Hacía tiempo que no traía una reseña de esos libros que tenemos en casa. La última fue la del Vampiro Edelmiro, uno de los libros que más le gustan a la peque.
Hoy le toca el turno a un libro del que había oído hablar maravillas y que sabía que en algún momento caería en nuestras manos.
Los peques de la casa deben aprender a gestionar sus sentimientos. Nacen de dentro y a veces no saben cómo explicarse y ahí llegan las frustraciones. En casa trabajamos los sentimientos y el cómo nos sentimos diariamente, pues la frustración, aunque es un sentimiento que debemos pasar, para saber gestionar, no es de los mejores. Así que nos gusta que la peque nos pueda decir cómo se siente, si algo no le gusta, si está enfadada, triste,... Y el por qué de ese sentimiento.
Tenemos la suerte de que en el cole de la peque es un tema diario, que no dejan de lado y en el que trabajan y ayudan a los niños día a día.
Hace unas semanas tocó el día de puertas abiertas en el cole, para los padres. Podíamos ir a las clases y a las extraescolares y allí veíamos qué hacían día a día. Yo no pude ir a todo, pero como psicomotricidad son los viernes, me apunté enseguida. Es una de las extraescolares que tiene la peque y cuando llega el viernes está encantada porque va a ver a su querida S. Ese día, la profe lo tenía todo preparado y nos enseñó muchas de las actividades físicas que hacían, pero para ella, aunque la psicomotricidad es el tema principal de la clase, no es el único y por ello hay dos cosas que cada viernes, hace con los peques. La primera cosa es el cómo se sienten ese día. Para ello, S se ha hecho unas tarjetas gigantes con cada color del monstruo y unas tarjetas más peques con los nombres de los niños. Cada uno pone su nombre en el monstruo correspondiente y luego le explican el por qué se sienten así. (Por cierto, lo segundo que hacen es yoga para niños, que un día os traeré algunas de las posturas que hacen y el por qué de cada una).
Carlota ya os digo que esto le encanta, porque expresar los sentimientos es algo que creemos verdaderamente importante para el desarrollo de la persona.
Hoy le toca el turno a un libro del que había oído hablar maravillas y que sabía que en algún momento caería en nuestras manos.
Los peques de la casa deben aprender a gestionar sus sentimientos. Nacen de dentro y a veces no saben cómo explicarse y ahí llegan las frustraciones. En casa trabajamos los sentimientos y el cómo nos sentimos diariamente, pues la frustración, aunque es un sentimiento que debemos pasar, para saber gestionar, no es de los mejores. Así que nos gusta que la peque nos pueda decir cómo se siente, si algo no le gusta, si está enfadada, triste,... Y el por qué de ese sentimiento.
Tenemos la suerte de que en el cole de la peque es un tema diario, que no dejan de lado y en el que trabajan y ayudan a los niños día a día.
Hace unas semanas tocó el día de puertas abiertas en el cole, para los padres. Podíamos ir a las clases y a las extraescolares y allí veíamos qué hacían día a día. Yo no pude ir a todo, pero como psicomotricidad son los viernes, me apunté enseguida. Es una de las extraescolares que tiene la peque y cuando llega el viernes está encantada porque va a ver a su querida S. Ese día, la profe lo tenía todo preparado y nos enseñó muchas de las actividades físicas que hacían, pero para ella, aunque la psicomotricidad es el tema principal de la clase, no es el único y por ello hay dos cosas que cada viernes, hace con los peques. La primera cosa es el cómo se sienten ese día. Para ello, S se ha hecho unas tarjetas gigantes con cada color del monstruo y unas tarjetas más peques con los nombres de los niños. Cada uno pone su nombre en el monstruo correspondiente y luego le explican el por qué se sienten así. (Por cierto, lo segundo que hacen es yoga para niños, que un día os traeré algunas de las posturas que hacen y el por qué de cada una).
Carlota ya os digo que esto le encanta, porque expresar los sentimientos es algo que creemos verdaderamente importante para el desarrollo de la persona.