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martes, 6 de noviembre de 2018

EN LA MATERNIDAD TAMBIÉN: DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO

Después de un mes de parón en el blog... Disculpadme, necesitaba un descanso. Octubre ha sido un mes negro en mi casa y la verdad, necesitaba desconexión total. He desconectado casi de las RRSS y del blog, porque aunque lo echaba de menos, necesitaba recargar mis pilas, empezar el mes de noviembre con más energía y sobre todo volviendo a ser yo.

Hace unas semanas EmocionArte colgó en su blog un post con una colaboración que había hecho con ella, lo podéis leer aquí. Ha sido todo un placer poder colaborar con ella y espero que esto se vuelva a repetir en el futuro.

Así que os dejo con el tema escogido: Donde dije digo, digo Diego. ¿Verdad que os suena? Yo soy la primera que en su día dije, tengo que comerme mis palabras, porque juré y perjuré no hacer ciertas cosas en mi maternidad y he caído en TODAS. 

Propuse en mi TL colaboraciones mutuas, y Patri, de Mami Reciente Cuenta, no se lo pensó dos veces. En seguida nos pusimos en contacto por privado, y los temas surgieron desde la espontaneidad y los intereses propios de cada una. Hoy os vengo a hablar de mis teorías previas a la maternidad, a día de hoy echadas por tierra. Gracias Patri, por darme la oportunidad de expresarme en tu espacio y poder dar a conocer a toda tu comunidad mis ideales, borrados por la realidad del día a día en torno a la maternidad y a la educación de nuestros hijos.


¡Qué mundo tan apasionante el del cuidado y la educación de nuestros peques! Los que me conocéis, sabéis que trabajo en el aula, disfrutando de los críos, su sabiduría, naturalidad, y de la música a la vez, desde hace ya doce años. Seguro que conocéis el dicho “en casa del herrero, cuchillo de palo”. Pues bien, es totalmente aplicable al momento que estoy viviendo con mi hija, en varios aspectos. Ahora me explico con ejemplos, y seguro me entendéis ipso facto. Antes os explicaré con pocos adjetivos cómo es mi hija, para que os hagáis una idea del “bicho” que tenemos en casa. es: curiosa, inquieta, cariñosa, torbellino, graciosa y con sentido del humor, pilla, desafiante, pícara, noble, nerviosa, … Esta antesala no es en vano. Igual pensáis que lo hago para justificar mis actos o la explicación que viene a continuación. Puede ser. No digo que no.

Antes de que naciera la peque tenía pensado llevar una disciplina en casa similar a la que llevo en el aula, bueno, más que pensado, creí que yo sería la misma en un ámbito y en otro. Voy a cambiar la palabra disciplina no sea que alguien se me moleste, me refiero a poner límites. Pues bien, la Silvia profe no tiene nada que ver con la Silvia madre, ¡qué cosas! O tal vez soy igual, lo que pasa que al centrarme en un solo individuo, mi hija, la cosa cambia. Os voy a poner ejemplos de mi día a día con E, que los pensaba de una manera y han resultado ser todo lo contrario, a ver si también os sentís reflejad@s. Os escribo en negrita lo que pensé a priori.

Ella dormirá en su cama y yo en la mía
Más o menos. Aunque hemos mejorado, todavía hay noches que pueden pasar dos cosas: le leo cuentos y nos quedamos las dos fritas, o bien me llama a media noche, voy y me quedo frita otra vez. 
 Fue una niña que no soportaba la cuna, se sentía algo así como enjaulada y, al año, casi la pusimos ya en su cama. Lo que tenía muy claro y eso se ha mantenido es que, cada uno tenemos nuestras camas y no había motivo para que ella viniera a nuestra cama (ahora se me tirará mucha gente encima, lo sé, es mi manera de verlo, respetadla como yo respeto la vuestra, gracias). 



No habrá chupete, porque deforma el paladar, y si al final lo hay, se le quitará pronto


Menos mal que papá tomó la iniciativa, y un perrito de juguete de esos que van a cuerda se lo llevó cuando la peque estaba a punto de cumplir los 2 años, porque si fuera por mí, aún lo llevaría, incapaz de sacarle oye, cogía unas rabietas alucinantes.




Mientras coma, no habrá TV ni juguetes que valgan en la mesa
Me río cuando lo escribo. Hasta los videos del Youtube en mi móvil le he llegado a poner para que coma. Un desastre, oye. Pero es que la niña los tiene muy bien puestos y cuando dice que no quiere comer, sin ni siquiera probar lo del plato, tendría que dejarla sin comer como dice su pediatra, pero mira, que una no puede hacer siempre todo lo que le dicen. Que conste que, a día de hoy hemos mejorado un poquito este punto.


En cuanto aprenda a caminar, no querrá cochecito y podré irme con ella a muchos sitios
¡Las narices! Que no querría el coche sí, pero la palabra “aúpa” la ha gastado tanto, que voy a tener que ir al fisio directa un día de estos (casi 15Kg ya). 
Me montaba cada pollo en la calle si no la cogía, que acababa cogiéndola, sí, como una mala madre que lo consiente todo, pero de cosas de mala madre ya os hablo al final. 
Y también, os voy a decir la verdad, (porque analizo todo lo que hago y dejo de hacer), pienso que en el hecho de cogerla hay un componente mío de, ¿cómo explicarlo?, un sentimiento de proteccionismo, de no querer que crezca, de que siga siendo mi bebé, de tenerla muy cerca, casi abrazada a mí, porque si anda, apenas tengo un contacto con su manita. Madre mía, estoy chocha perdida, lo reconozco. Pero, ¿quién no está enamorad@ de sus hij@s?


No acabaría con los mil y un ejemplos diarios de “mala educación” que dirían algunos, así que para rematar, os listo unas cosillas que aún me hacen ser más mala madre:

  • Cuando ya no puedo más, le doy mi móvil para ver videos. 
  • Todavía le dejo comer con las manos.
  • Va al parque, pero no todo lo que ella y yo quisiéramos, me aburre un montón estar en el parque vigilándola, confieso, y no me entusiasma hablar con otras madres o padres. 
  •  Antes de nacer E, me guardé del Pinterest mil y una actividades para hacerle, pero no he llevado a cabo ni siquiera una cuarta parte de ellas.

Como veis, no por ser maestra está todo controlado. Y las cosas que teníamos clarísimas como pareja antes de que naciera, algunas de ellas ya se han ido al traste, cuando uno le tacha a una servidora de permisiva por ejemplo, o yo misma a él de intransigente. Problemillas de la vida diaria con hijos que muchos de vosotros supongo también tendréis, y si no es así, felicidades, pero deberíais probar un poquito de adrenalina, que de vez en cuando no va nada mal.

4 comentarios:

  1. Q razón!! La de veces q me he tragado mis palabras desde q llegaron a mi vida bicho1 y bicho2!! Por cierto, lo habéis modificado?? Pq antes lo he leído y creo q mami reciente hacia un hincapié en el respetar q cada una lleve su maternidad como mejor le convenga y ahora q tenía un rato para comentarte veo q ya no está, estoy alucinando??

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  2. Muchas gracias Irene por tu comentario. La verdad es que la realidad supera la idea que teníamos inicial, es así, es normal. Un abrazo!

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  3. No entiendo porque has quitado le mejor frase de toda la entrevista donde se aboga por el respeto a todos los tipos de maternidad.

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  4. La M/Paternidad es la experiencia en la que mas aprendemos y en la que mas cambiamos. Prácticamente todo lo que pensaba que no haría al final lo hice. Hasta que no estas ahí nunca puedes decir de esta agua no beberé!

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