Respuesta rápida. No. No es el demonio, pero es la moda el demonizarlo.
¡Claro que el azúcar es malo! Y nuestra alimentación suele serla también. Atrás quedan esos platos caseros de nuestras madres o abuelas, que nos preparaban con mimo y amor. Ahora tiramos de comida rápida, precocinados y mil historias más por no cocinar.
¿Pero todos hacemos lo mismo? Por suerte no. Hay mucha gente que se toma muy en serio el tema de la alimentación, sin llegar a ser un alarmista o un radical. Porque los hay, como en todos lados.
No tuve la suerte de contar con grandes cocineras en mi casa. Mi abuela materna, cocinaba como podía y sinceramente, lo intentaba, pero no le salía nada bueno y yo era muy mala comedora. Si juntas 1+1 era lo que me pasaba en verano. Que casi no comía. Mi madre trabajó muchos años como cocinera y no se le daba nada mal. Pero ella siempre lo ha dicho, cocino porque no me queda otra, así que tampoco es que sus platos sean espectaculares. Además, cuando era pequeña, no me dejaba entrar en la cocina, todo el mundo le molesta siempre y debe estar sola.
Así que a los 18 años me fui a vivir fuera, por la Universidad. Me pasaba la semana fuera de casa y ahí es cuando empecé a darme cuenta de mi carencia. La cocina. Pero con 18 años como que te da igual, comes cualquier cosa y te vas a la uni, la biblio, con amigos o de fiesta.
Me alimentaba de comida basura, sobres de comida preparada y poco a poco, pasé de mi habitual talla 42 a una 44-46. Y sí, no me daba cuenta de que mi problema eran los precocinados.
Crecí y fui más consciente de todo. Aprendí a hacer algunas cosas básicas, como salsas, cositas en el horno, tortilla de patatas y empecé a ver que la cocina me gustaba. Sentía que podía hacer cositas muy ricas. Y un día me junté con otro cocinillas. Mi medio limón.
Empecé a cuidar mi alimentación y sobre todo a dejar de lado la comida precocinada. Porque sí. Esa comida es el demonio. No solo no te aporta nada de nutrientes, si no que la mayoría son azúcares y grasas saturadas. Lo mejor es comprar los alimentos lo menos manipulados posibles y cocinarlos tu mismo.
Yo antes |
Después llegó la peque y debo decir que ha comido 3 potitos. La comida siempre casera. Preparaba sus papillas para la semana. Fruta desde siempre a trozos. Para nosotros una alimentación equilibrada es primordial.
Peeeeeeero. Sí, hay un pero. Somos de cocinar en casa y pocas veces entra comida precocinada o basura. Pues hasta la pizza la hacemos casera. Pero os mentiría si os dijera que es 100% así. Y sí, la peque ha comido comida preparada y no le ha pasado nada y la peque merienda cada día su pieza de fruta y su yogurt, pero eso no quita que tome, de vez en cuando zumos o una pasta.
Yo ahora |
Porque pensamos que no se debe prohibir, si no que debemos ENSEÑAR lo que es bueno para nosotros, para nuestro cuerpo y enseñar a nuestra hija que eso no es lo normal. Pero por un día, no pasará nada, ni vendrá Lucifer a llevarte al infierno, por comer azúcar.
Hemos demonizado el tema del azúcar, porque sí, el azúcar es malo, pero es malo si lo tomas en grandes cantidades. Yo cocino postres. Es una de mis pasiones y sí, utilizo azúcar para hacerlos, solo que siempre pongo menos de lo que la receta marca. Los postres siguen estando igual de ricos y no son empalagosos.
Pienso que lo malo es abusar de ciertos alimentos y tomar algo que no es bueno para nuestro cuerpo cada día, después te pasa factura. Ya no solo porque engordes, si no por lo que puede conllevar a nuestra salud. Yo he llegado a tener problemas de hígado por la alimentación y me alegro del cambio que hice. Me siento mejor, me siento fuerte y eso es lo que quiero enseñar a mi hija.
Así que sí. Soy una madre preocupada por la alimentación de mi familia. Pero no me quita el sueño. Como he dicho, no tenemos que prohibir, si no enseñar. Porque si prohibimos, pero no enseñamos, el problema estará ahí y en un futuro nuestros hijos comerán todo aquello que siempre les hemos prohibido, porque no sabrán lo malo que puede llegar a ser.
Es muy complicado con el ritmo de vida que llevamos normalmente. Y sí, hay que saber cocinar, y saber comer, nuestra salud lo agradecerá ;)
ResponderEliminarMe ha encantado tu post porque yo soy de las que piensa que demonizar alimentos no es la solución, lo que debemos hacer es aprender a comer y en una alimentación variada tomar de vez en cuando alimentos con azúcar pues no pasa nada.
ResponderEliminarEn mi caso los preparados no suelen llegar porque soy de las que me gusta cocinar y por ejemplo si hago cosas como croquetas que dan pereza hago mogollón y las congelo.
Justamente es el tema que estoy viviendo en casa, mi hija no puede estar sin comer nocilla o chocolate le encanta y yo trato de dosificar para que no se acostumbre, lo mismo quiero hacer conmigo misma también estoy por dejar el azúcar, el problema vienen en los días de fiesta porque siempre pecamos y comemos un postre, pero como dices todo sin exceso, porque en sí todo en exceso es malo. He escuchado que el azúcar crea adicción y la verdad no parece nada raro cuanto más pruebas más quieres, así que es mejor evitar o controlar y enseñar... Un abrazo!
ResponderEliminarYo creo que el azucar es malo, pero que la base es una dieta equilibrada que te permita recibir todos tus nutrientes. Eso es lo mas importante
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo es muy mejor enseñar o aprender a comer adecuadamente que prohibir cosas por prohibir, porque al final luego ponemos ciertos alimentos como si fueran lo mas y en cuanto podemos nos empanzamos con ellos...
ResponderEliminarOpino como tu. Tampoco hay que demonizar las cosas. En pequeñas cantidades tampoco es el mal. Orefieor tres postres caseros con un poco de azúcar que un día de cumple con chuches y chocolatinas por todos los rincones.
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