Bueno, después de unas semanas algo desaparecida, vuelvo a retomar el blog y lo hago con una de las cosas que me ha tenido sumergida en mi mundo.
LA CELEBRACIÓN DEL PRIMER CUMPLE DE LA ENANA.
Por fin llegó el día, la peque cumplía un año. Su primer año, aixxx, como pasa el tiempo, verdad???? Es que no me puedo creer que ya haya pasado un año desde esa madrugada tan llena de emociones.
Estuve planenado todo lo referente a la fiesta meses. Y digo meses, aunque parezca una exageración, porque eran muchas cosas las que pensar y a mucha gente a la que invitar.
Normalmente, a una fiesta de cumple, invitas a los amigos con hijos, amiguitos del cole de tu hijo y como mucho a los abuelos de la criatura. Pero como a mi hija no la hemos bautizado y no hemos hecho una gran fiesta, pensamos que por ser su primer cumpleaños podríamos invitar a todo el mundo, familia y amigos y hacer una gran fiesta para ella.
El sitio escogido fue el parque que tenemos cerca de casa. El parc de les Aigües, un sitio grande, espacioso, con columpios y mesas de picnic. Mesas que cada año, por estas fechas, se llenan de celebraciones de cumpleaños.
Pensé que en pleno mes de julio podríamos hacer un desayuno, el domingo por la mañana, así la gente venía, desayunaba, pasaba un rato entre amigos y familia y luego, cada mochuelo a su olivo. ¿No os parece buena idea? Además los niños pueden correr y divertirse y no molestar a nadie.
¿La comida? Pues aquí una que le gusta cocinar, decidió que en vez de pedir comida o preparar los típicos bocadillos de pan de molde con nocilla y paté, haría unas pastitas ricas y un pastel casero.
La fiesta pasó rápida. La verdad es que el día anterior me pasé el día cocinando. Primero el pastel y luego todas las pastitas, porque al ser tanta gente no hacía solo 10 de cada. Iba haciendo tranquilamente, el horno encendido y yo sudando.
El domingo por la mañana, junto con mi madre, preparamos algunos bocadillos con panecillos pequeños, con jamón y chorizo, obviamente, algo salado tenía que haber, que no a todos les gusta el dulce. Después cortamos melón y limpiamos las cerezas, porque creo que la fruta nunca está de más cuando el calor aprieta.
En teoría el parque abre a las 10 de la mañana, o eso pone en el cartel. Pero cuando salimos, unos veinte minutos antes, pensando en sentarnos en un banco cercano y esperar, vimos que ya había gente. Tuvimos que correr y aunque os parezca que podíamos estar locos, no es así, porque en cinco minutos las mesas estaban llenas de fiestas cumpleañeras. Al ser bastantes, pensé en coger dos y como había un par que estaban algo más alejadas, pensé que era la mejor opción. Colgamos unas guirnaldas en los árboles, colocamos los mantelitos, platos y bandejas con comida, dejamos la bebida en las neveras portátiles resguardadas del sol y a esperar.
La gente fue llegando poco a poco y, creo, a todos les encantó toda la comida que había por allí. Además se nos ocurrió llevar un termo con café para los adultos que seguro que alguno querría, y menos mal que hice tres cafeteras, porque quedó solo un culo de café.
En total estuvimos un par de horas desde que llegó la gente, allí a las 12.30 caía tal calor que mejor nos resguardábamos. Además, estaba pensado para que todos pudiesen venir por la mañana, picar algo y después cada uno podía seguir con su domingo, sin alterar planes del día.
Los regalos fueron todo lo esperado y la verdad es que a todo le haremos un buen uso. Desde el tambor, hasta la ropa o el carro de paseo.
Después del pastel, repartí los regalitos para los invitados y cada mochuelo se fue a su olivo. Eso sí, el año que viene, para todos aquellos a los que invitemos, si lo volvemos a hacer en el parque, seguro, seguro que llevaremos pistolas de agua o globos, porque una de las fiestas, llena de niños, tuvieron esa genial idea y así pudieron refrescarse sin problema. Las Vanessas (mi cuñada y la única amiga que vino) de la fiesta me pidieron que el año que viene me lo pensara y lo hiciera. Y no me lo pensé, dije: SEGURO QUE LO HACEMOS!!!! :)
Y hasta aquí la celebración. Y la parte bonita.
Ahora explicaré algo no tan bonito, pero que como este es mi espacio, me voy a desahogar un poco.
Primero. GRACIAS VANESSA POR VENIR CON TUS HIJOS. :) :)
En principio habían 50 personas invitadas. Vinieron 30.
Sobró comida y sobraron regalos de invitados.
¿Por qué? Pues no lo sé porque, pero así fue. Yo, la tonta que se lía y que le gusta ver a la gente que quiere y con la que se siente a gusto, invitó a la familia y a los amigos y de los amigos solo vino una amiga que es mami con sus dos hijos. Los otros 18 amigos no vinieron.
¿Podría haber comprado menos comida y regalitos? Podría, pero si me avisan la misma semana de la fiesta, cuando está todo comprado, pues como que no puedes hacer muchas devoluciones. Además los regalos de los invitados están hechos a mano por una chica, super amable y simpática y no iba a llamarla, cuando lo tenía todo preparado, y le decía que le hacía una devolución. Yo no soy así.
Así que la semana de la fiesta empecé a recibir mensajes de invitados que no podían venir por diferentes motivos y como puse en el facebook. Entiendo que la gente tenga que ir a trabajar, entiendo que te surgan otros compromisos y debas elegir, pero nadie escogió una fiesta en la que los papis de la criatura (sobre todo la mami) había puesto tanto empeño y amor. Ah!!! Y de trabajo solo iba una persona de la pareja, la otra persona, podría haber venido, si hubiese querido, pero supongo que no somos tan amigos para que hagan estas cosas. Mi marido tiene razón cuando dice que amigos, lo que se dice amigos, solo tenemos uno o dos, entre los dos.
Dos de las cosas que más me cabrearon fueron, que aún estoy esperando que algunos me manden ese mensaje para decirme que no vienen, porque hay que ser maleducado para no decir nada, o simplemente es que yo pienso que somos amigos y de amigos cero patatero.
Y la otra cosa que también me molestó fueron comentarios del tipo: Pues lo celebramos otro día. Pues no oye, la fiesta era el día 5, si no puedes o no quieres venir mala suerte, pero yo no voy a estar de aquí para allá para que todos estén contentos, porque no tengo porqué hacerlo y porque no queremos. Ah!!! y los regalos de invitados que sobraron. Ningún problema, porque quedan estupendamente en mi casa.
Todo esto me ha hecho reflexionar, y me ha hecho pensar en las veces que a mi me han dejado plantada y que no he dado la mayor importancia pero que en el fondo sí me dolía. El problema es que esta vez no fue a mi directamente, si no que fue para la fiesta de mi hija. Es verdad que solo cumple un año y no se entera, pero nosotros, como padres sí, y a mi eso me duele en el alma.
Estábamos acompañados de las personas que realmente quisieron venir y les estaré agradecida siempre, pero los que no vinieron, que no esperen de mi, ni mensajes estupendos y divinos, o que les ponga buena cara, porque no soy así. Ah!! Y que no me inviten a los cumpleaños de sus hijos, cuando los tengan, que tampoco iré. Ya desde aquí os digo, si me leéis, que os lo podéis ahorrar, porque soy capaz de haceros lo mismo solo para que sepais como duele, aunque a lo mejor, esto no os pasa, porque pasáis de todo.
Así que así estoy. Ahora mismo tomando la decisión de seguir con amistades que veo que no lo son al final. Porque que me vean como un paño de lágrimas también me está cansando. Que solo se acuerden de mi para darme malas noticias o escribirme cuando no tienen nada mejor que hacer... Pues oye, que también estoy cansada. Supongo que lo que ha pasado esta vez ha sido la gota que colma el vaso.
Y justo en este momento, mientras escribo la entrada, pienso en el domingo por la tarde, cuando mi marido y yo hablábamos del tema y me decía que esto me lo han hecho a mi, más de una vez. Que aún recuerda el año que él quiso preparar una fiesta, que yo le pedí que invitara a mis amigos y nos fuéramos de cena y terminamos casi solos, porque entre viajes, trabajo y otros compromisos nadie podía venir. Le dolió tanto que me hicieran aquello, que aún no les ha perdonado y supongo que lo que han hecho ahora, pues acrecenta este sentimiento.
Supongo que poco a poco te vas dando cuenta de quien es bueno para ti y quien no. La gente puede ser tóxica hacia otras personas. Pueden absorverte la energía, o simplemente mirar por su propio interés, mientras que tú darías la vida por ellos, porque al fin y al cabo los consideras como de la familia.
Imaginaros. Pensáis que esas personas son muy importantes para ti, que las consideras casi hermanas y que quieres pasar un día tan feliz y bonito con ellas, y al final te quedas sola. Pues duele, duele mucho y no me valen mensajes ese día con: espero que lo paséis bien. Espero que estés mejor. Siento mucho lo que ha pasado.... Porque no me sirve.
A lo mejor es una pataleta de niña pequeña. Pero esto me ha hecho darme cuenta de muchas cosas. Así que ahora es momento de tomar decisiones y ser consecuente con ellas.
Lo mejor de todo. Sé a lo que atenerme a partir de ahora y que el año que viene, mi niña seguirá teniendo su fiesta de cumpleaños y será la mejor del mundo, porque sus padres la prepararán con todo el amor del mundo, y seguramente serán los únicos invitados a la fiesta (aparte de los abuelos, claro está). Porque no pienso invitaros a nada más.