses. Las cintas para colgar de stikets son muy prácticas, las personalizas, como el resto de cosas que nos presentan y no tienes que coserlas, solo con un par de clicks están puestas. Igual que existe el pack de pulseras, tienes el pack para cintas de colgar, y encima si coges el pack tienes un ahorro considerable, que si lo compras todo por separado.
Parches bordados. ME HE ENAMORADO. Y lo mejor de todo es que estos parches no se tienen que coser!!! Son diseños 100% originales de stikets, puedes usarlos para cubrir o reparar agujeros en la ropa, pero también porque te gustan y quieres darle un aire más cañero. La peque en cuanto vio la del piratilla ya me dijo... ¿me la vas a regalar? 
Código QR en las chapas identificativas. Esto ayuda a la localización de las maletas o bolsas donde hayas puesto las chapas. La persona que encuentre el objeto se puede poner en contacto con Stikets y estos, podrán avisar a la persona que lo ha perdido y se encargará de enviar un transportista para recogerlo y llevarlo donde quieras. 
Packaging más ecológico.  Han reducido en un 97% el uso de plástico y minimizar el impacto de nuestro entorno. Así que además de recibir las etiquetas en una carpeta para guardarlas de manera más práctica, ayudan al ecosistema.




Y  ahora la SORPRESA:



¡¡¡¡SORTEO LOTE ETIQUETAS!!!!

No os podéis quejar. Os traigo un sorteo aquí, en el blog y va a ser super sencillo. No os preocupéis que no voy a pedir sangre de Unicornio! 
Solo un mensaje en esta entrada diciendo:
  • Poner la palabra: PARTICIPO
  • Indicar el diseño que escogeríais si os toca
¡No me digáis que no es sencillo! 

¿Te lo vas a perder? Tenéis tiempo desde hoy 26 de julio, hasta el viernes 3 de agosto. El viernes por la noche, a las 23.59 se cerrará el sorteo y el sábado haré el sorteo con la web SORTEA2. Podréis ver el vídeo directo en mi instagram y pondré aquí al ganador.

MUCHA SUERTE A TODOS!


EDITADO:

Ganadora del sorteo: SANDRA HERNÁNDEZ VALLÈS. Muchas felicidades!!! tienes 24 horas para ponerte en contacto conmigo 

martes, 24 de julio de 2018

NIÑAS CON CARÁCTER. ¿PROBLEMA PARA ALGUNOS ADULTOS?

Os he hablado mil veces de mi peque. Es una niña con un carácter muy marcado y desde que era un bebé ya empezó a imponer sus "reglas" y sobre todo, su tiempo para hacer las cosas.

Mi medio limón y yo, como padres, la guiamos y la acompañamos, pero no somos de esos padres que se imponen. SI, EN MI CASA HAY REGLAS. Pero una cosa son las reglas y otra cosa es imponerse en todo lo que hace tu hij@.

Recuerdo cuando era pequeña. Mis padres eran muy jóvenes (me tuvieron con 19 años) y además estaban solos. Digo solos, porque no estaban sus padres. Ellos estaban en Barcelona, donde se habían conocido y donde tenían sus trabajos. Mientras que mis abuelos estaban en sus respectivos pueblos de León y Ourense. Mi madre siempre dice que el día que se puso de parto, no podía dejar de pensar en su madre y en la falta que le hacía. Supongo que por ello, siempre ha sido EXTRAprotectora conmigo y todo lo que he hecho siempre la he tenido encima como un halcón.

Nosotros podemos ser protectores, pero dejamos mucha libertad de movimiento y sobre todo de pensamiento a nuestra hija. Así que ella, con cuatro años elige muchas cosas de su día a día. Por supuesto que tenemos problemas, porque cuando no puede elegir la cena que le gustaría, entonces DRAMA, pero pensamos que no lo estamos haciendo del todo mal, ya que estamos enseñando a una niña a ser autosuficiente, tener su carácter, tener su opinión y que luche por ella.

Y ahora es cuando llega nuestro "problema" (lo pongo entre comillas porque de problema ninguno, el problema lo tienen los demás), la gente que siempre tiene que decir la suya.

He hablado en este blog mil millones de veces, que nuestro mantra es VIVE Y DEJA VIVIR. He hablado, otras mil millones de veces de que la gente siempre tiene que meterse en las vidas ajenas, suponemos que las suyas son muy aburridas. Siempre saben más que nosotros, siempre lo estamos haciendo pésimamente y claro, ha llegado un momento en esta vida en la que mi medio limón y sobre todo yo hemos dicho: BASTA.

Hasta ahora me callaba muchas, cuando alguien decía la suya: aún le das el pecho; qué duerme con vosotros??? no la sacaréis nunca de ahí; que todavía no camina, pero si tiene casi dos años; que la coges en brazos... así es normal que no camine; todavía no le has quitado el pañal... yo me callaba o contestaba de manera, políticamente correcta.

¿Os suenan estas frases? Que levanta la mano toda aquella madre que haya oído todo esto y si hay algún padre en la sala y quiere también, que lo haga. Somos muchos, casi todos, porque ahí están ellos, los que no tienen vida y por eso se meten en las ajenas.

Ahora contesto como me sale y, muchas veces, no es lo políticamente correcto, pero que a gusto me quedo. 

Ahora nos toca con el pelo y la ropa. 


Como he dicho antes, mi hija toma sus propias decisiones y desde hace más de un año, ella elige, sí o sí su ropa. Para su padre perfecto, así no piensa qué debe ponerle cada mañana. Y ella contentísima, porque así puede ir con camiseta y pantalones. Sí, como lo leéis, una niña que quiere ir siempre con camisetas (de colores azules o rojas, con superheroes, minions o algún personaje masculino que le guste), con pantalones vaqueros o de chandal (ahora con los shorts, va la mar de cómoda) y con sus bambas. Pocas veces se pone chanclas. No le gustan los vestidos, dice que no está cómoda. Ha llegado a un acuerdo conmigo y es que de lunes a viernes elige lo que se pone y nosotros no le decimos nada, pero el sábado o domingo, si salimos por ahí, mami le pone tres opciones y tiene que elegir, normalmente está la opción del pantalón, aunque a veces le saco los vestidos o las faldas y cambio el tipo de camiseta. Dejamos los superheroes y nos ponemos camisetas con letras, otros colores,... 

A esto le sumamos que ahora se ha cortado el pelo. Sí, hace un mes me corté el pelo, el calor era insoportable y decidí cortármelo corto. Y desde ese momento mi hija me dijo: yo quiero el pelo como tu. Al principio me negué, pero porque pensé que solo quería imitar a mamá (que en cierta manera así es), pero pronto nos dimos cuenta de lo necesario que era para ella cortarse el pelo. Tiene demasiada cantidad, es gordo y el calor que estamos pasando hacía que se rascara mucho la cabeza, porque le sudaba el cuero cabelludo. Así que una semana más tarde, estábamos en la pelu para cortarle el pelo. Está preciosa y si no, juzgar vosotros mismos.


Desde que se ha cortado el pelo tenemos que aguantar los nuevos comentarios. Pero que niño tan alto. Pero que niño tan travieso. Pero que niño tan despierto. Pero que niño...

A lo que siempre respondemos... es niña. Y la gente se sorprende. De verdad??!!!  No lo llego a entender. ¿De qué se sorprenden? Sí, es una niña y lleva el pelo corto. Algunas personas se sorprenden, pero intentan disimular diciendo algo como... pero que guapa estás. (Ya no hablo de los comentarios micromachistas, porque cuando es niño es travieso, despierto, alto,... y cuando es niña, es guapa). Pero otros me miran y me dicen... pero por qué le has cortado el pelo? Y sí, alguna vez me han dado ganas de responder, PORQUE ME DA LA GANA. Pero no lo hago, por respeto, por no liarla, o porque me pillan de buenas. Pero sí he contestado cosas como... ¿y por qué no? Y sí, me han respondido el... es una niña, está más guapa con el pelo largo. Y claro la confundo con un niño porque va con camiseta de niño (porque es azul y lleva a Chase, Marshall y Rubbel, de la Patrulla Canina) o porque no va con vestido, o porque está jugando a futbol. 

Creo que hay adultos que tienen verdaderos problemas. Supongo que a ellos, de pequeños, los tuvieron (tal y como dicen) atados en corto y por eso, ahora no entienden que nosotros dejemos que una niña de 4 años, tome decisiones, como el qué ponerse, cómo peinarse y algunas cosas más. 

Pienso sinceramente, que lo que estamos logrando, nosotros como padres, es que nuestra hija no tema tomar decisiones, que sea una persona fuerte y capaz de saber que cada decisión que tome le llevará a una consecuencia lógica, le guste o no y que la frustración que pueda sentir, sepa cómo manejarla. 

Parece ser que las niñas no pueden llevar el pelo corto. No pueden decidir llevar camisetas de colores como el azul o el rojo, porque es monopolio de los chicos. No puede jugar a la pelota a escalar o simplemente jugar como el resto y mancharse. Sí, dejo que mi hija se manche. Sí, dejo


que mi hija experimente. Sí, dejo que mi hija salte en un charco, aunque a veces no ha llevado las botas. Sí, yo también lo he hecho y nos hemos reído mucho. 


No. No te consiento que sigas metiéndote en mi vida. No, no dejo que intentes hacer creer a mi hija que está equivocada o que toma una mala decisión si no se pone un vestido o no lleva el pelo largo. 
 

jueves, 19 de julio de 2018

VIAJAR CON NIÑOS ¡QUE LOCURA!

Siempre he sido una persona muy organizada. Me gusta tenerlo todo bajo control y no dejar muchas cosas al azar, porque me hacen sentir insegura. 

Así que me encantan las listas. No sé si habéis visto las chicas Gilmore, pero en eso me parezco a Rory. 



Así que cuando me iba de viaje, siempre hacía mi lista mental de todo lo que tenía que llevar. Ahora hago dos listas, una con lo que necesito sí o sí para mi y otra con las cosas de la peque. Por supuesto hay una tercera lista, las cositas en general que todo necesitaremos. 

Organizarse cuando ya eres madre es más difícil y muchas veces me pilla el tren. Para irnos de vacaciones siempre intento ser mucho más previsora.

Ya vistéis en su día mi post de imprescindibles para el verano, aquí. Uno de esos imprescindibles, por supuesto, es la maleta de la peque. Nosotros, en su día, apostamos por la maleta TRUNKI y sinceramente ¡QUE GRAN ACIERTO!. Al ser verano, casi toda su ropita me cabe en la maleta. Los zapatos los metemos junto con los nuestros en nuestra maleta y así ella puede llevar su propia maleta. 

Pero teníamos una asignatura pendiente, una buena mochila donde pudiese llevarse todos aquellos muñecos o juguetes que se quisiera llevar en sus vacaciones y esta vez hemos vuelto a apostar por la misma marca y aprovechando su cumpleaños, mami le regaló una preciosa mochila en forma de tortuga, que no le falta detalle y encima es grande para que pueda llevar todo aquello que quiera.

Nosotros, cada año, para nuestras vacaciones, nos escapamos unos días al pueblo. Los que me leéis lo sabéis bien, porque siempre os hablo de estos sitios y hace poco os escribí el post de imprescindibles para unas vacaciones en el pueblo

Mi familia suele viajar en coche, pero mi medio limón y yo, nos resistimos a hacer 10 horas de coche seguidas, para llegar a la otra punta del país. Sobre todo teniendo la suerte de tener un tren con el que puedes viajar mientras duermes y amaneces en tu destino descansada. 

Pero para viajar con niños a cualquier sitio siempre tenemos que ir preparados y si además lo haces con un  transporte ajeno al tuyo, debes pensar en todo lo que debes llevar como por ejemplo:

CARRO O PORTEADOR

Sinceramente, yo abogo por el porteador por varias razones. Una de ellas es que ocupa poco. Tienes diferentes posibilidades de porteador: mochila, fular elástico, fular tejido, fular con anillas, bandolera, mei-thai,... Y es que todas son perfectas, siempre que nos hagan la vida más fácil. 

Soy de porteador, porque te deja las manos libres y si tienes que ir al aeropuerto o a la estación de tren, con un niño pequeño, con una o dos maletas, con un bolso, los billetes,... Es mejor tenerlo todo bien cogido y si el peque lo llevas encima, eso que te ahorras.


Hace un par de años, la peque y yo nos fuimos solas en el tren. Mi medio limón tenía que quedarse a trabajar, pero yo quería desconexión para recargar pilas, y sentía que necesitaba viajar al pueblo y quedarme unos días sin cobertura. Con toda la pena de nuestro corazón nos separamos esa semana (la primera vez, desde que nos conocemos). Así que nos acompañó hasta la estación pero allí, adiós y me encontré yo sola con: una maleta mediana, para mi, una maleta trunki para la peque, un bolso, una bolsa donde iba la cena para las dos y la peque. Así que sin pensarlo, la peque a la mochila, me puse a hacer cola, con las maletas, el bolso y la bolsa y super bien. No tan bien subir al tren con todo, porque no tuve ningún alma caritativa que me ayudara, mas bien se quedaban mirando para ver cómo me las apañaba. En fin....

Así que sí, soy de porteador. Porque si se pone nerviosa, al porteador para estar cerca de mami o papi. Porque si tenemos que viajar, vamos más rápidos si ella está encima nuestro. Porque si se cansa por el camino, te la pones en la mochila y sigues el camino. Y así mil cosas más.

Mis padres no son de portear, así que ellos sí que se llevaron un carro, que dejaron en el pueblo para cuando fuéramos. Creo que la peque lo ha utilizado una sola vez.

TRONA PORTÁTIL ¿SI O NO?

Para mi, un rotundo, SÍ. A nosotros nos regalaron una trona portátil que se convierte en bolso, con lo que es muy fácil de llevar. Además, tiene un compartimento, debajo del asiento del peque, donde puedes guardar ciertas cosas como cubiertos, bebida, incluso algún potito cuando es pequeño. 

A nosotros la trona portátil nos ha sacado de mil apuros, sobre todo, el de tener que elegir comer por tandas, primero uno y luego el otro, mientras que el que no come está con la peque. O comer juntos, pero ella sentada en el regazo de uno de nosotros, que termino siendo siempre yo, y por consiguiente termino casi sin comer.

En algunos restaurantes tienen la típica trona de IKEA, fácil de manejar y no hay muchos problemas. Pero hay otros que no tienen. Y cuando hablo de restaurantes, también hablo de hoteles. O solo tienen una y está cogida. Por lo que nosotros, siempre que hemos viajado, la hemos llevado con nosotros y perfecto.

Hoy día que la peque ya come en la silla, como mucho si necesita un alzador se lo ponemos, pero ella misma se sienta de manera que pueda llegar perfectamente a la mesa.

¿CUNA DE VIAJE O COLECHO?

Bueno, los que me leéis, sabéis que nosotros hemos sido de colecho. Un trasto menos con el que viajar y siempre hemos podido apañarnos bien.

Ya lo he dicho anteriormente, supongo que si fuésemos en coche sería diferente, pero al ir en tren o avión, prefiero llevar menos trastos y la cuna de viaje, para mi, es un graaaaaan trasto inútil pudiendo compartir la cama. 

Nos regalaron una, que nunca ha salido de casa. Cuando la peque era un bebé, la utilizábamos, a veces, a modo de parque, pero terminamos por desmontarla y dejarla preparada para otras ocasiones. Finalmente, como digo, algo que se ha quedado ahí pero que nunca hemos tenido que utilizar. 

Este año,que ya duerme en su habitación y en su propia cama, tenemos el problema de qué hacer con la cama donde dormirá en el pueblo. Es una cama grande, pero no tiene barrera y al final nos tocará a uno de los dos dormir con ella, para hacer de barrera y el otro dormir en otra habitación.

Aunque se me ha ocurrido la idea de... ¿por qué no coger el colchón de una cama que no se utiliza y ponerlo en el suelo de nuestra habitación para estar los tres juntos? Al fin y al cabo es lo que siempre se ha hecho.

¿Y vosotros? ¿Os vais con la casa a cuestas o preferís ir más a la aventura?

martes, 17 de julio de 2018

MAMI TU NO TE IRÁS AL CIELO. ¿VERDAD? CÓMO AFRONTAR LA MUERTE

Hay momentos en la maternidad que cuando llegan te dan una bofetada de las grandes. Para mi, uno de esos momentos en cuando empiezan a hacer "preguntas incómodas" para los adultos, porque no sabes cómo contestar.

Desde que nació la peque, mi medio limón y yo, nos prometimos no mentirle. Explicarle las cosas de manera que lo entendiera, pero nunca mentirle. Así que llegado el momento de las preguntas, hay ciertos momentos en los que piensas.... TIERRA TRÁGAME. Porque te pilla de sopetón, sin avisar y la pregunta no es qué tiempo va a hacer hoy. Noooooo. Las preguntas se las traen.

Hace poco más de un mes, el padre de una gran amiga murió. Mi medio limón y yo, sin pensarlo, nos fuimos para estar al lado de la familia, pero sobre todo al lado de ella. La peque se quedó con mis padres para poder facilitarnos el momento de estar con ellos. 
Fue una tarde triste, pero era necesario estar a su lado. Éramos muy pocos durante el velatorio, menos en la misa y casi ninguno en el entierro. Así que cuando acabó todo y nos quedamos solos con ella y su pareja. Ella me abrazó y me dijo entre lágrimas: Me he quedado sola.


Eso no es así. No está sola. Pero entiendo perfectamente a qué se refiere y una parte de mi niñez reapareció con aquellas palabras.

Soy hija única. Y recuerdo que cuando era pequeña, pasé una temporada sintiendo miedo a que mis padres se murieran y yo me quedara sola. Sí, tengo familia. Pero no tendría a mis padres. Ellos, el faro que siempre me guía, no estarían para mi. 

Y ahora os voy a contar algo, y puede que suene egoísta, pero una de las cosas que siempre pedía era tener un hermano, porque así, si a ellos les pasaba algo, yo no me sentiría tan sola en este mundo. Cuando mi madre se quedó embarazada, yo entraba en la adolescencia y fue un regalo enorme. Pero el destino hizo que no naciera mi hermano, ya que a los 5 meses y medio lo perdió. Ya os expliqué cómo lo pasé, en este post.

No sé si es porque eran otros tiempos o es que mis padres nunca le han dado importancia, pero cuando se lo comenté, me dijeron simplemente que no me preocupara que a ellos no les iba a pasar nada. Pero y si....

Ese y si.... no me dejaba tranquila y cuando ella me dijo eso, recordé esos momentos en que la soledad me daba miedo e irremediablemente pensé en Carlota. Tardé treinta segundos en reaccionar y entonces decirle: No puedo ni imaginarme como te sientes. Sé porque lo dices, y sé que ahora nada te consolará, pero no estás sola. Tu misma has creado una familia. Tienes a tu pareja. A tu hija. A nosotros. Sí, no somos familia de sangre, pero estamos ahí para lo bueno y para lo malo.


Unos días más tarde, en la iglesia del barrio se hizo una misa en recuerdo de su padre. Esta vez acudimos todos. Mis padres, mi medio limón, la niña y yo. Casi cuatro años tenía en aquel momento. Así que os podéis imaginar que las preguntas se agolpan en su mente y las suelta sin pensar. ¿Dónde vamos? ¿Y por qué vamos? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué tenemos que estar callados? ¿Qué le pasa a tu amiga? ¿Por qué está triste?

Estas y muchas más fueron sus preguntas. A las que su padre y yo intentamos contestar de la mejor manera posible. Le explicamos que el papá de nuestra amiga había muerto. Que eso pasaba, pero que no tenía que tener miedo. Le contamos que estábamos allí para acompañar a nuestra amiga, darle ánimos y sobre todo muchos abrazos y besos. 
Después de salir de la misa nos fuimos a casa y yo pensaba que seguiría con las  preguntas, pero no. Simplemente estuvimos hablando de porqué el cura llevaba ese vestido, por qué bebía de la copa y por qué él podía hablar con el micro, mientras ella tenía que estar callada.

Hace dos semanas, iba paseando, con otra gran amiga y la peque. Nos había cogido de las manos e íbamos las tres juntas. Pasamos por delante de la casa de la otra chica y entonces la peque se paró, me miró a los ojos y me dijo: Mami tu no te irás al cielo como el papá de tu amiga, ¿verdad?

Ahí estaba. La pregunta que yo me había esperado aquel día que preguntó por la muerte, pero que no hizo. Y justo, cuando tenía la guardia bajada, LA PREGUNTA

Siento pena al tener que hablar estas cosas con ella. Desgraciadamente no todo es de color de rosa (o en el caso de la peque de color azul o verde) y eso hace que tengamos que afrontar momentos muy duros. 

Mi amiga se quedó blanca con la pregunta. Yo, respiré hondo, me agaché para ponerme a su altura y le dije que al llegar a casa hablaríamos de ello.
Treinta minutos más tarde estábamos en casa. Aparentemente, ella se había olvidado de la pregunta, pues no había insistido. Pero yo la tenía ahí dentro, sin saber bien qué decirle.

Nos fuimos a jugar a su habitación y allí, entre coches y peluches, le dije si quería que habláramos sobre lo que había preguntado. Le pregunté por qué me había dicho eso, si tenía miedo. Me dijo que sí. 
 - Mama, tengo miedo a que te vayas al cielo. A que estés enferma y te mueras y yo no pueda verte más.

Con solo 4 años y me suelta esto. ¿Qué le dices? No te preocupes, mamá es una supermamá y nunca se pondrá enferma ni se morirá.

Sí, eso era lo que quería decirle. Pero no, me prometí que nunca la mentiría. Así que ahí estaba. Intentando explicarle todo esto. Le dije que lo más importante era disfrutar de nosotros siempre que ella quisiese. Que tanto mamá como papá no están enfermos y que se encuentran genial, pero que no quita que en un futuro eso pueda pasar. Le dije que siempre le diríamos la verdad y luego hablamos de la muerte en los más mayores. 

Desde ese día no ha vuelto a sacar el tema. Pero está muy insistente en ir al pueblo este verano porque quiere ver a su bisabuela. No sé si tendrá algo que ver, pero creo que sí. Creo que necesita verla y achucharla. Cantarle una canción y ver que está bien. 

Y vosotr@s. ¿Qué preguntas difíciles os han hecho los peques? ¿Os han preguntado por la muerte? ¿Cómo se lo habéis explicado?

jueves, 12 de julio de 2018

GUERRAS ENTRE MADRES. EL ENEMIGO ESTÁ EN CASA

Hoy vengo con un tema que me ronda la cabeza desde hace tiempo. Y es que desde el momento que me quedé embarazada entré en el mundo de las madres y vi cosas que no creía posibles.

Tonta de mi, pensaba que las madres, entre ellas, entre nosotras, se apoyaban (nos apoyábamos) de manera incondicional. Sí, soy muy happy o como dice mi medio limón demasiado buena, pero es que no podía creer que siempre estemos a la que saltamos.

Nosotras mismas, la mujeres, las madres, que deberíamos apoyarnos, deberíamos entender muchas de las cosas que otras madres están viviendo, tenemos el ego subido o una tontería máxima pero nos creemos Dios y que nuestra palabra es la única que cuenta, así que cuando vemos a una madre que no sigue nuestro ejemplo, que no sigue nuestra filosofía de maternidad, vamos a por ella como alma que tiene el Diablo.

Y yo os digo desde aquí... ¡¡¡¡¡¡BAAAAAASTAAAAAAA!!!!! 
Estoy muy harta. Harta de ver como nos criticamos entre nosotras. Harta de que siempre se diga una cosa y se predique con otra. Porque sí, todas estamos de acuerdo en una cosa, el tema del BULLYING a nuestros hijos. Todas tenemos miedo de que les hagan algo, de que sufran. Nos movilizamos y hablamos de ello. Somos las primeras en gritar que esto está mal. Pero... ¿no hacemos lo mismo cuando en las RRSS nos metemos con la gente que es diferente a nosotros? ¿no hacemos lo mismo cuando hacemos que otras personas agredan verbalmente a otras personas en nuestro nombre?

Creo que ya se ha hablado de esto. Pero debía desahogarme, porque además, este año, en el cole donde va la peque, he notado todo esto mucho más.

Soy madre trabajadora. Con un horario que hace incompatible que yo pueda llevar o recoger a mi hija. Así que este año se ha encargado papi de hacer estas cosas, por consiguiente, también es el papi el que está en el grupo de Whatsapp, pero cuando decidimos no participar en el regalo para la profesora (no estaba de acuerdo con el tipo de regalo, eso de regalar un fin de semana en pareja, me parece fatal. Una cosa es algo hecho por los niños y otra, esta guerra (que también las hay) de ver qué clase hace el mejor regalo), fue a mi a la que la delegada de la clase me llamó para recriminarme que éramos los únicos que no participábamos.

También he estado a la puerta del colegio, esperando para entrar y ver el típico corrillo de madre que cuchichean cuando ven a otra madre que nos les cae mal. Ya no os digo nada de los niños que ven esto, luego nos echamos las manos a la cabeza cuando nuestro hijo/hija viene a casa triste porque no le han invitado a un cumpleaños o a una fiesta de pijamas. Viene triste porque no han querido jugar con él o ella. Y mil cosas más. 

Y ya no digo nada por ver cuál es el mejor hijo. Es que mi hijo aprendió andar a los 10 meses. Es que mi hijo con dos años ya escribe su nombre. Es que mi hijo... y así todo, siempre una competición por saber cuál es mejor, el más rápido, el más listo y mil cosas más.
Mi hija no empezó a andar sola hasta los 22 meses. ¿sabéis la de veces que tuve que escuchar eso de...? Pues mi hijo aprendió a los 12 meses. ¿Seguro que no le pasa nada?
Y en el cole, las mamis tienen ese afán porque sus hijos hagan la mejor manualidad y al final, terminan siendo ellas las que las hacen. 

De verdad, pocas veces he visto que una madre, con ideas distintas a otra, la apoye 100% y al final te sorprendes, cuando eso es lo que debería ser siempre. 

Y en este caso hablo de la maternidad, pero las mujeres en general somos así. Nos atacamos entre nosotras, nos insultamos, nos criticamos, para hacer sentir a la otra persona inferior o peor consigo misma para sentirnos mejor. Sí, sé de lo que hablo porque me ha pasado. Sí, me han criticado como mujer, por varias razones, por mi peso, por mi edad, por mi pelo, po mi manera de vestir, por mi manera de ser, por lo que fuera. Sí, me han juzgado y criticado como madre. Pero sabéis qué pasa, que soy de las de: Conmigo métete, pero con mi hijo no y por ende, con mi maternidad tampoco. 

Nos estamos haciendo un flaco favor al machacarnos entre nosotras. ¿Qué más te da si una madre es proteta o probiberón? ¿Sabes por qué lo son? ¿Has escuchado o leído sus argumentos antes de criticar? La mayoría de veces, leemos un tweet o un comentario en facebook y directamente nos tiramos a decir lo primero que se nos pasa, sin pensar en ponernos en su lugar y ser un poco más empáticas. Y no solo pasa con la lactancia natural o artificial, también con el colecho, el porteo, la manera de vestir, de si una niña debe o no llevar pendientes,... Y es que pienso que nos estamos volviendo locas en todo esto.

VIVE Y DEJA VIVIR. Es mi lema y podéis preguntar a cualquier persona de mi entorno. Es lo mejor que puedes hacer. RESPETAR. Seguir haciendo lo que creas mejor para ti y tu familia y dejar de meterte en vidas ajenas.


Dejemos de ser nuestras peores enemigas y aunemos fuerzas para poder luchar contra lo que realmente importa. Dejemos de criticar a esa madre que va con un chándal a recoger a sus hijos. Dejemos de criticar a esa madre que está en un restaurante y su hijo tiene una pataleta. Dejemos de criticar a esa madre que ha decidido hacerle una fiesta de cumpleaños a su hijo con una mesa todo de dulces comprados. 

Por sinceramente, si en vez de criticar, nos ayudáramos más y nos sintiéramos más arropadas, muchas de esas mujeres que se sienten solas, desamparadas o piensan que la maternidad les está superando, podrían hablarlo libremente.

La semana pasada quedé con una gran amiga, que no es madre, para tomar un café. Conmigo se vino la peque, porque entre mi amiga y mi hija hay un amor tan bonito que me encanta verlo y sentirlo. Estábamos hablando porque no sabe si ser o no madre. Su vida le encanta y su pareja y ella nunca se lo habían planteado, pero ahora llega el momento, se lo plantean y no sabe si realmente lo desea. Y por ello, salió el tema de la maternidad y me dijo algo así como, que le encantan los niños, pero claro, que solo es un rato, no todo el día. Y yo, siendo sincera y estando con alguien que nunca me juzga, le dije. Pues sí, porque no es lo mismo un rato que todo el día. Porque la peque es cansina. Tiene una actividad que ya muchos quisieran, pero a mi, su madre, me agota. 
Ella sabe que adoro a mi hija y no me hizo falta justificarme al terminar la frase, diciendo, pero la adoro, la quiero mucho, es lo mejor del mundo. NO. Simplemente le dije lo que pensaba y es cuando ella me dijo: me gusta que no te justifiques conmigo, porque mira que está mal visto que una madre se queje de su maternidad.

Pues sí, está mal visto. Y es así, por una simple razón. Nosotras, las otras madres, que no dejamos que las demás se quejen, porque la maternidad es ideal o no, pero no podemos decir lo que pensamos, porque nos tirarán piedras. 

Todo eso me hizo reflexionar y decidir escribir este post. Aquí en mi rincón, en Mami Reciente Cuenta, siempre tendrás un sitio donde desahogarte, donde no se te juzgará y se te respetará, podrás decir lo que piensas, aunque sea diferente a mi pensamiento, pero SIEMPRE, desde el respeto, porque sí, quiero poner mi granito de arena y ser de esas mujeres que apoyan a otras mujeres, que no piensan mal, que no critican por criticar y es que mi vida es mucho más feliz sin esta rabia tan negativa.

martes, 10 de julio de 2018

LISTA DE IMPRESCINDIBLES PARA UNAS VACACIONES EN EL PUEBLO

El año pasado, más o menos, por estas fechas, os escribí un post sobre los imprescindibles, en mi casa, para el verano, pero me he dado cuenta que es muy genérico y nuestras vacaciones se dividen en dos fases.

Fase uno: viajar todos juntos a las aldeas de mis padres. Tanto mi padre, como mi madre, nacieron en pequeñas aldeas del norte de España, por lo que tenemos la suerte de poder contar con un sitio, siempre que queremos, para escaparnos y relajarnos. 
El problema es que al tenerlos a 1000 kilómetros, no es una escapada que te puedas dar algún fin de semana. Así que, normalmente, solo los podemos disfrutar en verano. 
Ya os he hablado de ellos en alguna ocasión. Aquí, por ejemplo.

Fase dos: ir a la playa. Lo bueno de estar en la costa es que siempre te puedes escapar a la playa y pasar un día en familia, cerca del agua. Los días de playa, son para estar los tres solos. Nos quedamos en casa, pero cada día decidimos ir un rato a la playa y pasarlo bien. No somos de los que se pasan el día entero. Entre que yo tengo una piel muy sensible y a la mínima, por el sol, me salen ronchas y que mi marido no soporta las aglomeraciones que se forman en las playas. Somos de los que llegan a primera hora (08.30 más o menos) y nos vamos sobre las 11.30, cuando todos los locos por el sol están llegando con sus bártulos a la playa.
Y lo bueno de irnos a esa hora es que aprovechamos para dar un paseo, tomarnos algo fresquito, como un granizado o un batido y pasamos a ver a mis suegros por casa, ya que la peque siempre quiere ir con ellos.

Como veis, son unas semanas en las que sobre todo pensamos en el relax, el no tener horario, pero por encima de todo, queremos desconectar de la ciudad. Y por ello la primera fase siempre es desaparecer unos días en la montaña, en lugares mágicos que todavía existen y que da miedo que algún día desaparezcan. Pero siempre hay que ir preparados a estos sitios y por ello os dejo mis imprescindibles para irnos al pueblo:

1. Botiquín

Al ir a una aldea donde no hay médico, pasa una vez por semana. Y el sitio más cercano para ir a la consulta de un médico está a treinta minutos en coche. Necesitamos llevarnos todo lo que podamos necesitar en un botiquín. 

Por ello, nunca falta: 
vistas desde mi ventana en la casa familiar materna
Ibuprofeno 
Paracetamol (tanto para los adultos, como para la peque). 
Crema de camomila para quemaduras o roces. 
Crema solar factor alto, porque aunque os penséis que estando entre montañas no te quemas y el sol no hace el mismo daño a la piel, estáis equivocados.
Repelente de mosquitos (en spray, en roll-on, en pulseras y en todos los formatos que conozcamos). La peque y yo somos verdaderos imanes para los mosquitos y bichos varios y si no nos ponemos repelente, estamos perdidas.
Tiritas (tanto para las heridas, como rozaduras de zapatos).



2. Zapatos cómodos para ir por el pueblo.
Esto se traduce rápido. Bambas. Lo más cómodo que hay. Por supuesto que llevo zapatos con cuña, chanclas,... Pero son para ocasiones especiales, como bajar al pueblo, donde sí, hay carretera, aceras, tiendas, farmacias y hasta un pequeño hospital de provincia.

O cuando estamos en la fiesta, donde debes ponerte tus mejores galas, por la mañana para lucirlo por el pueblo y que todo el mundo te vea en la procesión. (Sí, se hace. Es lo más común. Todos con sus mejores galas, el día de la fiesta más importante del pueblo, donde se celebra una misa y una procesión, donde la gente saca a los santos de paseo para que les toque el sol, mientras se cantan canciones y la gente, en plena montaña va con zapatos de tacón, vestidos largos, cortos,... Y es que ese día, la gente se luce y mucho).

3. Ropa para cualquier ocasión.

La mayoría de la ropa que llevamos son, pantalones, vaqueros, camisetas y alguna chaquetilla de entretiempo. Esto es lo más cómodo y sobre todo, lo mejor para estar por allí. Pero eso no quita que te lleves algún vestido o alguna camisa.
alrededor de este santuario sacan a los santos y hacen la procesión

Realmente, esto de ropa para cualquier ocasión, tendría que ser, ropa para cualquier imprevisto. 

Tanto en León, como en Ourense, hace un sol de justicia y un calor bastante fuerte (lo bueno es que es un calor seco y puede ser más soportable, como mínimo para mi). Entonces, durante el día, los tirantes, pantalones cortos y bambas, son lo mejor que hay, pero cuando oscurece...

Eso ya es otra historia. Estamos en plena naturaleza, en el pico de una montaña. ¿Creéis que hace calor por la noche? Pues muchas veces no e incluso dormimos con una manta fina para poder taparnos. Así que para ir prevenidos y sabiendo que lo utilizaremos, siempre llevamos en nuestra maleta, alguna camiseta de manga larga, chaqueta más gruesa, incluso abrigos finos, pantalones largos, medias y pijama de manga larga.

4. Ropa de baño
Sí, también es un imprescindible en nuestra maleta. Porque estar en la montaña no significa que no puedas disfrutar de un día en remojo. 

Por supuesto que hay alguna que otra piscina. Pero no es lo único. Tenemos la suerte que cerca del pueblo de mi familia paterna tengamos un embalse. En este embalse, hay ciertas zonas que están preparadas y pensadas para disfrutar como si estuviéramos en una pequeña playa.

Así que siempre vienen con nosotros los bañadores. Al tener casa, las toallas ya las dejamos allí, año tras año.

5. juegos para pasar el rato 

Estamos en sitios donde la cobertura es casi nula. Algo que ayuda a esa desconexión que tanto hablamos, pero en la era digital, donde siempre estamos conectados y que siempre tenemos a mano el móvil o la tablet para pasar el rato. Cuando llegas allí, es un trasto inútil que casi no puedes utilozar, por lo que la imaginación y los juegos de toda la vida cobran vida para pasarlo bien.

Así que siempre tenemos alguna pelota para jugar. Un juego de cartas (en nuestra casa tenemos, una baraja española, una baraja francesa y un juego de cartas del UNO). Juegos de mesa. 

Recuerdo que el año pasado quedamos en el bar del pueblo con mis primas. Tenían un juego superdivertido para adivinar quién soy. Ahora mismo no me acuerdo del nombre, pero me lo pasé genial y me recordó a esos momentos de mi niñez cuando pasábamos allí el verano y nos las ingeniábamos para sacar juegos de cualquier cosa.


Como véis son cosas básicas, pero imprescindibles para tener unas vacaciones tranquilas.
Ah! por cierto, os he nombrado el bar del pueblo. En la aldea de mi familia materna, la antigua escuela se ha convertido en un bar. Bar que abre desde las 06.30 de la tarde hasta las 09.30-10.00 de la noche. 
Así que lo dicho, para pasar el rato... IMAGINACIÓN MÁXIMA.