lunes, 23 de enero de 2017

FUTURO INCIERTO. TE ABRAZO Y SIGO ADELANTE

Ya sabéis todos los que me seguís, que este blog es para hablar y relatar mis aventuras y desventuras como madre primeriza. Pero hoy permitidme que haga una entrada más personal, un post de esos que necesitas escribir, aunque nadie lo lea, para descargar todos los sentimientos y verlos desde otra perspectiva. Así que aquí os lo dejo...

Parece ser que el tercer lunes de enero se le denomina Blue Monday (para nosotros Lunes triste) y suele ser porque según Cliff Arnal, investigador de la Universidad de Cardiff es el día más deprimente del año.

Para llegar a esta conclusión utilizó una fórmula en la que tuvo en cuenta como variables: clima, salario, deudas, tiempo transcurrido desde la Navidad, tiempo que ha pasado desde haber fallado los primeros propósitos del Año Nuevo, la motivación y algo que él denominó necesidad de reaccionar.

Todo ello derivó a esto. A que la gente se creyera que es el día más triste del año, bueno, el lunes más triste, porque los lunes siempre lo son. Para nosotros, Spain is different, el Blue Monday de este año coincidía con el día de la croqueta, algo muy español y con lo que prefiero quedarme, porque para mi sí fue un Blue Monday.
No me preguntéis porque pero el lunes 16 de enero de 2017, yo, Mami Reciente Cuenta, que nunca viste totalmente de negro porque le hace sentirse triste, lo hizo. Sin más. Cuando me miré en el espejo lo pensé... ¿qué hago de negro yo? Pero algo en mi estómago me decía que no iba a ser un día normal.

Al final salí de casa para ir a trabajar. Llegué como siempre, 25 minutos antes de mi entrada real. Me preparé un café, encendí el ordendor y ojeé la prensa del día. A las 8.30, centralita abierta, documentos abiertos, puerta preparada, timbre funcionando. Todo iba como un lunes cualquiera, hasta que de pronto, una persona de la empresa vino a hablar conmigo.

-¿Estás ocupada? ¿Podemos hablar? - yo siempre estoy ocupada con alguna cosa, pero por supuesto, a esta persona no le hago esperar. 

Me cuenta lo que pasa. Mi puesto, está externalizado. Así que yo trabajo para una empresa que le da servicio a esta empresa donde yo estoy. Hablando en plata, vivo en tierra de nadie. No soy de la empresa donde acudo cada día a trabajar, si no de una empresa para la que soy un número o un nombre en un papel y gracias a mi trabajo a final de mes se llevan un buen pico. Así llevo ocho años, dos de los cuales estoy en este centro de trabajo. La persona que vino a hablar conmigo es un jefe del departamento que lleva a proveedores y personas externas de la empresa. Así que como digo, me cuenta lo que pasa: 
Reestructuración de puestos de trabajo, alguno peligra, gente que cambia de sitio, puestos que desaparecen y entonces llega a la cuestión que me interesa: - Tu puesto en unos meses volverá a ser internalizado, con lo que ya no se prestará el servicio que realizas. Tu trabajo es impecable, nadie tiene una palabra mala de ti, todo lo contrario, pero desgraciadamente, una persona que lleva muchos años en la empresa será la que ocupe tu puesto cuando todo esto pase.

Así que ahí me quedé, sabiendo que en unos meses (para ser exactos 4 máximo) me voy a encontrar que ya no vendré aquí a trabajar. Supongo que algunos sentirían desazón, otros rabia y yo sentí...

Sinceramente, no sentí nada. Ni bueno, ni malo. Llevo mucho tiempo queriendo cambiar. Es un trabajo que me gusta, que sirvo para ello y que se me da bien. Pero no me tienen en cuenta. Supongo que al ser externa es lo que pasa. Las oficinas están en la planta uno y yo estoy todo el día, sola, en la planta cero. Donde solo hay una puerta que da a la calle, otra a un cuarto donde está la máquina del ascensor y otro armario que da a una puerta de emergencia. No hay ventanas, todo el día tengo que estar con las luces encendidas y sin ver la calle (supongo que de ahí viene mi déficit de vitamina C). Y ya no hablemos si tengo que ir al baño, que debo subir una planta para poder ir, porque ni eso tengo. Pero aún así, no me quejo, el trabajo, como digo me gusta, aunque estaría más a gusto en la recepción que tienen en la primera planta al entrar en la oficina. Llevo mucho tiempo sopesando la idea de irme de la empresa para la que trabajo y buscarme algo mejor (no mentiría si os dijera que por supuesto había fantaseado con la idea de que la empresa para la que presto el servicio hubiera querido quedarse conmigo alguna vez), algo donde se me pague algo más, algo donde se vea lo buena trabajadora que puedo llegar a ser. Pero claro, tal y como están las cosas, no te quieres arriesgar. Sabes que tus condiciones no son las mejores, pero estás fija (sé que esto hoy día no es mucho, pero para mi lo es), tu marido está en la cuerda floja, no es fijo y no sabes cuanto tiempo durará. Teneis una hija y debeis seguir adelante por ella. Así que aguantas, estás ahí, día tras día.
Incluso puedo decir que aguantas cosas que muchos otros no lo hacen, que muchos otros directamente se hubieran marchado y lo sé, porque en mi puesto hasta que yo llegué en año y medio pasaron trece chicas por aquí. TRECE!!!!! Se dice pronto, pero eso poco más de un mes por chica y tal y como están las cosas, no estás para tirar por la borda un trabajo. Sí, yo estuve a punto de dejarlo, cuantas veces salí llorando y frustrada de aquí, pero aguanté. Aguanté por mi medio limón, aguanté por la niña, aguanté porque soy así, cabezota y no aguantar para mi era una derrota.

Así que ahí me quedé en mi puesto, abriendo la puerta, con la sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que en unos meses me marcharé. 
Desde el momento que el resto de la oficina ha sabido estos cambios, no ha habido persona que no se acercara para preguntarme cómo estoy. ¿Por qué? Porque aunque no soy de la empresa, muchos de ellos me consideran una compañera más. Porque llevo aquí dos años y, puedo decir con la cabeza bien alta, que mi trabajo ha sido excelente. Por supuesto que me he equivocado, pero he rectificado, he aguantado y he seguido hacia delante. Llegar a un puesto de trabajo que te lo pintan tan bien, que llegas con una ilusión tremenda y ese primer día te das de bruces contra una pared de hormigón, que a día de hoy, después de todo este tiempo, le he hecho un pequeño agujerito. Nadie me había enseñado cómo funcionaban las cosas por aquí, se me habían dado unas señas y poco más. No te preocupes, me dijeron. Pero sí, era para preocuparse, porque cuando preguntabas por cómo hacerlo, con toda la buena intención, parecía que te iban a comer. Pocas personas saben la realidad de todo lo que he pasado aquí, pero para aquellas que lo saben, si lo leen, sabrán porque digo que me quedé sin decir nada, sin sentir nada.

Esto hace que se presente un futuro incierto para mi. Nunca he estado sin trabajar. En los años de bonanza pasaba de trabajo en trabajo mientras me sacaba una carrera. En el momento en que la crisis laboral apareció en nuestro país me quedé donde estaba, no por gusto, si no porque no había manera de que me llamaran de ningún otro sitio. Sé que la delegada de Cataluña, en la empresa en la que estoy, está contenta con mi trabajo, sé que ella quiere que me quede, sé que ella puede tener un puesto para mi. Pero es un puesto inferior, con menos sueldo, menos horas, menos de todo y no, no puedo hacerlo, no puedo cogerlo, porque no es lo que quiero (además de que el horario es totalmente incompatible con mi vida de madre). 

Ahora se ha presentado esta oportunidad, este futuro incierto, de no saber para donde tirar, pero sí saber qué es lo que no quiero y no quiero volver al pasado, porque quiero un futuro mejor para mi familia, quiero un presente donde me levante con ganas de ir a trabajar y no sintiendo que es mejor quedarse en la cama durmiendo todo el día.

Así que sí, desde el momento en que se me comunicó el cambio, decidí ponerme en serio a buscar faena. Como he dicho antes, muchas personas, desde que se ha sabido, se han acercado para preguntarme cómo estoy y para decir buenas palabras de mi. Se lo agradezco.

Pero una persona en particular es la que ha hecho que me sienta orgullosa de mi y de mi trabajo. Me ha recordado ese principio nefasto que tuve al llegar, por problemas que escapaban a mi persona. También me ha recordado todo lo que he aguantado y que no todo el mundo podría (a la vista está), como sigo aguantando día a día y después de decirme lo que se me dijo, sigo sonriendo, siendo amable y haciendo mi trabajo como la mejor. Como bien me han dicho: no todo el mundo haría esto así y con ello me quito el sombrero ante ti. 

Me siento orgullosa. Sí, me quedo sin trabajo, pero sé que no es por mi, las circunstancias externas no puedo controlarlas. Y esto es la oportunidad para encontrar algo mejor, para aceptar el reto, para seguir adelante y sobre todo para demostrarme a mi misma que aún puedo con más. 



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Categoría: PERSONAL

17 comentarios:

  1. Como te he dicho tantas veces, creetelo vales mucho, ese es el primer paso. Las cosas siempre pasan por algo... paciencia y tu momento esta a punto de llegar...

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    1. Bea eres un amor. Muchas gracias por tus palabras.
      Sinceramente, siempre he sido de la creencia que si las cosas pasan es por algo... espero que esta vez sea para mejorar.
      Paciencia?? yo??? aixxx, no la tengo. Nunca la he tenido. Soy una persona impaciente por naturaleza, eso de esperar no es lo mío. De ahí que odie la impuntualidad!!! jajaja
      Lo dicho, mil gracias por tus palabras.
      MUAS!

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  2. Cuando una puerta se cierra, ya sabes que se abren mil ventanas.
    Una está a punto de abrirse para ti y estoy segura de que será buena.
    Un abrazote de oso!!

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    1. Espero que así sea. Un ventanal enorme con muchas posibilidades.
      Muchas gracias por tus palabras Vero. Eres un solete!! :)
      MUAS!

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  3. Vaya faena y vaya oportunidad jejeje. Mucho ánimo. Espero que salga algo pronto y que sea mucho mejor. Un besazo.

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    1. Sí. Todo depende por donde se mire. Vaso medio lleno o medio vacío. Soy géminis, no sé si es por eso, pero depende de como me levante soy de las que lo ve medio lleno o medio vacío. El día que me enteré, medio lleno. Este lunes, que había pasado una semana, medio vacío y ahora estoy ahí, fifty-fifty, jejejeje.
      MUAS!

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  4. Ah, por supuesto cuentas con mi voto. Ya lo había hecho jejeje.

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    1. Gracias!!! :) :) Sé que no ganaré, pero hace ilusión que mis lectores se toman un poquito de tiempo para votarme.
      MUAS!

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  5. Ole por tí, seguro que es una oportunidad porque llega algo mejor. Un besote guapa.

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    1. A ver si es verdad. cruzo dedos y pienso como tu, aunque a veces me invade ese sentimiento de no saber qué y asustarme.
      MUAS!
      PD: ¿Que tal la trimaternidad? Tu pequeña-monstruita me tiene enamoradísima!

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  6. No sabes cómo te entiendo, porque estamos en la misma situación. Llevo dos años de prestado en otra empresa y a finales de año me comunicaron que el 31 de Marzo finaliza mi contrato. Ahora estoy pendiente de que presenten ofertas y compras se decida por el servicio más barato. Nadie sabe que pasara, y la verdad, las ganas de trabajar se te quitan... nadie valora tu trabajo? Mucha suerte, seguro que encontrarás algo pronto y el cambio será para mejo

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    1. Exacto.
      Una de las razones por las que me encuentro de esta manera es por eso. Realmente nadie valora mi trabajo? Se creen que estoy de brazos cruzados todo el día? Es verdad que mi posición no es de estar todo el día trabajando, porque si sabes cómo combinarte hay momentos de relax y en los que puedes hacer otras cosas.
      Yo llevo ocho años en la misma empresa, pero dos en este puesto, ahora la empresa donde estoy me quiere reenviar a donde estaba antes y es que no puedo, no me salen los números, no me salen los esquemas de horarios... y al final, pues no sé lo que pasará, pero lucharé hasta el final por conseguir algo mejor.
      Espero que a ti también te vaya bien
      MUAS!

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  7. Siento mucho que te haya ocurrido esto...por mucho que lo neguemos, no es lo mismo que nos vayamos nosotros, a que decidan prescindir de nosotros y es cierto que muchas veces es totalmente injusto, porque quizás hagas tu trabajo muchísimo mejor que la persona que te sustituya.
    No te desanimes, estoy segura de que si esto ha sucedido es porque otro trabajo mejor te está esperando..y lo bueno, es que con tiempo, puedes ir ya buscándolo.
    Besos !!

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    1. no sé si hará mejor mi trabajo o no. Solo sé que yo llevo aquí dos años, solo sé que hasta que yo llegué este puesto parecía maldito, entrando y saliendo chicas cada cierto tiempo.
      El día que empecé aquí a trabajar, aún recuerdo, que varios compañeros que pasaban por recepción me decían: ¿Y tú serás la definitiva? No sabía de qué me hablaban, poco después me enteré y de la peor manera y yo casi lo dejo, casi abandono, pero no, ahí seguí aguantando viento y marea y ahora esto... no sé, es injusto, es doloroso, pero también puede ser una oportunidad para que llegue algo mejor o diferente, que un cambio no me irá nada mal.
      Por ahora, sigo buscando como una loca, doy voces a todo el mundo, y deseo de corazón que esa nueva oportunidad llegue.
      MUAS!
      Muchas gracias por tus palabras

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  8. Hola Pati

    Siento mucho que te encuentres con esta situación en tu trabajo. Muchos ánimos. Seguro que te sale algo mejor, ya lo verás.

    Un saludo.

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    1. Muchas gracias Montse por tus palabras.
      Eso espero. Que sea algo mejor, que llegue una nueva oportunidad, por mi, por David y por la peque, que todos nos merecemos un pequeño descanso.
      Saludos

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    2. Desde luego que si. Ya verás como todo irá a mejor. Un abrazo.

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