Hoy iba a venir con una la entrada de los jueves para hablaros de un blog que me gusta y que sigo desde hace tiempo. Pero me ha surgido la necesidad de hablar sobre este tema.
Desde el momento en que me quedé embarazada, tomé la decisión que quería dar el pecho. Durante el embarazo todo fue bien (exceptuando los dos grandes sustos que tuve) y el parto fue ESTUPENDO. Y lo pongo en mayúsculas, porque de verdad que fue un visto y no visto. Una pena que la felicidad quedara truncada por una mujer que no sabe hacer otra cosa que hablar mal a las parturientas.
En fin... que me voy por las ramas y no escribo lo que realmente quiero.
En el momento de nacer la peque, intenté ponerla, no se agarraba bien y las enfermeras que estuvieron conmigo, sinceramente, no me ayudaron nada de nada. Una de ellas solo me apretaba la teta para que saliera el pezón, el resto ni eso.
Cuando llegué a casa con la peque, me asaltaron mil dudas e incluso me puse a llorar porque no comía y pensé que tendría que dejar la lactancia materna darle leche de fórmula. Pero mi medio limón, sabio cuando quiere, me dijo que no desesperara, que los primeros días iban a ser duros y que tenía que ser fuerte. Así que me armé de valor y lo volví a intentar, y no sé qué pasó, pero desde ese momento nos enganchamos y ya no hubo manera de separarnos. Bueno, mas bien de no poder separar a la peque de su amada teti.
A los dos meses y medio de lactancia la peque empezó a rechazar un pecho. Era ponerla en posición para cogerlo y nada, lloraba, pataleaba,... no había manera. Así que de la noche a la mañana, empezó a mamar de una teta. Durante unas semanas decidí ir sacándome leche de aquella teta, pero poco a poco se quedó sin reservas. Lo hablé con el médico y me dijo que era más normal de lo que me pensaba y que podía mamar, perfectamente de una teta. Y así fue.
Tuvimos verdaderas crisis de lactancia que además se agrababan por culpa del calor aplastante del verano. Podía llevar a tener a la peque pegada a la teta y succionando más de tres horas. Y no exagero.
Hubo momentos en los que me desesperaba. La tenía pegada y no podía ni siquiera ponerla en la cuna cuando se dormía, solo quería contacto, brazos de mami, dormir y teta. Así que me pasé los primeros meses, sentada con ella a la teta (benditos porteadores que me abrieron la luz).
Poco a poco todo fue cambiando y cogimos una buena dinámica. El problema, en ese momento empezó a ser externo. Ya sabéis que los opinólogos están a la orden del día y siempre tienen que decir la suya aunque no le pidas nada. Mas bien les pides que se callen. Pero no lo consigues y siempre están con la cantinela:
- Pero si empieza a comer, para qué le das teta.
- Pero si ya tiene dientes, para qué le das teta.
- Pero si ya han pasado seis meses y ahora la leche solo es agua que no alimenta, para qué le das teta.
Y así un sin fin de tonterías más. Yo era de las que callaba, contaba hasta diez, respiraba hondo y seguía con lo mío. Hasta que un día dije basta y a esas personas que mi vida les importa una nada y menos decidí contestarles. Porque me da la gana.
Llegaron los dos años y con ello una crisis de lactancia muy fuerte (post aquí). Y yo empecé a desgastarme y a desesperarme. No sentí rechazo, pero había momentos en los que no quería darle cuando me pedía. Intentaba entretenerle con otras cosas, pero durante esta crisis fue imposible.
El tiempo fue pasando y decidí que era momento de dejar un poco la teta. Era cuestión mía. Como digo, empezaba a estar cansada de tener la teta fuera en cualquier momento. Empecé con el no ofrecer no rechazar, pero incluso así, Carlota siempre ha sido una niña con mucha demanda.
Finalmente, después de hablar con el papi y ver que ella había dejado en ciertos momentos de pedir teta, tomé la decisión de empezar con el destete (post aquí). Así que poco antes de su tercer cumpleaños hablé con ella y le expliqué que mamá estaba cansada y que la teta también. Que debíamos dejarla descansar durante el día, para que a la hora de domir estuviera bien para poder estar con ella. Hubo un par de días malos, sobre todo cuando estábamos fuera de casa, que es donde yo había decidido no ceder ante la presión.
Lo primero que hacía era llorar y pedirla. Yo la calmaba cogiéndola en brazos y después le explicaba nuestro pacto. Ella lo entendía, me abrazaba y con eso ya tenía suficiente. Así que la teta se quedó para la noche y momentos puntuales cuando estamos en casa.
En Navidad tuvimos que irnos de la que había sido nuestra casa durante cinco años. El contrato de alquiler se terminaba y decidieron que no querían renovarnos. Así que cogimos nuestras cosas y nos fuimos a vivir a otro sitio. Fueron días de mucho estrés, pero por suerte encontramos un buen sitio que nos enamoró a primera vista y eso que teníamos que hacer algunas mejoras.
Cuando hicimos el cambio y montamos la habitación de la peque, pensamos que era el momento, también de cambiarla a su habitación. Hasta entonces habíamos hecho colecho en nuestra cama, pero se nos estaba quedando pequeña y ella se despertaba bastante a menudo, haciendo que nosotros no pudiéramos descansar lo que necesitábamos.
Así que un día, en la nueva casa, después de ella pintar su habitación con el abuelo, después de ver como montaban su cama, después de colocar, conmigo, sus juguetes, hablamos con ella. Le explicamos que podría domir en su habitación cuando le apeteciese. Además le expliqué que podría dormir con sus muñecos favoritos, haciendo de aquello una fiesta de pijamas (eso le encantó), pero nos preguntó abiertamente, qué pasaría si se despertaba de noche y quería a mami. Así que le dije: Pues te despiertas y me llamas. Estoy en la habitación de al lado, me levantaré y vendré para estar contigo, si hace falta.
Aquello la convenció y esa misma noche quiso probar. Fue todo un éxito, como ya expliqué en este post. Y desde entonces duerme sola en su habitación. Pero la teta... La teta sigue en su vida. Después de cenar, para relajarse, necesita tumbarse encima mío y tener su teti. Por las mañanas, siempre que se despierta y empieza a salir el sol, viene a nuestra cama, o nos llama, y pide la teti durante un rato. Nunca le he negado ninguna de las dos. Haciendo que se convierta en costumbre.
Pero ha llegado el momento. Sinceramente, estoy cansada, pues en casa, cuando es fin de semana y no salimos está muy demandante de la teta, sobre todo cuando se aburre. Así que he vuelto a hablar con ella. Ella me ha explicado que de su clase nadie toma la teti y que ella ya es mayor. Así que le propuse despedirse de la teti el día de su cumpleaños. Y ella aceptó.
Queda una semana y unos pocos días para el día. Ella lo sabe y me lo recuerda. Lo que no quita que los primeros días van a ser duros para las dos. Pero creo que esta evolución en nosotras es necesaria.
Hermosas fotos
ResponderEliminarMi hija mayor se desteto sola a los 2 años, justo cuando nació su hermanita. Felizmente no fue tan intenso como imagine. Paciencia que saldrá bien.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Hay momentos que la pide, pero se lo explico y lo entiende muy bien
EliminarYo por un problema de salud no pude darle el pecho a mi peque, pero los 7 primeros meses fueron así, solo quería brazos y conmigo, no nos separabamos para nada, solo para ir al baño jajaja. Por suerte para dormir siempre ha sido muy buena, pero siempre ha dormido en su cuna (nos mudamos recien nacida a Madrid a una casa que en verano era un infierno y nos daba miedo que le diese un golpe de calor, porque incluso ñara nosotros era insoportable) y desde los 9 mesea duerme en su propia habitación. Pero las crisis que atraviesan todos, dientes, crecimiento, demanda... Son muy complicadas y pueden agotar lo que pocos se imaginan. Animo y mucha suerte con esta nueva etapa!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. La verdad es que está yendo mejor de lo que me pensaba.
EliminarHemos pasado muchas crisis, pero ahí estábamos siempre con la teti. Ha llegado un punto en eñ que yo necesitaba terminar con esa etapa y ella lo ha entendido genial!
Con cariño, como lo estás haciendo, seguro que lo conseguís. Yo también conté mi experiencia con el destete y siempre pensé que iba a ser un drama y fue súper fácil. Ya verás como te sorprende.
ResponderEliminarTotalmente. Me tiene sorprendida ,porque aunque la ha pedido, le he explicado todo y lo entiende, de tal forma que nada de dramas
EliminarLlevamos unos dias, pero lo lleva bastante bien, parece que yo tenía razón y estaba preparada
ResponderEliminarQué fotos más bonitas!!! Seguro que ya lo habréis conseguido, porque con cariño y paciencia poco se resiste!!! Muy bueno lo que haces de explicarle todo, de esa forma la preparas y le adelantas lo que va a pasar, negociáis, llegáis al acuerdo... genial genial!!! Un besotee
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