La llegada de un bebé es un momento lleno de alegría y felicidad. Pero eso no quita que nos ataquen los nervios, sobre todo a las primerizas, pensando en todo lo que nuestro bebé necesitará.
Vivimos en un momento en que pensamos que si no tenemos esto o lo otro, nuestro bebé sufrirá. Pero no nos paramos a pensar que a lo mejor, eso que te venden como lo mejor de lo mejor no es tan necesario y algo puedes ahorrar.
Es como la creencia de querer todo nuevo para tu primer hijo y pensar que las cosas usadas no son para él o ella.
Esto no es así. Lo primero es que si nuestras abuelas y madres nos han podido criar sin ciertos "aparatos". ¿De verdad creéis que son tan necesarios? Y no me quito culpa en cuanto a mi parte. Porque yo cuando supe que estaba embarazada empecé a mirar de todo lo habido y por haber para mi bebé y no quería cualquier cosa, nooooooo, tenía las hormonas derrochadoras al máximo y solo pensaba en gastarme el dinerito en comprar lo mejor de lo mejor.
Pero pronto me di cuenta de que si no paraba esa vena consumista (que por suerte no pasó a más, solo a mirar y desear), nuestra economía se vería realmente mal. Así que me tranquilicé y empecé a analizar lo que era realmente necesario, lo que podría ser más o menos necesario y lo que no lo era pero quería.
Este último es el: Si tengo dinerito y quiero, me lo gasto. Si hacen un sorteo y me quiero apuntar, me apunto. Si me toca...¡Bienvenido sea a su nuevo hogar!.
Lo primero que hice fue: Una lista.
En ella puse lo más básico que necesitábamos. Apunté todo lo que se me pasó por la cabeza. Hacía el recorrido por la casa y pensaba: En su habitación qué necesitará: cambiador, armario para la ropa. Cuna. ¿Y en el baño? Bañerita. esponja. Toallas. Algún juguete. Y así con todo.
Lo segundo fue decirle a mi familia todo aquello que íbamos a necesitar.
Mis padres quisieron comprarle la habitación a su nieta. Yo, en un principio, pensé en algo muy sencillo. Cuna, cómoda (quer serviría de cambiador) y como mucho un armario, ya que la habitación donde iba a estar la peque ya tenía un armario.
Al final me convencí a mi misma, y gracias a un pequeño empujoncito, de que era mejor una habitación entera. En que la cuna se convirtiera luego en cama, ya que si no, cuando ella fuera más mayor y tuviéramos que comprar la habitación gastaríamos más y así era una manera de ahorrar.
Es verdad, se ahorra. Pero creo que con la cuna hubiéramos apañado algo. Ya que la peque, todavía duerme en nuestra habitación y la mini cuna se le ha quedado pequeña y nuestra cama cada vez más.
Mis suegros prefirieron darnos el dinero para que lo gastarmos en algo que realmente necesitáramos. Algunas cosas las hemos comprado con su dinero. Como por ejemlo, la minucuna, para los seis primeros meses. El resto, lo hemos guardado en su cuenta corriente. Y ahí está preparado por si surge algún gasto imprevisto.
Mi cuñada, aparte de los regalos que le ha hecho a la peque. Cuando estaba embarazada nos dejó todo aquello que aún conservaba de cuando su hijo era pequeño. Y fue perfecto, porque una de las cosas que nos prestó fue, el carro de paseo. Un bugaboo Camaleon casi nuevo. También nos prestó una silla para el coche y otra nos la regalaron casi nueva. Nos dio cacharros varios para la cocina. Nos sigue dando mucho de los juguetes que están casi nuevos, porque mi sobrino ni los ha tocado. En fin, un sin fin de cosas. Ah!! Se me olvidaba. Cuando dijo en su trabajo que iba a ser tía de una niña. Algunas compis de curro le dieron la ropita de sus bebés. Aixx, que cosas tan monas nos regalaron. Y que nos han ido de perlas.
Mis primas también nos dieron cosas. Por ejemplo: un carro de paseo que utilizan mis padres. Dos tronas. Un sin fin de ropa. Cosas para ese momento y ropa, casi sin estrenar, para cuando sea más mayorcita.
Todo esto te ayuda a ahorrar y sabes que además tu bebé no puede tener algo mejor, ya que confías plenamente y teneis gustos similares.
Otra cosa es: Comprar poco a poco
Si sabes que hay alguna cosa que vas a necesitar y pasas por una tienda de bebés, puedes entrar y comprarla. Es mejor hacer eso, que no dejarlo todo para el final.
Yo, personalmente, me fui a la tienda de bebés y miré todo lo que tenían, que tuviera en la lista, y necesitaría. Otro día, fui con mi madre y compramos todo aquello que era totalmente necesario. Eso sí, le pedimos a mi marido y a mi padre que vinieran con el coche, porque si no, solas no podríamos con algunas de las cosas.
Compra solo lo esencial.
Esto me lo repetía una y mil veces. No hace falta que te cargues con un montón de cosas innecesarias, igual que tampoco de ropa.
Yo compré un pack de 4 bodys de manga corta y un pack de tres bodys de tirantes. Mi peque nació el último día de junio y ya hacía mucho carlor.
La abuela, mi madre, le compró ropa para los primeros días. La primera puesta, la bolsa para el hospital. Eso también hizo que yo parara los pies en comprar.
Sinceramente, es mejor comprar solo lo esencial. Los primeros días casi ni se sale de casa y no vas a cambiar mil veces al bebé. Con unas pocas piezas de ropa que además puedas combinar, ya tienes suficiente.
También creo que una parte importante es: Pensar con lógica.
Puede que la ropa de marca o las bambas último modelo te gusten mucho. Pero realmente es necesario todo eso???
Yo creo que no. Es verdad que siempre te hace ilusión tener algo. Pero algo puede ser una pieza de ropa. No 10.
Nosotros no le compramos nada de marca. Su abuela sí. La ropa que nos dieron también era de marca. Teníamos un par de prendas, que este invierno han sido lo más de lo más. Y sinceramente, se lo poníamos porque le quedaba genial, pero ¿y lo que no es de marca?
Pues también se lo hemos puesto y mucho más.
Es mejor pensar en qué es lo más cómodo para el bebé y para ti, que no en la marca en sí. Ya tendrá tiempo de lucir marcas cuando venga a pedirte dinero para comprarse un vestido o unos pantalones.
Yo casi toda la ropa se la sigo comprando, online, en Kiabi. La ropa está muy bien de precio y la calidad está muy bien. La mayoría, por no decir todos, los bodys que le he ido comprando, son de esta marca. 100% algodón. Con un tacto suave y perfecto. Además de ser cómodos, pues compraba con corchetes, que se abrían por delante. Así no había que meter nada por su cabecita.
Tienes que pensar que no lo va a usar mucho tiempo. A lo mejor le pones una ranita, tres o cuatro veces. Una se la pones para estrenarla. Otra para terminar de mancharla. Otra cuando está limpia. Te regalan ropa. Y la dejas en el armario. La encuentras y se la vuelves a poner. Esta vez le queda justa. Se la quieres poner otra vez y ya no le vale.
Siguiendo con este tema anterior. Un consejo que doy y que me fue estupendamente: Compra tallas algo más grandes.
Cuando el bebé va a nacer, te dan el peso aproximado, pero a veces se pueden quedar cortos o se pasan de largo. En la última ecografía que me hicieron, me dijeron que el bebé pesaba unos 4 kilos y que crecía rapidamente. A los dos días de eso me puse de parto. Y cuando nació y la pesaron era un bebé de tres kilos con casi setecientos gramos.
Yo, por si acaso, la ropa se la compré, casi toda, de un mes. Las ranitas y algunos de sus pijamas le quedaban algo grandes. Pero también pensé que era mejor así. Porque ayuda a que se lo puedas poner más rapidamente y no molestarlo tanto.
A lo mejor, algunas de las prendas de recién nacido no le hubiesen valido. Sin ir más lejos, algunas de las prendas que nos regalaron, cuando fuimos a ponérselas era imposible. Le quedaba tan justa la ropa que le molestaba y no paraba de quejarse. Así que al final la ropa, algo más grande va mejor. Primero porque te aseguras de que le valga y segundo, se lo podrás poner más veces y amortizas esa compra.
Debes gastar el dinero en cosas más lógicas y que sepas que realmente puedes necesitar.
Por ejemplo: protectores para el colchón. Menos mal que esta lección la aprendí rápido. Porque la peque siempre se meaba en el peor sitio, cuando le estabas cambiando en algún sitio, en plan rápido.
Los baberos también es una compra que es mejor hacer a pares. A mi me han ido genial. Porque cuando empiezan a babear, es lo peor. Imagínate que tu bebé se le cae la baba y con ella reburgita algo de leche. Cambias el babero y la ropa sigue limpia.
Y cuando ya empiezas a darle de comer. Es una inversión estupenda.
Espera a los regalos.
Esto es una cosa que me dijeron. No compres todo. Espera a los regalos.
Al principio pensaba. Es una tontería. Y si me regalan algo que no quiero, y si me dan algo que no me gusta.
Pero la gente es lista. Y si son amigos y familiares que te conozcan y sientan confianza más. Porque te llamarán y te harán una preguna lógica: ¿Qué quieres? ¿Qué necesitas? ¿Has comprado esto o lo otro?
Eso te salva de comprar muchas cosas. Por ejemplo: Un familiar, cuando supo que estaba embarazada, me regaló un cambiador, de los que metes en la bolsa, con una cartera para llevar los papeles del bebé, a juego.
Ni se me había pasado por la cabeza comprar algo así.
La hija de esta me llamó y me dijo: Tienes trona portátil. Le contesté que no. Pues cuando vino a ver al bebé al hospital, vino con la mejor trona portátil que hay.
Sí, estoy enamorada de esa trona, porque te da mucho servicio. Porque parece un bolso. Porque no pesa y encima puedes llevar, en un compartimento secreto, la comida y postre de tu bebé.
Otra cosa. El bolso para llevar sus cosas. Tengo un montón. Todos regalos y a cual más bonito. Al principio utilizas uno, luego vas cambiando. Puedes hasta combinar. Algo que me encanta.
Toallas para la peque. Personalizadas. Ropa. Bañera. Sábanas. Juguetes. Hamacas.
Todo lo que quieras. Todo lo que realmente necesites. Si te preguntan: No te cortes!!!! Te ahorraras mucho dinero y será lo mejor para ti. Porque encima te lo traerán los primeros días y podrás tenerlo todo en casa, preparado para el momento de mayor utilidad.
El carro del bebé o un fular o mochila ergonómica.
Tienes que pensar en qué es más cómodo para tu día a día.
Yo en un principio quería el carro. Además estaba enamorada del Xplory de Stokke. Por suerte para mi, esa marca es tan cara, que por mucho que la mire y la admire, no podré comprarla.
Al final nos prestaron otro carro, de una marca también muy buena. Bugaboo. El camaleon. Uno de los más grandes. ¿Bonito? Por supuesto. ¿Práctico? Para mi no.
Cuando me quedaba poco para tener a la peque. Me di cuenta que para el día a día y con lo que tenemos, era mejor portear a la peque. Amiga que no sabe qué comprar. Quiero una mochila ergonómica. Mochila en casa cuando Carlota ya había nacido.
El carro. El carro nos fue estupendamente. Porque tenía donde ponerla cuando estábamos en el comedor y no quería sacar la minicuna. El capazo del carro me sirvió para que la peque pudiera estar durmiendo y siempre preparada, por si tenía que salir.
Pero llega el momento de meter el carro en el coche. Pues no nos va tan bien. Un carro de este tipo, es un armatoste. Y para que te quepa, necesitas un coche con un buen maletero.
Imaginaos la situación. Carro grande, bugaboo Camaleon. Junto con un mini coche: Citroen C2. Tres puertas. Cuatro asientos, maletero ínfimo. Y al final, gracias a que el padre y la madre les encanta el tetris, consiguen meter dentro a tres personas y un carro en dos partes. Al final, papi y yo nos dimos cuenta que para este coche o tenemos un carro más pequeño, o porteamos.
Portear es genial. Llevas a tu bebé encima. Se queda dormidito enseguida. Hay diferentes tipos de porteadores ergonómicos. Ya os hablé de los que tenemos nosotros en esta entrada: aquí.
Llega un momento en que el bebé pesa. A ver, a mi no me molesta, pero yo no porteo a la peque tanto como el padre y este sí desea que tengamos un carro que nos vaya bien. También pensando en el verano, el calor, el sudor. Así que nos hemos decidido. Y ya hemos pedido el carro. Eso sí, como tampoco es barato. Ya he ido diciendo a todas las personas que vienen a la super fiesta de cumple que le estamos preparando (que ya os contaré en otra entrada), que si prefieren darme el dinero de lo que pensaban gastarse y así aportar a comprar el carro, será bienvenido, si no, siempre tengo plan B y he mirado algunas cosillas, para que puedan comprar lo que les plazca. (Tampoco vas a decirle a la gente que sí o sí tienen que hacer eso. Ya que el regalo es libre).
Cosas denominadas "para bebés".
Es como cuando te casas. Cuando vas en busca del sitio donde celebrar la fiesta de tu unión, a la persona encargada se le pone el signo del euro en los ojos, pensando en todo lo que te va a sacar.
Así que para las cosas de bebé es otro tanto de lo mismo. Lo mejor, hay cosas que no son denominadas para bebés, pero que pueden hacer el mismo uso y son igual o más bonitas, a la par que más baratas.
Así que hay que vigilar y sobre todo investigar. Si puedes ahorrarte algún eurillo, mejor que mejor.
Las cosas realmente necesarias cómpralas de la marca que más confianza te dé.
Yo tengo una amiga que trabaja en una tienda para bebés. Desde siempre, es una tienda que todo lo que tiene me encanta.
Y por suerte, tengo la confianza suficiente como para decirle a mi amiga. Quiero esto o tal otro y ella siempre me ayuda. Me ayuda en forma de que me dice: Esto mejor aquí o con nosotros.
La mayoría de cosas, es comprado en su tienda. Pero porque ella es un amor y nos asesora estupendamente con todas las necesidades del bebé y sí, seguro que alguna comisión puede llevarse, pero mejor se la doy a ella y no a otra persona que no conozca y que realmente no me dé la confianza que ella sí. Las cosas de ella, siempre nos han salido bien y sabemos que es una buena inversión. Primero porque estamos tranquilos y segundo porque se pueden guardar, por si algún día la enana se convierte en hermana mayor.
Lo último que aconsejaría a una mami primeriza es: Analiza todas tus prioridades objetivamente. Y no te muevas por el consumismo.
Por mucho que quieras algo, porque te queda bien en su habitación, porque es lo último que ha salido y es lo más novedoso. Siempre, siempre, siempre, pregúntate: ¿Realmente lo necesito? ¿Tiene que ser este mismo y no otra marca más económica? ¿Nadie que conozca lo tiene y me lo puede prestar?
Así que lo dicho. La llegada del bebé es un momento feliz y que te puede crear un agujero enorme en el bolsillo, si tus hormonas, igual que las mías , se vuelven locas en el tema consumismo. No compres por impulso. Piensa bien todo lo que tu bebé necesita.
Si aplicas estos pequeños consejos, seguro que podrás ahorrarte mucho dinero.