Como este año me toca pringar en el trabajo he decidido que no voy a cerrar el blog estos días. Por supuesto hasta el lunes no habrá entrada, donde hablaré de nuestros días de fiesta y de todo lo que Papá Noel nos ha traído.

Personalmente soy una persona muy navideña. Me encantan estas fechas y hay gente que no lo entiende, pero para alguien que adora la familia son días para estar todos juntos, sea familia política, familia de sangre o familia de amigos, es el momento de disfrutar, de cantar villancicos, abrir regalos, ver la cara de los peques la mañana de navidad, de comer sin límites (espero no engordar los 40 kilos estas navidades) y sobre todo, sobre todo, de pensar en aquellos que no están a nuestro lado, pero que estén donde estén siguen cuidando de nosotros (os tengo siempre presentes).
Tengo un grinch como marido. No le gusta la navidad, le agobia el tema familiar, no le gustan las opulencias y se mosquea por casi cualquier cosa. Pero este año es el último en el que dejo que se queje y dejo que sea como es. Porque el año que viene (cari, si lo lees, tranquilo, será paulatino e intentaré que indoloro), borrón y cuenta nueva. Si las cosas en el 2016 nos van como pensamos y no pedimos grandes lujos, si no seguir igual que ahora mismo (con trabajo, salud y algo de dinerillo para estar tranquilos), entonces y solo entonces, tendrá que dejarse atrapar por el espíritu navideño de esta servidora y del de su hija (que ya me encargaré yo que sea lo máximo de lo máximo).
Iremos a hacer las compras en pareja (sin la peque, obviamente). Montaremos todos juntos el árbol y el Belén. Pondremos luces por doquier y de fondo sonarán villancicos. Iremos a ver a Papá Noel y por supuesto a la cabalgata de los Reyes Magos. Tendremos un tió, que cagará los regalos de los tres la tarde de nochebuena, para que Carlota tenga algo con lo que jugar y pasar la nochebuena mientras los mayores zampamos como si no hubiera un mañana.

¿Por qué pienso hacerlo de esta manera? Porque me encanta que tenga todas las Navidades para poder disfrutar de sus regalos con los juguetes nuevos. Si se le regala todo en Reyes, al día siguiente tiene que ir al cole y llevar un nuevo juguete al cole, supone, seguramente, que acabe destrozado. En casa, cuando era pequeña, mis padres y mis tíos, los hacían de esa manera. Así cuando llegaba el momento de ir al cole, ya no quería llevar nada nuevo, porque había estado dos semanas jugando como una loca. Y los juguetes me duraban mucho más :)
Así que me despido, solo hasta el lunes, y os deseo a vosotros, mi familia de la blogsfera:
FELIZ NAVIDAD
Feliz Navidad!!! Que disfrutéis mucho!! Besitos
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