¿MAMITIS? HARTA DE TONTERÍAS

Desde siempre me han dicho: Uiiixx, tiene mamitis.... Vaya, cuanta mamitis.... Claro, como ahora está con mamá ya no quiere saber nada del resto.... Es que cuando tú llegas se porta fatal... Tienes que hacer que sea más independiente, si no siempre estará pegada a ti... Claro, todavía le das la teta, así que es normal, tiene mucha mamitis...

¡YA BASTA! Estoy hasta las santas narices de estos comentarios. Sí, lo digo así, porque me sale así y menos mal que no suelto ningún improperio de los míos. Y es que nadie se para a pensar que la peque todavía es eso: pequeña. Que solo tiene dos años (28 meses!!!) ¿qué se pretende? ¿Que sea un niña totalmente independiente? ¿Qué no necesite a mamá? Ese momento llegará, lo sé. Pero ¿por qué ese afán de decir estas cosas? ¿Por qué la gente no puede meterse en sus propios asuntos? 

Lo mejor de todo es si un día, a la peque se le ocurre no preguntar por mamá. Ya todos dicen.... uxxx, ya se ha cansado de tí, ¿verdad? Ufffff, dame paciencia, porque si no le arreo una... en serio, que no puedo más.

Y lo que más me duele es que el 90% de las veces, estas frases vienen de gente de nuestro entorno más directo. Con lo que encima, no lo oyes de vez en cuando, si no, día tras día, tras día. 

Así que hoy vengo a decir que estoy ¡HARTA! Hace unas semanas hablé de un tema parecido. El respeto ¿os acordáis? Os dejo en post aquí. En él reivindicaba el respeto hacia mi maternidad, a que la gente dejara de meterse en asuntos ajenos y que la maternidad es de que cada uno y no de todo el mundo. 

Puede que este tema, para algunos, sea parecido, pero para mi no. Supongo que me toca bastante cerca y estoy tan quemada que antes de explotar, prefiero contarlo aquí y soltarlo a bocajarro.

Carlota  y yo estamos separadas (de lunes a jueves) 12 horas de reloj. ¡¡¡¡DOCE!!!! Y es que mi horario laboral no tiene nada de conciliador. Así que se pasa el día sin mami. Está con papi, en el cole, con los abus. Pero no es lo mismo. Sé que está bien cuidada, pero no estamos juntas. No está con mami. Así que, después de pasar todo el día sin verme, empieza a preguntar por mami, por la teti y a ver cuándo llegamos. El momento, creo yo, más feliz, del día, para ella, es el momento en que paso por delante del escaparate de la tienda y me ve. Se le dibuja una sonrisa que ya muchos quisieran ver. Sale corriendo a la puerta para abrirme y ya no existe nadie más. ¿Algún problema? Pues no. Pero parece que para los demás sí. Es nuestro momento. El momento que ella ha estado esperando todo el día. El momento en que llega mami (y la teti), el momento en que yo la abrazo, le doy besitos, le voy preguntando por el cole, mientras ella  tiene la teti consigo. El momento en que me abraza, me da caricias (me pega patadas de la emoción) y aún así, aún sabiendo esto, la gente sigue igual. 

Tengo ganas de gritarles: PERO DE VERDAD NO LO VES NORMAL???!!!!??? Pero es que mis palabras se las lleva el viento, todos tienen su justificación, todos tienen su comentario hiriente.

El fin de semana.... Más de lo mismo. Por fin, el viernes a mediodía estamos juntas. Pasar la tarde con mamá. El fin de semana sin separarnos. Así que sí, cuando quiere jugar, llama a mamá, cuando vamos a casa de alguien, mamá no puede desaparecer sin que ella sepa donde está. Sí, claro que es agotador. ¿A lo mejor se piensan que para mi es camino de rosas? Pues no. No lo es. Mi hija no me deja ni cocinar, se pega a mi pierna y ahí está, pidiendo brazos, pidiendo besos y sobre todo pidiendo que mami la haga caso. Tampoco puedo ducharme sin que ella quiera meterse conmigo en la bañera, no sea que mamá desaparezca por donde se va el agua. Así que si sé que tengo que hacer algo que me llevará un rato, me levanto antes que ella, para estar sola, concentrarme y poder terminar las tareas pendientes antes de que abra los ojos. Y así, poder disfrutar de estar juntas. Claro que llega un momento que a lo mejor me siento presionada, me siento cansada y sí, este fin de semana he explotado y he acabado chillando. Mal, muy mal es como me siento. Pero tampoco ayuda el no sentirme apoyada y comprendida por ese entorno inmediato que nos rodea.

Supongo que realmente les molesta. Supongo que les gustaría que mi hija fuera como un mono de feria de que cuando lleguen solo les haga caso y monerías para su disfrute. Pero no, ella es una pequeña persona que siente y padece como la que más. Que tiene sus momentos intensos y que sí, necesita a su madre. ¿De verdad no os parece normal? Ella ha pasado 9 meses dentro de mi barriga, sintiendo lo que yo sentía, oyendo los latidos de mi corazón, dándole calor y cobijo. Y en el momento que sale, ¿qué? la echo al mundo y que se vaya con cualquiera. Pues no. Ella quiere estar con su madre, porque en sus brazos se siente tranquila, se siente feliz. Porque con su teti se calma y se consuela. Porque los besos de mamá son sanadores y muy poderosos.

Así que aquí estoy, para desahogarme, para decir: ¡BASTA YA! para pedir que no digan esas cosas, que la gente callada está más guapa. Que mi hija solo tiene dos años, que ella solo quiere estar con mamá, porque no pasamos el tiempo suficiente juntas. Porque ahora, todo su mundo se centra en sus padres.

¡Claro que quiero tener más momentos de adulto al salir de casa! ¡Claro que quiero que sea más independiente! ¡Claro que quiero tener una conversación sin nadie gritando: mamá, mamá, mamááá! Pero sí, lo encuentro lógico que ahora esté así, encuentro lógico que quiera estar conmigo. Encuentro lógico que sus necesidades básicas las cubra su madre y no, no encuentro lógico ese afán por el desapego y por criticar aquello que no se conoce o simplemente porque te apetece hacer daño.