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martes, 17 de febrero de 2015

LOS PRIMEROS PROBLEMAS. LA LACTANCIA MATERNA

Cuando me quedé embarazada, supe que quería dar LME (leche materna exclusiva) 6 meses y luego LM y AC (leche materna y Alimentación complementaria) durante los dos años siguiente, como mínimo, como recomienda la OMS (organización mundial de la salud) y la AEP (asociación española de pediatría).
La LM es lo mejor que podemos dar a nuestros hijos como madres y si podemos y queremos es una manera de darle anticuerpos sanamente y por qué no decirlo, durante los 6 primeros meses ahorras mucho dinero en leche de fórmula y biberones, ....

Durante las clases de preparación al parto nos explicaron cómo debíamos posicionar al bebé, como debía poner la boca, como debía coger el pezón y parte de la aureola (o toda entera si es pequeña),.... 

En mi estancia breve (menos mal) en el hospital, tuve que hacerlo lo mejor que pude y que recordaba. Pues las enfermeras me ayudaron mas bien poco. 
Como expliqué en un post anterior, a la niña se la llevaron hora y media de mi lado. Un momento que parecía que nunca se acababa. En cuanto la trajo la enfermera, me dijo que me quitara la parte de arriba del camisón por que me iba a enseñar cómo se hacía. 
Me cogió el pecho, y apretó el pezón, no me hizo daño, pero pensé que esa manera no la conocía. Después de apretarme el pezón me explicó que esa era la mejor manera, para que el bebé se cogiera bien al pecho, después de que la enana se cogiera a él, me dijo que pasados 10 minutos la cambiara de teta. Lo intenté una vez. Nunca más.

Durante ese primer día de vida de mi pequeñaja, el papi y yo intentamos ponerla al pecho cada tres horas, como nos habían dicho. Y ella como se despertaba justo para ese momento pues la ponía y listo. 

El problema es que yo no estaba muy a gusto y creo que ella tampoco. Al día siguiente por la mañana vino otra enfermera, que se había llevado a la niña para que la viera el pediatra. La trajo y me dijo que la pusiera al pecho. Hizo exactamente lo mismo que la mujer del día anterior, coger mi pecho, apretar el pezón y decirme que esa era la mejor manera. Empecé a creérmelo. Después me dijo que la niña tendría problemas porque mi pezón era muy pequeño y casi no sobresalía y que por eso tenía que comprarme unos formadores de pezones (que compra tan estúpida). 
Después de eso, cogió al papi y le dijo que me cogiera mi pecho, el que le había ofrecido a la enana y que lo cogiera y lo estrujara por varios sitios. Podéis imaginaros nuestras caras. Pero él, como padre primerizo devoto, lo hizo unos minutos, en cuanto se fue aquella endemoniada mujer, le dije que parara. Digo endemoniada, porque parecía que se había tragado un speed, o alguna cosa extraña. Parecía que tenía un cohete en el culo y hablaba por encima de los decibelios permitidos. Así que me puso de los nervios.

Aquella misma tarde, viendo que la enana no se cogía bien y que lloraba de vez en cuando al no poder mamar, el papi llamó a la sala de enfermeras y pidió que viniera una. ¿Vosotros habéis visto a una enfermera buscar a una recién parida? porque todavía la sigo esperando, después de siete meses.

Por fin llegó el día que nos íbamos todos a casa. Y eses día era crucial para mi. Tenía que intentar que se enganchara bien. La leche había subido y necesitaba que mamara para producir más. 
El problema es que ante unas hormonas alteradas, un bebé llorando desconsoladamente y una madre frustrada, no pude dar el pecho. Yo lo único que hacía era llorar. Lloraba amargamente, porque pensaba que no se engancharía, mi marido le dio un biberón de refuerzo (que nos dieron en el hospital, pues había perdido mucho peso, según ellos). La niña se lo zampó en un visto y no visto.

Mi angustia crecía y el papi intentaba consolarme. Al pasar las tres horas, él tomó el mando de la situación. Me dijo que me sentara en el sofá, me pusiera el cojín de lactancia. Que respirara profundamente y dejara que mi instinto me guiara. 
¿Sabéis qué pasó? Que la enana se enganchó. Que se cogió a la teti y estuvo más de media hora chupando sin cesar.

Obviamente, gracias a las hormonas y a que soy muy sentida, volví a llorar. Pero esta vez era de felicidad.

Entonces llegó otro problema. Era verano, la enana recién nacida. Un calor que te mueres en Barcelona, con la humedad subiendo en cada momento. Así que ella quería estar en el pecho todo lo posible. Sabía que no era una de esas "famosas" crisis de crecimiento, pues tenía una semana. 
Cuando se lo expliqué a la pediatra me dijo que era normal, debido al calor y que le diera cuando yo creyese conveniente. Así que LME a demanda en todo momento.

Pero me dolía, me dolía mucho mis pechos. Había momentos en que no podía soportar el dolor. Pero normalmente no era cuando ella estaba en le pecho, si no unos minutos más tarde y duraba entre media hora y una hora. Yo no entendía porque estaba pasando eso. Y me miraba el pecho, por si tenía grietas, heridas, .... Pero allí no había nada.

Seguí dando el pecho, muchas veces con las lágrimas cayéndome por el rostro. Ella comía y eso era lo que yo quería, pero el dolor era insoportable y no entendía qué estaba pasando. El papi no entendía cómo seguía dándole LM si me dolía tanto. Siempre me decía que abandonara, que le diera biberón, que no podía darle a costa de mi salud.

Pero no era mi salud. No entendía qué era, pero mi salud no estaba en juego. Luego venía mi padre y me decía lo mismo. Algunas amigas también, y empecé a sentirme sola en todo aquello. Hablé con papi, le pedí que me apoyara y que no volviera a decirme que le diera bibi, porque no quería si no era estrictamente necesario.

A la semana siguiente fuimos al ginecólogo, para la visita después del parto. Le expliqué mis dolores en el pecho. Él me los estuvo mirando, por si acaso tenía algo como una mastitis. Pero pronto me explicó que aquello era bastante normal. Me dolía el pecho desde el sobaco hasta la punta del pezón, cuando ella no mamaba. Él me dijo que no me preocupara, que seguramente era pasajero, y que todo eso pasaba, porque mis pechos habían estado tranquilos y ahora entre que se llenaban y la niña estaba en la teta cuando quería me dolían. Pero en el momento que mi cuerpo se acostumbrara todo eso pasaría.

Y la verdad es que fue así y pude respirar tranquila, mientras le daba el pecho a la niña.
Pronto nos hicimos con un horario, más o menos, de 2 o 3 horas entre comidas. Yo podía descansar con ella, cuando dormía, pues por las noches, cada hora y media se despertaba. Tenía las ojeras que me arrastraban por el suelo de la casa. 

Pero todo se fue normalizando. Hasta el día que la niña se pasó desde las 4 de la tarde, hasta las 8 de la noche, pegada en la teta. Y no, no era que se quedara dormida, que muchas veces lo hacía. Si no que chupaba, paraba, chupaba y así en los dos. No había manera de que se quitara. Aquella tarde se me hizo eterna y entonces leí sobre las crisis de crecimiento y por lo que explicaban, parecía que la pequeñaja estaba dentro de una de ellas. Supongo que la crisis de crecimiento fue en aumento gracias al calor. Yo no podía parar de beber agua y ella no podía parar de coger el pecho.

Así que el verano lo pasamos pegadas la una a la otra, con largas horas por delante de pecho y sofá. 

Parecía que todo iba viento en popa y que la crisis pronto acabaría, el problema es que duró casi un mes, bueno, sin el casi. Nos dio tiempo a ver muchas series y películas en esos días. De pronto, la tumbo para que mame de mi pecho izquierdo y se pone a llorar como una loca.

La levanto y la miro. Parece estar bien. No lo entiendo. La vuelvo a tumbar y vuelve a llorar. Así que miro si es por tumbarla y la tumbo normal boca arriba. No era eso. Así que juego un rato con ella y cuando veo que se queja, la pongo otra vez en aquel pecho. Nada, no había manera, lloraba y lloraba y no se enganchaba a él, al contrario, tapaba el pezón con la mano.
Le cambié la teta y estupendo, de esa sí que comió y se durmió placidamente. Pensé que sería un hecho aislado, pero no fue así. Pues cada día, cuando intentaba ponerla en esa teta, lloraba y lloraba. Pero llegaba la noche, la ponía en ese pecho, medio dormida y comía y se dormía.

Así que vuelta a empezar con una "rutina", si se puede decir así. Pero no se hizo esperar el día en que la niña dijo no a ese pecho, ni durante el día, ni durante la noche. Lo rechazaba y terminé por dejarle mamar solo de un pecho, ya que el otro, poco a poco se había vaciado y no producía leche.

Así es como estuvimos hasta que llegó el momento de los 4 meses. La pediatra me habló de la AC, pero le dije que quería mantener la LME todo lo que pudiese. Estuvimos hablando de todo un poco, de lo bien que ahora me iba con la LM y que mi enana estaba creciendo a pasos agigantados (todo el mundo me preguntaba si le daba biberón, pues no parecía un bebé de teta, no sé como son los bebés de teta, pequeños? enclenques? No tenía ni idea, pero ella crecía estupendamente y ganaba mucho peso).
Al final decidimos que poco antes de que empezara a trabajar, le introduciríamos la AC, empezando por la fruta y luego por la verdura. Así que a los cinco meses y medio, mi hija empezó a comer las papillas cuando su madre no estaba.

Al principio, papi y yo pensábamos en darle biberón cuando no estuviera, pero la enana nos había salido rebelde y no los quería. Aunque de eso hablaré en otro momento.

Con todo esto, cuando mami sí está en casa casi no quiere comer nada. Normalmente le dan de comer mi madre y el papi. Porque cuando la pequeñaja me ve con la cuchara cierra la boca. Y no hay manera. Por suerte, con ellos come estupendamente.
Los fines de semana tiene su teti todo el día, pero seguimos con la AC, aunque es cuando come menos, porque prefiere estar con su teti y yo no se la quito.

En cuanto a las noches, pasamos de estar cada hora y media dándole pecho a cinco o seis horas seguidas, durante el cuarto y quinto mes, más o menos, y después cada dos horas, cada cuatro y cada dos. Ha sido duro, pero al final hemos encontrado la manera de sobrevivir, ya que ella mama cuando quiere y yo duermo. Colecho 100%, por ahora. 

Dar LM es todo un arte y tenéis que guiaros por el instinto, si os guiáis por lo que oís, u os enseña alguien que no sabe, lo pasaréis mal. Lo que más recomiendo son los grupos de apoyo a la lactancia. Porque allí sí podrán ayudar en todo, sin ningún problema. Yo pillé el inicio de vacaciones y en pocos sitios habían grupos. 

Y vosotros qué tal. ¿Habéis dado el pecho?¿Habéis tenido algún problema? ¿y el apoyo familiar?