viernes, 14 de septiembre de 2018

SEGUIMOS JUNTOS POR NUESTROS HIJOS. GRAN EQUIVOCACIÓN

Hace unos días, estaba navegando por twitter, cuando leí un hilo de @ladycrocs (aquí os dejo el hilo del que hablo), donde hablaba sobre lo que no se debe decir a los hijos cuando los padres se separan.

Este hilo me hizo pensar en una situación en concreto. El momento en que una pareja ya no se quiere, no quieren estar juntos, incluso se llevan mal, pero dicen que siguen como pareja por el bien de sus hijos. 

Nunca he entendido esa abnegación absoluta en este tema. Entiendo que nuestras antepasadas tuvieran que seguir con el hombre con el que estaban, porque la sociedad así lo dictaba. Si te divorciabas, tu y tus hijos llevaríais la letra escarla bien grande y nadie querría acercarse. 
Pero hoy día todo esto ya no es así. Hoy día el separarse no está mal visto y por ello, no entiendo, por qué dicen seguir juntos por los hijos cuando eso no solo los hace desgraciados a ellos, si no también a los hijos, que viven en un ambiente familiar sin amor y sin apoyo.

Hace unos días escribí un post hablando de las reglas, de que queremos que nuestros hijos las cumplan, pero cuando nos las ponen a nosotros, estas reglas ya no son tan importantes o no les hacemos caso. Algo que no me parece correcto, pues nuestros hijos aprenden de nosotros. 

Para nuestros hijos, sobre todo si son pequeños, somos héroes. Héroes porque nos ven como un ejemplo. Somos el espejo donde se reflejan y todo aquello que nosotros hagamos o digamos, ellos también lo harán.

Y ahí es donde entra este post. ¿POR QUÉ LE HACÉIS ESTO A VUESTROS HIJOS? ¿Por qué los ponéis como escudo y como excusa? 

Vale. No vengo de unos padres divorciados. Mis padres siguen juntos y se quieren. Obviamente se pelean como todas las parejas, pero de ellos he aprendido que si estás con alguien es para apoyarlo, para quererlo y todo lo bueno y lo malo es para los dos. En el momento en que eso no funciona, mejor es separarse, seguir cada uno con su vida y sobre todo, intentar ser feliz.

Pero también he conocido parejas del otro lado de la barrera. He conocido parejas que se han separado, teniendo niños pequeños o incluso adolescentes. Y aunque los niños, en su momento, no lo pasaron del todo bien, han sido unos niños felices, han estado bien y sobre todo, no han tenido que crecer en un ambiente de malestar general.

En concreto, conozco a una pareja (bueno, conozco a la chica), se separaron cuando su hija era pequeña. Ya no se querían, decidieron hacerlo, porque si no, sabían, que acabarían mal. Por el bien de ellos y de su hija lo decidieron y lo hicieron. También decidieron vivir cerca el uno del otro para que su hija no notara tanto cambio y finalmente, han vivido puerta con puerta durante más de 10 años. La hija, que también conozco, es una chica fuerte, una chica con carácter, una chica con sueños y sobre todo, no tiene traumas creados por la separación de sus padres.

Lo siento, pero NO ENTIENDO, porque hay parejas que ponen de escudo "el bienestar de sus hijos" para no dar un paso que a lo mejor les aterra. Claro, es mejor estar con alguien a quien no quieres. Con alguien con el que ya no compartes nada mas que las facturas. Es mejor que tu hijo crezca viendo esa relación como ejemplo. ¿DE VERDAD?


Tal y como digo, conozco parejas que se han divorciado y parejas que no lo han hecho. Lo que ha pasado con las parejas que no lo han hecho, es lo siguiente. Los hijos han crecido pensando que lo que ven, lo que viven en su día a día es lo normal, por lo que  terminan en relaciones tóxicas para ellos y para los que los rodean.

Como digo, el tuit de @ladycrocs me hizo pensar. Me hizo pensar en todas esas parejas que en su día vieron que su relación se había roto, pero seguían por el bien de los hijos, llegando a un estado de odio absoluto por la otra persona. Llegando, incluso, a poner a los hijos como escudos entre ellos. 

No sé qué pensaréis vosotros. Pero en nuestro caso, lo hemos hablado largo y tendido. Y tanto mi medio limón como yo hemos decidido que el bienestar nuestro y de nuestra hija estará por encima de todo y en el momento en que nuestro amor se acabe, nuestros caminos ya no vayan de la mano, nos separaremos y seguiremos siendo nosotros mismos, buscando la felicidad, a lo mejor solos, o a lo mejor con otra persona, pero nuestra hija verá que no tiene que conformarse con lo que tiene, si eso no la hace feliz.

1 comentario:

  1. Pues pienso que tienes toda la razón Patricia.
    Es verdad que los niños merecen dos padres felices aunque no estén juntos, pero a veces es complicado. Los conflictos de pareja son muy complicados y la lógica no es determinante en muchos casos.

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