Siempre he sido una persona muy organizada. Me gusta tenerlo todo bajo control y no dejar muchas cosas al azar, porque me hacen sentir insegura.
Así que me encantan las listas. No sé si habéis visto las chicas Gilmore, pero en eso me parezco a Rory.
Así que cuando me iba de viaje, siempre hacía mi lista mental de todo lo que tenía que llevar. Ahora hago dos listas, una con lo que necesito sí o sí para mi y otra con las cosas de la peque. Por supuesto hay una tercera lista, las cositas en general que todo necesitaremos.
Organizarse cuando ya eres madre es más difícil y muchas veces me pilla el tren. Para irnos de vacaciones siempre intento ser mucho más previsora.
Ya vistéis en su día mi post de imprescindibles para el verano, aquí. Uno de esos imprescindibles, por supuesto, es la maleta de la peque. Nosotros, en su día, apostamos por la maleta TRUNKI y sinceramente ¡QUE GRAN ACIERTO!. Al ser verano, casi toda su ropita me cabe en la maleta. Los zapatos los metemos junto con los nuestros en nuestra maleta y así ella puede llevar su propia maleta.
Pero teníamos una asignatura pendiente, una buena mochila donde pudiese llevarse todos aquellos muñecos o juguetes que se quisiera llevar en sus vacaciones y esta vez hemos vuelto a apostar por la misma marca y aprovechando su cumpleaños, mami le regaló una preciosa mochila en forma de tortuga, que no le falta detalle y encima es grande para que pueda llevar todo aquello que quiera.
Nosotros, cada año, para nuestras vacaciones, nos escapamos unos días al pueblo. Los que me leéis lo sabéis bien, porque siempre os hablo de estos sitios y hace poco os escribí el post de imprescindibles para unas vacaciones en el pueblo.
Mi familia suele viajar en coche, pero mi medio limón y yo, nos resistimos a hacer 10 horas de coche seguidas, para llegar a la otra punta del país. Sobre todo teniendo la suerte de tener un tren con el que puedes viajar mientras duermes y amaneces en tu destino descansada.
Pero para viajar con niños a cualquier sitio siempre tenemos que ir preparados y si además lo haces con un transporte ajeno al tuyo, debes pensar en todo lo que debes llevar como por ejemplo:
CARRO O PORTEADOR

Soy de porteador, porque te deja las manos libres y si tienes que ir al aeropuerto o a la estación de tren, con un niño pequeño, con una o dos maletas, con un bolso, los billetes,... Es mejor tenerlo todo bien cogido y si el peque lo llevas encima, eso que te ahorras.

Así que sí, soy de porteador. Porque si se pone nerviosa, al porteador para estar cerca de mami o papi. Porque si tenemos que viajar, vamos más rápidos si ella está encima nuestro. Porque si se cansa por el camino, te la pones en la mochila y sigues el camino. Y así mil cosas más.
Mis padres no son de portear, así que ellos sí que se llevaron un carro, que dejaron en el pueblo para cuando fuéramos. Creo que la peque lo ha utilizado una sola vez.
TRONA PORTÁTIL ¿SI O NO?

A nosotros la trona portátil nos ha sacado de mil apuros, sobre todo, el de tener que elegir comer por tandas, primero uno y luego el otro, mientras que el que no come está con la peque. O comer juntos, pero ella sentada en el regazo de uno de nosotros, que termino siendo siempre yo, y por consiguiente termino casi sin comer.
En algunos restaurantes tienen la típica trona de IKEA, fácil de manejar y no hay muchos problemas. Pero hay otros que no tienen. Y cuando hablo de restaurantes, también hablo de hoteles. O solo tienen una y está cogida. Por lo que nosotros, siempre que hemos viajado, la hemos llevado con nosotros y perfecto.
Hoy día que la peque ya come en la silla, como mucho si necesita un alzador se lo ponemos, pero ella misma se sienta de manera que pueda llegar perfectamente a la mesa.
¿CUNA DE VIAJE O COLECHO?
Bueno, los que me leéis, sabéis que nosotros hemos sido de colecho. Un trasto menos con el que viajar y siempre hemos podido apañarnos bien.
Ya lo he dicho anteriormente, supongo que si fuésemos en coche sería diferente, pero al ir en tren o avión, prefiero llevar menos trastos y la cuna de viaje, para mi, es un graaaaaan trasto inútil pudiendo compartir la cama.
Nos regalaron una, que nunca ha salido de casa. Cuando la peque era un bebé, la utilizábamos, a veces, a modo de parque, pero terminamos por desmontarla y dejarla preparada para otras ocasiones. Finalmente, como digo, algo que se ha quedado ahí pero que nunca hemos tenido que utilizar.
Este año,que ya duerme en su habitación y en su propia cama, tenemos el problema de qué hacer con la cama donde dormirá en el pueblo. Es una cama grande, pero no tiene barrera y al final nos tocará a uno de los dos dormir con ella, para hacer de barrera y el otro dormir en otra habitación.
Aunque se me ha ocurrido la idea de... ¿por qué no coger el colchón de una cama que no se utiliza y ponerlo en el suelo de nuestra habitación para estar los tres juntos? Al fin y al cabo es lo que siempre se ha hecho.
¿Y vosotros? ¿Os vais con la casa a cuestas o preferís ir más a la aventura?
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