Os he hablado mil veces de mi peque. Es una niña con un carácter muy marcado y desde que era un bebé ya empezó a imponer sus "reglas" y sobre todo, su tiempo para hacer las cosas.
Mi medio limón y yo, como padres, la guiamos y la acompañamos, pero no somos de esos padres que se imponen. SI, EN MI CASA HAY REGLAS. Pero una cosa son las reglas y otra cosa es imponerse en todo lo que hace tu hij@.
Recuerdo cuando era pequeña. Mis padres eran muy jóvenes (me tuvieron con 19 años) y además estaban solos. Digo solos, porque no estaban sus padres. Ellos estaban en Barcelona, donde se habían conocido y donde tenían sus trabajos. Mientras que mis abuelos estaban en sus respectivos pueblos de León y Ourense. Mi madre siempre dice que el día que se puso de parto, no podía dejar de pensar en su madre y en la falta que le hacía. Supongo que por ello, siempre ha sido EXTRAprotectora conmigo y todo lo que he hecho siempre la he tenido encima como un halcón.
Nosotros podemos ser protectores, pero dejamos mucha libertad de movimiento y sobre todo de pensamiento a nuestra hija. Así que ella, con cuatro años elige muchas cosas de su día a día. Por supuesto que tenemos problemas, porque cuando no puede elegir la cena que le gustaría, entonces DRAMA, pero pensamos que no lo estamos haciendo del todo mal, ya que estamos enseñando a una niña a ser autosuficiente, tener su carácter, tener su opinión y que luche por ella.
Y ahora es cuando llega nuestro "problema" (lo pongo entre comillas porque de problema ninguno, el problema lo tienen los demás), la gente que siempre tiene que decir la suya.
He hablado en este blog mil millones de veces, que nuestro mantra es VIVE Y DEJA VIVIR. He hablado, otras mil millones de veces de que la gente siempre tiene que meterse en las vidas ajenas, suponemos que las suyas son muy aburridas. Siempre saben más que nosotros, siempre lo estamos haciendo pésimamente y claro, ha llegado un momento en esta vida en la que mi medio limón y sobre todo yo hemos dicho: BASTA.
Hasta ahora me callaba muchas, cuando alguien decía la suya: aún le das el pecho; qué duerme con vosotros??? no la sacaréis nunca de ahí; que todavía no camina, pero si tiene casi dos años; que la coges en brazos... así es normal que no camine; todavía no le has quitado el pañal... yo me callaba o contestaba de manera, políticamente correcta.
¿Os suenan estas frases? Que levanta la mano toda aquella madre que haya oído todo esto y si hay algún padre en la sala y quiere también, que lo haga. Somos muchos, casi todos, porque ahí están ellos, los que no tienen vida y por eso se meten en las ajenas.
Ahora contesto como me sale y, muchas veces, no es lo políticamente correcto, pero que a gusto me quedo.
Ahora nos toca con el pelo y la ropa.
Como he dicho antes, mi hija toma sus propias decisiones y desde hace más de un año, ella elige, sí o sí su ropa. Para su padre perfecto, así no piensa qué debe ponerle cada mañana. Y ella contentísima, porque así puede ir con camiseta y pantalones. Sí, como lo leéis, una niña que quiere ir siempre con camisetas (de colores azules o rojas, con superheroes, minions o algún personaje masculino que le guste), con pantalones vaqueros o de chandal (ahora con los shorts, va la mar de cómoda) y con sus bambas. Pocas veces se pone chanclas. No le gustan los vestidos, dice que no está cómoda. Ha llegado a un acuerdo conmigo y es que de lunes a viernes elige lo que se pone y nosotros no le decimos nada, pero el sábado o domingo, si salimos por ahí, mami le pone tres opciones y tiene que elegir, normalmente está la opción del pantalón, aunque a veces le saco los vestidos o las faldas y cambio el tipo de camiseta. Dejamos los superheroes y nos ponemos camisetas con letras, otros colores,...
A esto le sumamos que ahora se ha cortado el pelo. Sí, hace un mes me corté el pelo, el calor era insoportable y decidí cortármelo corto. Y desde ese momento mi hija me dijo: yo quiero el pelo como tu. Al principio me negué, pero porque pensé que solo quería imitar a mamá (que en cierta manera así es), pero pronto nos dimos cuenta de lo necesario que era para ella cortarse el pelo. Tiene demasiada cantidad, es gordo y el calor que estamos pasando hacía que se rascara mucho la cabeza, porque le sudaba el cuero cabelludo. Así que una semana más tarde, estábamos en la pelu para cortarle el pelo. Está preciosa y si no, juzgar vosotros mismos.
Desde que se ha cortado el pelo tenemos que aguantar los nuevos comentarios. Pero que niño tan alto. Pero que niño tan travieso. Pero que niño tan despierto. Pero que niño...
A lo que siempre respondemos... es niña. Y la gente se sorprende. De verdad??!!! No lo llego a entender. ¿De qué se sorprenden? Sí, es una niña y lleva el pelo corto. Algunas personas se sorprenden, pero intentan disimular diciendo algo como... pero que guapa estás. (Ya no hablo de los comentarios micromachistas, porque cuando es niño es travieso, despierto, alto,... y cuando es niña, es guapa). Pero otros me miran y me dicen... pero por qué le has cortado el pelo? Y sí, alguna vez me han dado ganas de responder, PORQUE ME DA LA GANA. Pero no lo hago, por respeto, por no liarla, o porque me pillan de buenas. Pero sí he contestado cosas como... ¿y por qué no? Y sí, me han respondido el... es una niña, está más guapa con el pelo largo. Y claro la confundo con un niño porque va con camiseta de niño (porque es azul y lleva a Chase, Marshall y Rubbel, de la Patrulla Canina) o porque no va con vestido, o porque está jugando a futbol.
Creo que hay adultos que tienen verdaderos problemas. Supongo que a ellos, de pequeños, los tuvieron (tal y como dicen) atados en corto y por eso, ahora no entienden que nosotros dejemos que una niña de 4 años, tome decisiones, como el qué ponerse, cómo peinarse y algunas cosas más.
Pienso sinceramente, que lo que estamos logrando, nosotros como padres, es que nuestra hija no tema tomar decisiones, que sea una persona fuerte y capaz de saber que cada decisión que tome le llevará a una consecuencia lógica, le guste o no y que la frustración que pueda sentir, sepa cómo manejarla.
Parece ser que las niñas no pueden llevar el pelo corto. No pueden decidir llevar camisetas de colores como el azul o el rojo, porque es monopolio de los chicos. No puede jugar a la pelota a escalar o simplemente jugar como el resto y mancharse. Sí, dejo que mi hija se manche. Sí, dejo
que mi hija experimente. Sí, dejo que mi hija salte en un charco, aunque a veces no ha llevado las botas. Sí, yo también lo he hecho y nos hemos reído mucho.
No. No te consiento que sigas metiéndote en mi vida. No, no dejo que intentes hacer creer a mi hija que está equivocada o que toma una mala decisión si no se pone un vestido o no lleva el pelo largo.
Una persona que yo me sé... te diría que las estas haciendo diferente. Pero yo opino que hacéis bien en respetar los gustos de la niña. Si ella y vosotros estáis a gusto en como la educais, perfecto. Los comentarios desgraciadamente estarán ahí siempre por qué la sociedad no cambia ni para atrás... pienso que hay que "crear" niños seguros de si mismos y con personalidad tal y como esta el mundo la van a necesitar con creces.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bravo Patricia! Un post extraordinario y muy necesario, además de para tu desahogo para concienciar de una vez por todas y reeducar a las mentes cuadradas que abundan por este mundo y molestan con sus comentarios y opiniones.
ResponderEliminarMe parece estupendo lo que hacéis con vuestra peque ; le permitís ser ella misma, fomentais su autonomía y su autoestima. Y ese es el mejor legado que podéis dejarle!
Un abrazo!
Pues me parece muy bien y está guapísima con el pelo corto.
ResponderEliminarYo creo que los niños tienen su criterio y se ha de respetar lo máximo posible, pero también es verdad que no están capacitados para decidir todo sobre su vida. El otro día en casa de una amiga, llegó la hora de cenar y les preguntó a sus gemelos de 4 años qué querían cenar... a mi me pareció que eso estaba un poco fuera de lugar, ya que considero que un niño de 4 años no tiene toda la información para saber qué debe cenar y deben ser los padres los que tomen estas decisiones. Uno dijo arroz, pero el otro dijo un melocotón, y eso cenó. No dije nada, por supuesto, porque como tú dices cada uno hace lo que quiere con sus hijos, pero no estoy segura de que esa sea una buena opción.
Besos!!!