Hoy vengo con la noticia de esta semana. Mi trabajo.
Llevo varios años trabajando como externa en una gran empresa. En el centro de la ciudad de Barcelona. Hace una semana, la jefa para la empresa que trabajo me llamó para pedirme que hiciera una sustitución en otra empresa. Porque me necesitaba a mi. Sinceramente, algo me parecía muy raro y al día siguiente supe porqué. Y es que me pidió que fuera, porque quería que lo viera, y me vieran y me evaluaran.
Parece ser que les gusté y por eso me ofreció subirme el sueldo y el horario. Pues haré, 40 horas semanales. Todo ha pasado demasiado rápido. En una semana. Pues hoy, martes, me voy de este centro donde he estado 6 años y medio, para irme a otro centro y allí empezar una nueva etapa laboral.
Espero que todo esto, sea para mejor.
Foto que le envié el día de la madre
Pero bueno, dejemos todo este tema aparte. Hoy es un gran día. Una persona muy importante para mi, cumple años. Esa persona es la persona que me dio la vida. Esa persona que quiero rendir homenaje es mi madre.
Mamá te quiero. Te quiero mogollón. Sí, mogollón, aunque no te lo creas. Y sé que es así, porque nunca te lo digo. Sé que es así, porque tú tampoco me lo dices a mi. Sé que no te lo crees, porque no hay semana que no nos enfademos. Pero creo que es un día que necesito decirlo. Gritarlo a los cuatro vientos. Sin ti yo no estaría aquí. Sin ti, todo sería diferente.
Desde que nació Carlota te has volcado en ella. Y aunque lo entiendo, siento cierta envidia. Porque ella es tu nieta. La primera. La única. Pero yo soy tu hija, la primera y la única. Y a veces, necesito atención de ti.
Sí, tengo 33 años y tu haces 20 más. Pero eso no quita que te necesite. Que te quiera. Que quiera que seas feliz. Que no tengas agobios ni problemas. Que seas una abuela siempre que quieras. Que quiera que seas mi madre, esa madre con la que hablaba horas y horas. Esa madre que me explicaba sus cosas y yo las mías.
Siento que somos tan iguales que chocamos continuamente. Siento que si no lo digo yo, tú no lo harás:
Mamá. Lo siento. Siento haberte decepcionado. Siento que pienses que no puedes contarme las cosas. Siento que esto nos ocurra a nosotras. Porque creo que eres mi madre y también mi amiga.
Cuando te doy un consejo, no es para hacerte sentir mal, si no porque pienso que a lo mejor lo necesitas. A lo mejor me he metido demasiado donde no debía. Pero admitámoslo, a veces tu también lo haces.
Mami, gracias. Gracias por ayudarme. Gracias por apoyarme. Gracias por estar ahí. Espero que algún día, si me necesitas no dudes en pedirme ayuda. Porque haré lo imposible por ti.
Foto que nos hicimos la verbena de San Juan, pocos días antes del nacimiento de Carlota
Y aunque digas que soy niña de papá. También lo soy de mamá.
TE QUIERO Y SIEMPRE TE QUERRÉ.
Mis padres y mi niña, el día de año nuevo. ¿se puede ser más feliz?
Que post más precioso!!! Y por supuesto enhorabuena por el acsenso.
ResponderEliminarNos leemos, un beso!